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Opinión



domingo, 10 de julio de 2016

Actualidad financiera y fiscal en El Diario e Guayana N° 260

Competitividad transfronteriza

Aguas arribas


En convenios entre países normalmente hay uno(s) más fuente(s) que otro(s). En dichos casos, obviamente la balanza se inclina en favor de los más desarrollados, los cuales cuentan evidente y habitualmente con productos suficientes para ofrecer. Bajo dichas circunstancias, el que pone las reglas es el que está firmemente de pie, mientras que la contrapartida mira la situación como una oportunidad con la cual no está muy claro en términos prácticos. Esto, sin duda alguna hace que los problemas lleguen tarde o temprano, producto de dicha desigualdad.

En función a esto, nos encontramos con países industrializados, los cuales manufacturan bienes y que además hacen importantes esfuerzos por alentar la investigación y el desarrollo de tecnología, que eventualmente serán consumidos en masa por los estados más débiles de la región. De todo esto habrá un aprendizaje, dado que jurisdicciones con condiciones desventajosas, deberían alentar las mejores prácticas y con ello aprovechar ese know how de forma eficiente, con miras a autosatisfacer sus necesidades y eventualmente interactuar en igualdad de condiciones con naciones desarrolladas o en vías de estarlo. De lo contrario, la situación será bizarra por tiempo indeterminado. Ahora bien, ante situaciones altamente comprometidas, los estados desarrollados también pudiesen tener serios riesgos de morosidad, por lo que el unirse a países pobres, puede tener sus bemoles.

Aguas en el medio

Venezuela se encuentra unida a Colombia con lazos históricos importantes. No solamente nos une una frontera y un libertador común, dado que muchas familias se han entrelazado de forma tal, que hoy en día no sabemos dónde comienzan y terminan. Eso en sí mismo es fantástico en lo cultural, siendo a su vez motor de la economía transfronteriza de ambos países por décadas. En algún  momento, la balanza estaba del lado local, considerando que se contaba con una industria sólida. Con ello, el venezolano consumía a precios magníficos los bienes y servicios que desde el otro lado se ofrecían, y se mantenía un hábitat bastante cómodo para todos. Con la desinversión de este lado y las mejoras sustanciales del otro, la situación se revirtió hasta tal punto, que hoy en día vemos como las empresas que estaban de este lado del río, salieron de forma intempestiva a vivir tiempos mejores con nuestros vecinos. Bien por ellos, dado que al darse esta situación, se reactivaron ciudades colombianas que estaban en condiciones muy desventajosas, transfiriéndose ese malestar a nuestras fronteras. Lo ideal sería que ambos países hubiesen tenido resultados óptimos, y con ello un crecimiento industrial parejo.

La verdad no fue esa, considerando que los resultados han demostrado que la frontera local se ha visto desmejorada, siendo prácticamente arrasada, sin contar el hecho de incluso estar cerrado el paso desde el punto de vista migratorio, situación que honestamente parece tomada de siglos muy antiguos, a través de muros, cercas y custodios. Con esto, parece que el aliado natural, se convierte en el enemigo de turno, en un momento en que no se justifica dicha categorización, por su inconveniencia y arrogancia.

Aguas abajo

Esto es solo un ejemplo, porque lo cierto es que del otro lado contamos con Brasil, el país más importante de Suramérica y que pudiese permitirnos un crecimiento importante, si compagináramos con ellos la forma de hacer negocios y transferir tecnología con el manto de MERCOSUR. En ese contexto, se podría eventualmente llegar a una relación de pares y no de fuertes contra débiles.


Lo interesante del asunto es que para que esto ocurra, los países deben contar con condiciones convenientes para la inversión, el emprendimiento y la creación de bienes y tecnología que puedan circular por la región, generando con ello beneficios para los países miembros.  Es el clamor de los ciudadanos poder contar con gobiernos serios y eficientes, que tengan como objetivo proponer e impulsar mejoras serias y no simplemente dedicarse a enriquecerse de forma desmedida y desproporcionada en detrimento de los contribuyentes y votantes, los cuales, lamentablemente, no siempre son los mismos. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

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