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Opinión



domingo, 25 de enero de 2015

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 184

Capacidad contributiva

Aguas arriba



La capacidad contributiva es un elemento de suma importancia para poder tener un sistema tributario justo desde el punto de vista técnico y práctico. Esto es fundamental para así generar un ambiente de negocio sano, que incentive al nacimiento de nuevos emprendimientos y abra las puertas para inversiones en distintos sectores que al final de cuenta produzcan confianza y beneficios. El tener en un sistema confiscatorio, levanta las alarmas y da paso al hecho de que a mayor riesgo, mayor debe ser la retribución y pocos pueden estar en desacuerdo con ello, dado que el emprendimiento no se puede dar bajo condiciones adversas sin tener un costo para el colectivo.

Sanciones desproporcionales en algunos casos sirven de elemento disuasivo para que los contribuyentes incumplan con la normativa tributaria, pero el asunto principal es que en caso de que nazca el error (hecho de forma advertida o inadvertida), la sanción puede ser capaz de obligar el cierre de negocios pequeños y medianos, los cuales no tienen los medios para poder dar cumplimiento a distintos tipos de tributo y obligaciones a las que debe hacer frente en su día a día.

La reforma del Código Orgánico Tributario trajo consigo un incremento importante de multas, lo que sin duda alguna puede desincentivar la formalización de negocios en el corto, mediano y largo plazo, dado que se requiere de una estructura importante para poder darle seguimiento a todos los requerimientos, sin perjuicio de las sanciones de cierre que son aún peores.

Aguas en el medio

En cierta forma, es evidente que las empresas deben partir de la premisa de que deben cumplirse con la normativa en todos sus supuestos y pagar los tributos que de allí se desprendan, el problema está cuando el sistema tributario se hace tan extenso, complejo y en algunos casos inflexible, que obliga al contribuyente a hacer esfuerzos poco razonables para poder tener un mediano control de sus operaciones para con el estado como un todo.

Nace con eso la disyuntiva, si es más importante hacer negocios o cumplir con un aparataje paquidérmico que promueve la informalización y la práctica desleal y no cultiva el deseo voluntario que nace en cada persona por mandato constitucional y moral con el fin de coadyuvar con la carga pública en un momento tan particularmente duro como el que se transita en este momento. Sería coherente un sistema que permita que el contribuyente se maneje en un ambiente controlado, pero que al mismo tiempo no lleve al extremo un tema tan cotidiano como lo debe ser el pago de los tributos.

No queda duda que el negocio es primordial dado que este dará oportunidades de empleo y servirá como efecto multiplicador en sus áreas de afectación, cosa que no ocurriría en caso de desaparecer por una excesiva carga tributaria y un sistema de sanciones altamente castigador para los contribuyentes y para las personas que dependen de dichas entidades de forma directa o indirecta. Estos son elementos que también deben tener ponderación al ser analizada la aplicación de cualquier reforma de carácter tributario en un contexto adverso, como parte de una coherente política fiscal.

Aguas abajo

La capacidad contributiva persigue reconocer la disponibilidad de recursos como elemento primordial para determinar en qué medida se puede contribuir con las cargas públicas. Este es un criterio ampliamente aceptado en el mundo, por lo que es una práctica que incluso se da por descontada en países con sistemas tributarios modernos y que pretender atraer nuevas inversiones tanto de fuente local, como extranjera.

La capacidad contributiva se demuestra por medio de la generación de renta, la tenencia de activos que formen parte del contribuyente y por el consumo que este haga en bienes y servicios de cualquier tipo. Estos serán los disparadores para que la Administración Tributaria salga a buscar el tributo que corresponda.

