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Opinión



miércoles, 7 de noviembre de 2012

Economías Hiperinflacionarias Segunda entrega (Colaboración @mmsoler)


En la pasada entrega expuse sobre la DPC-10, y posteriormente bajo NIIF el cambio de moneda funcional a partir del año 2008 en Venezuela y como debía tratarse bajo dicho marco conceptual -específicamente la NIC-29-; a continuación expongo algunas consideraciones que deben realizarse para reexpresar los estados financieros. No resulta útil, en  una economía hiperinflacionaria, presentar los resultados y la situación financiera en la moneda local, sin someterlos a un proceso de reexpresión. En este tipo de economías, la unidad monetaria pierde poder de compra a un ritmo tal, que resulta equívoca cualquier comparación entre las cifras procedentes de transacciones y otros acontecimientos ocurridos en diferentes momentos del tiempo, incluso dentro de un mismo período contable. La presente norma es aplicable a los estados financieros principales de las empresas que los elaboran y presentan en la moneda de una economía hiperinflacionaria, tanto las cifras comparativas correspondientes al periodo anterior, exigidas por la NIC 1, “Presentación de Estados Financieros”,  como cualquier otra información referente a otros períodos precedentes, debe también quedar establecida en términos de la unidad de medida corriente en la fecha del balance.

Las partidas monetarias no serán reexpresadas puesto que ya se encuentran expresadas en la unidad de medida corriente a la fecha del balance. Son partidas monetarias, por ejemplo: el efectivo poseído y los saldos a recibir o pagar en metálico. Las partidas no monetarias se llevan al costo o al costo menos la depreciación acumulada, y por tanto están expresadas a valores corrientes en el momento de su adquisición.  

El costo reexpresado de cada partida, o el costo menos la depreciación acumulada reexpresado de la misma, se determinan aplicando al costo histórico y a la depreciación, en su caso, la variación de un índice general de precios desde la fecha de adquisición hasta la del balance a presentar. Por tanto las partidas que contienen las propiedades, la planta y el equipo, los inventarios de materias primas y mercancías, la plusvalía comprada y otros activos similares,   serán objeto de reexpresión a partir de la fecha misma de su adquisición.   Los inventarios de producción en proceso y de productos terminados se reexpresarán desde las fechas en que fueron incurridos los gastos de compra y transformación que se encuentren acumulados en ellos.

A nivel del estado de resultados, se exige que las partidas vengan expresadas en la unidad monetaria corriente a la fecha de cierre del balance. Para ello, todos los importes necesitan ser reexpresados mediante la utilización de la variación experimentada por el índice general de precios, desde la fecha en que los gastos e ingresos fueron incurridos y recogidos en la contabilidad. Generalmente acá suele usarse el factor promedio del año, todo dependerá del nivel de detalle que requiera o desee la gerencia.

En cuanto a la ganancia o pérdida monetaria, en un período de inflación, toda empresa que mantenga un exceso de activos monetarios sobre pasivos monetarios, perderá poder adquisitivo, y toda empresa que mantenga un exceso de pasivos monetarios sobre activos monetarios, ganará poder adquisitivo, siempre que tales partidas no se encuentren sujetas a un índice de precios, esta pérdida o ganancia por la posición monetaria neta será incluida en la ganancia neta del período.

Fijense que les he expuesto los pasos más básicos de la reexpresión bajo NIC 29 y los que ya han tenido experiencia bajo DPC-10 venezolana, esto resultaría ser “carpintería”, lo importante acá es la comparabilidad de las cifras y el ajuste del saldo inicial por el cambio de moneda.

Hasta una próxima entrega

Marcos M. Soler P.
@mmsoler

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