Emprendimiento/Gerencia/Tributos/Finanzas/Tecnología/Social/Educación

Opinión



domingo, 28 de julio de 2013

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 106


Saber o no saber

Aguas arriba

Saber o no saber. Ese es uno de los mayores dilemas desde que el hombre es hombre. La masificación de la información creo un efecto con el cual nos creemos especialistas en todo. Hace que nuestro yo interno se convierta en economista, político, asesor financiero, manager de béisbol y hasta médico curandero, lo que incrementa exponencialmente el riesgo de cometer errores, que en algunos casos son hasta previsibles sin mayor dificultad. El oportunismo se convierte por momentos en el motor que mueve la necesidad de no decir que “no” a nada.

Vemos con estupor como casi nadie es capaz de decir en voz alta sobre la falta de experticia sobre algún tema en particular y por el contrario con sobrado orgullo exclaman el tenebroso "yo resuelvo". A veces el resolver se vuelve relativamente fácil, si sencillamente ubicamos a alguien con la experiencia para asistirnos de manera apropiada, con lo que se consigue mantener estándares altos, con una rentabilidad menor; sin embargo, esto nos mantiene en el radar como personas serias. El problema es cuando decidimos dejar todo al instinto, o peor aún, a la providencia.

Aguas en el medio

Claro, no es que me excluya de la lista de los sabiondos, pero también es cierto que estoy  tratando de sentarme a ver el horizonte con un poco más de criterio para ver que sale de ello y por todo motivo busco reunirme con gente con cualidades para atender asuntos con estándares altos, claro, mi objetivo es llevar esto a un nivel más pertinente que el sencillo hecho de prestar un servicio con efectos particulares.

Desde hace años tenemos opinadores que no saben de nada, economistas que no se tomaron la delicadeza de pasar por un salón de clases, defensores sin derecho, políticos sin oficio y prestadores de servicios que no saben que significa la palabra "prestar" y menos la palabra "servicio". Eso se ha masificado a organismos de relevancia, lo que hace que veamos el panorama más turbio, considerando que muchas de estos entes tienen un protagonismo importante, con el objetivo de defender los derechos de muchos.

Aguas abajo

Cuando el mérito no importa y cuando la reputación no precede al que está en frente, ocurren cosas increíbles donde el tuerto es el rey. El problema es cuando la cantidad de tuertos sobrepasa el sano juicio y a punta de palos amedrenta al que tiene oficio y experiencia.

Total que el mundo trata de voltearse, pero con mucho esfuerzo de seguro que lo mantenemos algo derecho hasta que se normalice el asunto. Hasta una próxima entrega http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/ @wlagc

No hay comentarios:

Publicar un comentario