Por otro lado, aunque la multa trata de resarcir un perjuicio que hace un sujeto de derecho al fisco, no es menos cierto que debe estar ajustado a unos parámetros razonables para que su pago permita el espacio suficiente para maniobrar y recomponer la marcha. El cierre permanente o temporal es incluso peor que una sanción pecuniaria, dado que coarta el libre accionar económico del infractor. Vale la pena que la próxima reforma tributaria vaya más dirigida a crear condiciones y equilibrar la relación contribuyente versus estado y no para convertirse en una simple arma para recaudar a cuenta de los factores productivos. Hasta la próxima entrega. @wlagc 
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domingo, 18 de enero de 2015

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 183

Comportamiento de mercados

Aguas arriba



Ante la escasez, las leyes de oferta y demanda (pero principalmente el sentido común) actúan de una forma determinada y determinante, considerando que existen pocos productos y muchas personas interesadas en adquirir el mismo bien, al mismo momento. Por el contrario, en un mercado en el cual existe una oferta amplia de bienes, la competencia entre los productores y/o distribuidores es muy fuerte para proteger mercados y no precios. Fíjense el punto, tratan de proteger sus mercados, incluso a expensas del precio de venta (siempre y cuando sea superior a sus costos).

Al final de cuenta, el productor en masa ve que su ganancia se basa en cantidades, por lo que su preocupación será ser cada vez más efectivo, mientras aumenta su capacidad instalada para así maximizar sus beneficios. De no poder hacerlo, coexistiendo con otros que si han podido llevar a cabo proyectos en constante desarrollo y crecimiento, eventualmente terminan desapareciendo, dado que la ineficiencia se paga así. Otro punto clave, son empresarios que invierten porque saben que siendo más efectivo, podrán moverse mejor en sus mercados, versus el empresario (o el que pretende serlo) que no lo percibe de la misma forma.

Aguas en el medio
Para los casos de estudio, vemos como ante una escasez importante de bienes, los mismos se hacen más costosos, dado que el mejor postor será el que los pueda adquirir (por un tiempo perentorio). Obviamente, esto no es sustentable en el tiempo, considerando que no estamos hablando de escasez de bienes suntuarios, sino por el contrario estamos hablando de bienes pertenecientes a la dieta básica de la población y algunos otros que son prioritarios por sus características particulares. Estamos hablando de bienes en cantidades limitadas y personas con recursos limitados para adquirirlos.

El otro lado de la moneda es el sector petrolero. Vemos que los países no alineados a la OPEP están inundando el mercado de productos, logrando de esta forma que ante la abundancia de un bien, sus precios terminen bajando a niveles que para algunos pudiesen ser inconvenientes. El punto principal es que el manejo gerencial privado tiene una vigilancia más precisa del costo del bien (llámese barril), por lo que una rentabilidad que para algunos luce irrisoria, para otros pudiese ser aceptable, considerando los riesgos asociados a cada sector.

El hecho de que exista abundancia hoy es algo que quizás no pueda ser sustentable en el largo plazo; no obstante, es cierto que mientras esté la abundancia, los mercados y particulares deben prepararse para poder ser más eficientes bajo un contexto que a algunos beneficiaría, pero que a otros los dejaría con dudas sobre sostenibilidad.

Aguas abajo

No es cuestión de tener una bolita de cristal. El punto está en que los mercados reaccionan de una forma particular, dependiente del accionar de los agentes, por lo que cada quien tendrá una cuota parte de responsabilidad en los eventos que ocurran. Si el empresariado no apuesta en el crecimiento de su negocio es fundamentalmente porque sufre de miopía gerencial o porque el estado como ente regulador no le da las condiciones mínimas necesarias para que pueda actuar de forma conveniente. La única forma como este último, puede darle condiciones al primero, es principalmente generando un clima de seguridad jurídica tal, que le permita pensar en desarrollar su plan de negocio a un ritmo sano, pero sin detenerse.

Es muy complejo levantarse cada mañana inspirado a desarrollar un negocio, invertir en bienes de capital, contratar personal o mejorar las condiciones del existente y en líneas generales realizar una línea de acción completa para desarrollar un concepto y ponerlo en marcha, si a media mañana leemos que nuestros bienes pueden ser expropiados, que si manejar stock (que es algo normal en todo el mundo) puede ser considerado un hecho ilícito, que será imposible obtener divisas para la compra de bienes (o para cualquier otra actividad legal y normal que se desee), que si ante un trabajador descontento la probabilidad de perder teniendo la razón es altísima y tantas otras trabas burocráticas, administrativas (entre otras innombrables) terminan engatillando el desarrollo.


