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Opinión



domingo, 20 de marzo de 2016

Actualidad financiera y fiscal en El Diario e Guayana N° 244

Simplificación empresarial
Aguas arriba

La actualidad venezolana desde hace ya un buen rato se ha desarrollado en un ambiente muy confuso desde el punto de vista empresarial. Pareciese que todo se ejecuta con un objetivo un tanto extraño dirigido a sabotearnos de manera indiscriminada, logrando ser bastante exitosos al respecto. Desde el mismo momento que se desea iniciar un emprendimiento comercial, nos encontramos con trabas para la creación formal de negocios, lo que sin duda alguna aleja a muchos de la formalización.
Uno de los principales cambios que debemos dar, deben estar asociados a fomentar el inicio de nuevos negocios, otorgando procedimientos expeditos, sistematizados  y exprés tendientes a formalizar proyectos en tiempos razonablemente cortos y no generando embudos que incluso imposibilitan registrar una simple entidad. Colas innecesarias, trato descortés y en general altísima carga burocrática provoca que los abogados activos hayan perdido su investidura y terminen siendo madrugadores de oficio, moviendo sus despachos a interminables calvarios en registros y notarías.
Afortunadamente, la tecnología puede ayudarlos a adelantar labores mientras hacen actividades estériles e innecesarias, de procesos que tienen como objetivo generar empleo y bienestar. En la práctica, pareciese que los que se atreven a iniciar un emprendimiento son locos de atar y en función a dicho principio son tratados, cosa que es absolutamente bizarra y poco fácil de entender para los que seguimos dando la batalla día a día.
Aguas en el medio
El momento particular que estamos viviendo requiere que el Estado haga un alto y entienda que debe abrir puertas en vez de cerrarlas, y la forma de hacer eso es simplificando los procedimientos, bajando los niveles de intimidación por parte de sujetos activos de obligaciones tributarias y otorgando beneficios y dispensas masivas a todos los emprendimientos que tengan disposición y recursos para invertir en el país. Los beneficios deben ser tangibles y por un tiempo razonablemente largo, con lo cual se logre industrializar nuevamente el país, considerando que innumerables zonas industriales aún cuentan con capacidad instalada ociosa y en espera de reactivarse ante el mínimo reconocimiento de la crisis y las razones que la fundamentan.
En estos momentos, lamentablemente escuchamos de innumerables conversaciones que apuntan a redireccionar inversiones a otras jurisdicciones menos rentables, pero más seguras, solo por el hecho de no contarse en la actualidad con consistencia gubernamental suficientemente para poder manejar proyectos con la meridiana certeza de que podrán ejecutarse todas las fases del negocio en condiciones razonablemente estables. Todo el que lidera proyectos sabe que los riesgos están siempre presentes; sin embargo, el problema es mayor cuando más que riesgos, lo que está frente a nosotros son descalificaciones y amenazas de otro tipo.
Aguas abajo
Seguimos contando con un potencial prácticamente ilimitado y con oportunidades de hacer cosas fantásticas. También estamos  en una situación en la cual todo esto por hacerse, por lo que solo resta mantenerse en pie y alerta ante las mejoras que tarde o temprano se darán. Debemos mantener nuestros emprendimientos a toda costa y prepararnos cada vez mejor, con miras a materializar cosas grandes cuando la tempestad pase, pero para poder llegar a eso debemos trabajar cada vez más fuerte y con más entusiasmo, para con ello capitalizar pequeñas, pero significativas victorias que abonen un camino más próspero.

Inicia la semana mayor y también se aproxima la fecha tope para la declaración de impuesto sobre la renta, momento en el cual empresariado hace su aporte al fisco para poder cumplir las premisas del presupuesto público de la nación, y con ello obtener recursos ordinarios para la satisfacción de necesidades colecticas. Así como el Estado por su poder de imperio coacciona para el cumplimiento de la obligación, de la misma manera los contribuyentes debemos exigir excelencia, calidad y gestión. Eso nos hará un mejor país. Hasta la próxima entrega  @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

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