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Opinión



domingo, 29 de diciembre de 2013

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 128

Prócer contemporáneo 

Aguas arriba 

Nelson Mandela hizo de la longevidad productiva un arte. Vivió la pobreza y la grandeza con la misma entereza y mientras todo pasaba, se preocupó por construir una nueva forma de ver la vida para sus coterráneos. Una forma más justa para todos, donde lo más importante es reconocer al otro como igual y darle las mismas posibilidades de crecer como ser humano. Esto parecía que era mucho pedir en una nación donde el color de la piel era el disparador para aceptar o rechazar a alguien sin siquiera tratar de saber que sentía o pensaba.

Nunca vio el ojo por ojo y diente por diente como forma de vida; todo lo opuesto, puso la mejilla cada vez que fue requerido en pro de un bien más supremo. Construyó una nueva sociedad llena de principios y valores y le dio a cada quien un puesto en la sociedad, desde donde pudiese poner un ladrillo en pro de algo mucho más grande.

En el medio tiempo, se hizo merecedor de doctorados y demás distinciones, pero por sobre todo exhibió un Nobel de La Paz obtenido por mérito propio, donde el galardón solo fue el trofeo material y no la meta inicialmente planteada.

Aguas en el medio 

Hoy en día es muy complejo cambiar la forma como la gente piensa. La mayoría de la población maneja -o no- principios y valores desde el hogar, por lo que hacer que alguien cambie de parecer sobre asuntos verdaderamente neurálgicos, es una suerte de cruzada. Esto solo puede llevarse a cabo por alguien con el suficiente coraje y moral como para hacerlo sin miedo a un entorno que solo lo quiere ver fallar. Todos nos creemos dueños de la verdad, el asunto es tenerla.

Ese gran hombre ya falleció, pero su legado será estudiado siempre. Puede que muchos quieran atribuirse proezas parecidas, pero lo cierto es que la historia siempre saca a relucir la verdad. Es cierto que el que tiene el poder escribe los libros que estudiamos a temprana edad; sin embargo, siempre habrá personas interesadas en leer entre líneas y entender que es lo que está detrás de la figura pública y conocer en realidad las motivaciones de alguien que lo dio todo para todos. Lo que llamaríamos, “el buen padre de familia”.

Aguas abajo 

Una sociedad puede tener todos los problemas económicos producto de momentos coyunturales propios del quehacer diario; no obstante, si la moral se mantiene en alto, siempre lograrán recuperarse y salir adelante. Un pueblo sin principios -o con algunos bastante distorsionados- y con la moral baja no logrará jamás mejorar, a menos que el revés sea tan fuerte como para hacerlo reflexionar.

Nunca es tarde para mejorar, aunque la tentación de "meter la pata" siempre estará presente, como el alcohólico que dice que más nunca probará la bebida en pro de ser mejor. El ser consistentemente esquivo a las buenas prácticas puede ser una suerte de adicción. 

Nelson Rolihlahla Mandel nació un 18 de julio de 1918 y falleció el pasado 5 de diciembre de 2013. Estuvo en prisión por 27 años y sin resentimiento alguno, con mucho trabajo y cinco años en la presidencia logró unir a un país. Ya no volveremos a verlo, pero sus pensamientos serán para la posteridad, ya que Madiba siempre será sinónimo de libertad e igualdad. Hasta una próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

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