El gerente moderno, consciente de su rol no debe desfallecer y seguir manejando valores y ética de trabajo que permitan crear negocios que estén enfocados en generar bienestar a los socios, colaboradores y demás personas que rodean el emprendimiento, para que la fuerza de cada uno vaya sumando. Hasta la próxima entrega. @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

domingo, 11 de enero de 2015

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 182

Tecnología de la información

Aguas arriba

El hombre por naturaleza siempre ha tenido el deseo de romper las barreras que lo separan de cosas nuevas, por lo que es fácil presumir que cada día se está inventando algo, lo que sin duda alguna nos hace ver que la imaginación será el único límite que tendremos para poder lograr que sucedan eventos que simplifiquen nuestras vidas.

Hemos visto casos que nos han asombrado y solo estamos comenzando con una tendencia que nos llevará a actuar de forma absolutamente distinta a como lo hacemos hoy por hoy, por lo que sin duda alguna será increíble poder presenciar cada avance que se dé.

De acuerdo a la revista Times, en el año 2010 se publicó la lista de los 50 personajes más relevantes de la década en todos los ámbitos, allí se incluyeron los soñadores más importantes, que lograron hacer invenciones tecnológicas que hoy nos sirven de base en nuestra cotidianidad. Entre estos destacados tenemos a: Larry Page y Sergey Brin (Google), Mark Zuckerberg (Facebook), Steve Jobs (nuestro favorito, Apple), Jeff Bezos (Amazon), Steve Chen, Chad Hurley y Jawed Karim (PayPal/YouTube), Jack Dorsey, Biz Stone y Evan Williams (Twitter), Jimmy Wales (Wikipedia), Bram Cohen (BitTorrent), Mark Shuttleworth (Ubuntu) y Moot (hacker).

Aguas en el medio

Como ven en esa lista, la mayoría de estas personas nos han dado herramientas que nos han servido como personas y profesionales para optimizar nuestro tiempo y ser cada vez más efectivos en la ejecución de nuestras tareas. Estos señores han ayudado a cambiar la forma como se hacen los negocios, generando una mecánica nueva e innovadora que se convirtió en la ruta a seguir por toda una generación de profesionales con deseos de crear sus propios negocios con estándares incluso más altos.

En el mundo, los países industrializados están haciendo unos esfuerzos (que incluyen importantes inversiones) para poder garantizar que se explore temas tecnológicos aplicados a la agricultura, la salud, al ocio y a todo que tenga que ver con el ser humano, sin contar todo el esfuerzo por seguir entendiendo nuestra existencia como especie. Por otro lado, los países subdesarrollados tienen una materia prima de jóvenes que sin recursos también quieren hacer lo propio, y un ejemplo de ello son los estudiantes de universidades como la Simón Bolívar y la Central de Venezuela (por solo citar dos) que trabajan muy duro para hacer lo que les corresponde.

Aguas abajo

El tema tributario asociado a la tecnología es de altísima complejidad, considerando que en una transacción en línea pueden intervenir una o más jurisdicciones. En una venta de un bien cualquiera, donde el servidor se encuentre ubicado en los Estados Unidos, el vendedor este Venezuela, el comprador este en Colombia y el producto este en China se generan toda una serie de interrogantes sobre cuál país debe tener la potestad tributaria para exigir impuestos por una aparente simple venta. 

Este tipo de temas han sido ampliamente debatidos por organismos internacionales que están conscientes que en los años por venir deberemos reaccionar ante esto, por lo que se hace fundamental que el gerente moderno este en la capacidad de ver que todo se simplificará en algunos aspectos, pero se hará más complejo en tantos otros, por lo que es fundamental tener una visión extensible en un mundo cada vez más globalizado. En algún momento, Venezuela tendrá la oportunidad de entrar en este tipo de escenarios y será propicio que vayamos identificando las mejores prácticas existentes para desarrollarlas y aplicarlas cuando así se necesite.

