CEO
Aguas
arriba
El
papel de los CEO (chief executive officer
o managing director) es clave
para las organizaciones serias en este momento. Un altísimo porcentaje de las
entidades venezolana carecen de un perfil de esta naturaleza y se desviven en tener
charlatanes ocupando cargos donde se necesita conocimiento, experiencia,
olfato, carisma y mucho empoderamiento. Esta sumatoria es difícil ubicar en una
sola persona.
En
la actualidad, también se requiere ser un optimista de nacimiento, que sin duda
alguna pueda sortear las desventuras que se viven por lo pronto. La verdad es
que con todo y lo que estamos viviendo se vuelve extremamente aburrido escuchar
a profesionales que 24/7 se dedican a criticar y a criticarse sin proponer
planes concretos, por lo que los pocos que ostentan este cargo deben ser
rescilentes a toda prueba.
Este
es el cargo que más estudios requiere por parte de instituciones de todo
tipo, ya que los CEO harán que los negocios aceleren o desaceleren, dependiendo
de las circunstancias. Siendo así, su perfil debe ir en franco ascenso y nunca
deben mantenerse estacionados en zonas de confort institucional. También se
hacen aburridos los ejecutivos miopes, que ven todo cuadrado y que hacen la
vista gorda a lo neurálgico.
Aguas
en el medio
De
acuerdo a estadísticas y estudios de altura, el trabajo mar arduo de los CEO
hoy en día a nivel mundial es el de poder identificar las cosas que otros
pares y organizaciones hacen, y que no se llevan a cabo en sus organizaciones,
con el fin de analizarlas, adaptarlas y aplicarlas en la medida de lo posible.
Esto hace que el enfoque de mejora continua se vuelva un foque viral para los
líderes de hoy.
Es
curioso conversar con ejecutivos que teóricamente debieran tener un enfoque de
CEO, que al ser encarados sobre temas de envergadura, se enfrascan en
pequeñeces que son competencia de niveles jerárquicos inferiores. Es como
preguntarle a un CEO sobre oportunidades de negocio y que te responda que le
preocupa que el libro de compras no está al día.
La
verdad es que la formación gerencial a este nivel ha sido limitada y pareciese
que se ha vuelto algo elitesca, por lo que en nuestras fronteras esto es
exclusivo y casi en extinción. Con lo que si contamos de sobra es con “reyezuelos”
gritones y desentonados que combaten ingenio con locura y normalmente hacen que
el consultor y terceros bajen el nivel hasta el punto de sentir que se llega a
lo mundano.
Aguas
abajo
El
rol ejecutivo del CEO garantiza mucho (por no decir todo), dado que permite
conseguir oportunidades donde otros solo ven dificultades de todo tipo. Hoy en
día sobra quien identifique problemas de todo tipo y de manera festiva y
abrumadora divulgan datos poco alentadores. El reto está en conseguir esa masa
de ejecutivos dispuestos a convertirlas en oportunidades de negocio.
Para
los tiempos que se viven y vivirán, el CEO deberá rodearse de ideas y de
personas que tengan el mismo norte y empoderamiento, dado que de lo contrario
estarán marcando su fracaso como líder visible de las organizaciones que ponen
en sus manos la misión de mover el barco. Los accionistas y juntas directivas
deberán aceptar sus limitaciones y permitir que personas empoderadas y con
nivel suficientes manejen las decisiones importantes, mientras los primeros
hacen su rol creativo y de autoridad regulatoria.
Existe
en ocasiones una especie de confabulación. Bajos sueldos hacen que los perfiles
sean de igual forma bajos, o en su defecto lleno de personas inconformes en
espera de algo más en el futuro, lo que hace que sean una especie de bomba de
tiempo. Por el otro lado, empresas que no les interesa entender lo importante
que es llevar a cabo procedimientos correctos y un Estado a la espera de que
cualquiera sucumba ante el error advertido o inadvertido. Hasta la próxima entrega
@wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
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