Aguas arriba
Hay épocas del año que son un reto para el cumplimiento de metas presupuestales. Lamentablemente, si no nos ceñimos a un plan claro, tenderemos a gastar más de lo que podemos y generaremos importantes distorsiones en la gestión del negocio. De nada servirán los típicos arrepentimientos por nuestro grado de generosidad y nadie reconocerá eso por mucho tiempo, así que no tiene mucho caso ser tan esplendido a cuenta de la salud del negocio. Con esto no estoy haciendo ningún comentario sobre derechos adquiridos por los trabajadores producto de su esfuerzo laboral, los cuales deben estar totalmente garantizados.
Diciembre es uno de esos meses, en los cuales tanto en lo personal como en lo profesional, el dinero tiende a desaparecer casi por acto de magia. Las razones son muchas, pero las principales están asociadas a los altos precios de la temporada y a la adquisición de bienes y servicios suntuarios que generan más arrepentimiento que dicha para el adquiriente.
Aguas en el medio
Ciertamente, es difícil poder mantener el buen juicio durante los 31 días del mes -por nombrar solo a diciembre como ejemplo-; no obstante, de no hacerlo, el primer afectado será el mes siguiente, el cual arrancará con un déficit importante.
Si hablamos de finanzas personales, veremos a enero interminable y si lo tomamos desde el punto de vista empresarial, nos encontraremos en un periodo en el cual será de mucha dificultad poder hacer reposición de inventarios y cumplir con obligaciones recurrentes que siempre deben ir encabezando la lista de nuestro flujo de caja.
El estar preparado para épocas de este tipo es difícil. Contar con flujo de caja no implica que todo estará bien, solo implica que podremos hacer los desembolsos en tiempo. Si no se han previsto las compras para reponer inventarios, será bastante complicado poder iniciar el año con buen pie, dado que tendremos igual que cubrir nuestros costos fijos sin mucho que ofrecer, a excepción de las empresas de servicios, que tendrán que iniciar de manera agresiva el nuevo año.
Aguas abajo
Los días que corren no son para estar haciendo gastos desmedidos y fuera de orden. Son época para ser cuidadosos y metódicos, aun cuando esto implique ganar poca simpatía por las personas que nos rodean y con las cuales hacemos negocio.
Cada día es más difícil reponer inventarios y conseguir proveedores confiables que nos presten servicios en el tiempo y la calidad mínima requerida, por lo que es indiscutible que los meses de gasto desmedido deben ser tomados como cualquier otro mes, en el cual somos completamente celosos con cada centavo que sale de la cartera.
No vea las fechas comerciales como tales, visualícelas como otro mes más en su calendario y no deje de mirar su presupuesto. Él le dirá hasta donde puede llegar. Probablemente esta recomendación esta llegando con un poco de retraso. Anótelo para el año que inicia para cada uno de los meses del 2013. Hasta una próxima entrega y feliz año nuevo. @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