Para el caso venezolano, aparte del ejemplo inicialmente comentado, podemos destacar que tenemos una Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación que tiene como objetivo generar recursos para auspiciar la investigación y desarrollo de tecnología, que desde nuestro ámbito gerencial debemos prever en las finanzas organizacionales y que en cierta forma deberían revertir el hecho de ser compradores por excelencia y definición.


Por otro lado, se cuenta con normativas relacionadas con derechos de autor, donde allí se incluyen invenciones en materia de tecnología de información, con lo cual, de cierta forma se cubren algunos de los elementos asociados a este tema, que por su complejidad deben ser analizados cuidadosamente, pudiendo este ser un momento interesante, habida cuenta de la existencia de un proyecto de ley que regularía el comercio electrónico, del cual no podemos hacer comentario alguno, por no contar con información de su contenido como para hacer juicios técnicos al respecto. Hasta una próxima entrega. @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

domingo, 4 de enero de 2015

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 181

Comienzo de año

Aguas arriba

Esta comenzando el año 2015 y por razones estrictamente occidentales y en algunos casos legales o estatutarias comenzamos un nuevo ciclo, que para efectos más prácticos no es más que un año nuevo.

Este nuevo periodo de doce meses comienza con varios retos y amenazas muy particulares que son producto de la resaca que traemos de un 2014 muy difícil, que incluso pudiésemos verlo como el peor en al menos las dos últimas décadas en el país.

Nos encontramos de primera mano con una reforma tributaria que aún estamos digiriendo, pero que casi de inmediato observamos que tiene un fin estrictamente recaudatorio, lanzando al vacío innumerables victorias democráticas de países más o menos civilizados.

Aguas en el medio

Los impactos los iremos conociendo el el corto plazo y nuestros planes deberán adaptarse a ello velozmente, para poder ir mitigando los riesgos asociados que nos afecten como contribuyentes y ciudadanos. Desde el mismo mes de noviembre se iniciaron los análisis; sin embargo, la presencia de diciembre tiene como práctica común -de los últimos años- el de nublar nuestro entendimiento de forma transitoria. Pueden venir más cambios o implementación de nuevos tributos, con fines estrictamente de recaudación.

Por otro lado, nos conseguimos con altísima inseguridad jurídica y personal y una herencia inflacionaria importante, producto del peor control cambiario que hayamos podido vivir, que sirven como precursores de un impensable desabastecimiento y del sucesivo desincentivo para invertir en producción y no sólo en distribución/importación como es la tendencia en jurisdicciones donde los riesgos son excesivamente altos.

El reinventarse -gracias a la adquisición de más conocimiento- podrán ser la fórmula para poder seguir haciendo negocios en un 2015 que nacerá con un precio del barril que se acerca a su costo de producción -se parece mucho al precio justo- y que obviamente generará que nuestra balance se vea seriamente afectada, considerando que no nos hemos tomado la molestia de desarrollar nuestro parque industrial, dado que increíblemente al parecer tenemos los peores empresarios del mundo.

Aguas abajo

No todo es malo. La observación es fundamental para dejar de llorar y empezar a atender mercados desatendidos. El que produce jabón a poca escala y ve que productos de marca están fuera de competencia, tendrán la certeza de que su producto podrá venderse en un cien por ciento.

El que consigue producir bienes en que tradicionalmente son importados, sólo deberá preocuparse por hacer un par de contactos para ver como todo su producto será apetecido por el mercado.

En general, si en diciembre el whisky escaseó, se vio como el productor de ron vendió hasta su última botella con poco esfuerzo, así que sólo será cuestión de analizar filosóficamente los negocios y volver a la aburrida teoría de como hacer un negocio rentable. Obviamente la paciencia será fundamental.

Para terminar. Como el emprendimiento no ve fronteras, una buena idea solo requiere de trabajo y visión, así que es momento de ver las piezas del ajedrez con particular detenimiento y moverse con mucha sabiduría. Por allí dicen que en el 2015 no se requieren deseos sino acciones. Hasta una próxima entrega. @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/