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Opinión



domingo, 29 de enero de 2017

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 289

Lecciones de Perú

Aguas arriba


La corrupción golpea todo el mundo. Definitivamente es un asunto humano, el tratar de sacar partido de situaciones que en sí mismas ya están generando beneficios tangibles. No basta con obtener el ingreso asociado por la tarea ejecutada, sino que además también pretendemos llevarnos lo que esté en el refrigerador, por lo que desafortunadamente termina convirtiéndose todo en un pandemónium.

El gran reto de las naciones será poder poner coto a ello con la sencilla aplicación de la normativa. El asunto está en quienes recaerá el honor de tomar decisiones de este tenor, cuando pareciese que todos están involucrados por acción u omisión en la comisión de hechos éticamente cuestionables. Basta darse una pasada por cualquier ente público o privado, en el cual el funcionario o empleado tenga en sus manos algún bien o servicio de difícil acceso, para que se convierta en el epicentro de males mayores. Basta con que exista la obligación de gestionar papeleo innecesario para que algo turbio nazca. Basta con que exista la posibilidad de aprobar o desaprobar transacciones grandes o pequeñas, para que inmediatamente la creatividad se ponga a tono.

Aguas en el medio

Desde el que levanta los términos de una propuesta técnica-económica, hasta el que paga la factura cuando el bien se entregó o el servicio se prestó, tienen la necesidad de tratar de conseguir algo más de lo que nominalmente está allí reflejado en los documentos, por lo que al final del día pareciese que todos tienen algo para temer. Esto no sólo se ve en lo público, está en todo el ambiente y cada día es más evidente.

Cuando se discute sobre el tema en un ambiente gubernamental termina siendo más doloroso, dado que es dinero de los contribuyentes, quienes son los que trabajan arduamente para sobrevivir en países donde la seguridad social es terrible y que además tienen cargas tributarias comparativamente significativas, recibiendo poco a cambio.

Es para reflexionar, cualquier ciudadano dura al menos ocho horas trabajando cada día, recibe un salario bajo, no tiene poder de compra y además debe dar una cuota parte de su remuneración a burócratas corruptos que se apropian del mismo sin siquiera pestañear. Si esto es algo donde gran parte de los funcionarios participa, pues sencillamente no habrá quien denuncie y ataque este tipo de prácticas, por lo que sencillamente nos encontraremos frente a una referencia circular.

Aguas abajo

Ahora vamos a Perú. Una importantísima empresa multinacional latinoamericana, que prácticamente ha estado en todos los países de la región construyendo obras de envergadura, acaba de confesar que pagó comisiones –sobornos- a funcionarios públicos peruanos durante –al menos- el período 2005-2014; es decir, una década donde los contribuyentes  pagaron por obras mucho más dinero del que debieron haber pagado, si las transacciones hubiesen sido pactadas a valores auditables de mercado.

No es cualquier cosa dicha aseveración. Lo increíble es que la misma empresa está en la disposición de resarcir el daño a través del reembolso de ciertas cantidades por definirse más adelante, mientras en simultáneo el reto será tratar de identificar culpables.  Es en extremo interesante este hecho, dado que en la lista están funcionarios actuales, los de la vieja guardia y algunos otros que actualmente no figuran, pero querían figurar políticamente.

Ahora bien, según las declaraciones de personeros del tren ministerial peruano empresas como éstas no volverán a operar en su país, cosa que es altamente plausible, además que manifestaron la puesta en marcha de normativas anti corrupción más severas, con el objetivo de limitar acciones de este tipo, con lo cual se inhabilitaría a entidades locales o extranjeras que hayan o estén incursas en actos ilegales.


Esperemos que este tipo de precedentes tengan castigos ejemplarizantes, que los funcionarios públicos y privados entiendan su rol y responsabilidad, que sea sostenible en el tiempo y que permee al resto de los países de América que están en igual o peor condiciones en cuanto a este complejo tema. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinanierayfiscal.blogspot.com/

domingo, 22 de enero de 2017

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guyana N° 288

Domingo, 22 de enero de 2017 N° 286

El gerente necesario

Aguas arriba

El aspecto gerencial es un tema que urgentemente debe ser atacado organizacionalmente, considerando el efecto significativo que tiene sobre las empresas que vivirán un 2017 de pronóstico reservado. Prácticamente, pudiésemos hablar de sobrevivencia en un ambiente tan confuso como el que se vive en Venezuela y muchos otros países del mundo. No bastará ser talentoso, para poder salir con bien. Se requerirá experiencia, técnica y academia.

Por excelencia, el gerente venezolano constantemente vive reaccionando ante circunstancias no previstas, ya sea por ignorancia consumada o por exceso de tareas innecesarias y no acordes al título de "gerente" -con todas sus letras, tareas y atribuciones-. Esto hace que ciertamente se conviertan en gestores, firmas autorizadas de cheques y en el peor de los casos conserjes de los negocios o empresas donde hacen vida. Esto en parte es atribuible a dueños y gerentes generales que no tienen la menor intención de delegar funciones neurálgicas, porque no quieren, no confían, no saben o todas las anteriores.

Aguas en el medio

La verdad es que tareas rutinarias y absurdas los alejan del rol gerencial, inhibiéndolos a ejecutar actividades que agreguen valor. La posibilidad y capacidad de "tomar decisiones" será la panacea entre definir a un profesional como gerente o sencillamente como técnico - operario.

Cuando se le pregunta a un gerente actual sobre la filosofía organizacional y planificación estratégica del sitio donde labora, se les nota rápidamente un gran signo de interrogación, restando mérito a las expresiones antes citadas, justificado en la escasez de tiempo para al menos investigarlas y el momento histórico que vivimos. Una cosa lleva a la otra, dado que en principio se reacciona atacando la herramienta y no aplaudiendo los beneficios que puede traer para cualquier entidad con deseos de ser longeva.

El asunto no tiene como fin hacer leña del árbol caído, dado que es solo la punta del iceberg. Si al gerente no le interesa este tipo de tema, es sencillamente porque a la junta directiva tampoco le importa mucho, siendo así, todo termina siendo parte de una bizarra cultura organizacional, que solamente los aleja de las mejores prácticas empresariales. Tener una preparación más allá de la lógica y arquitectura actual, generará beneficios invaluables en el medio y largo plazo.

Aguas abajo

El gran problema se centra en el hecho cierto de que estamos debajo de una gran nube negra que no nos permite entender que es transitoria, por lo que lo importante será hacer esas pequeñas jugadas técnicas que nos den fortaleza y nos permita estar a la altura de las circunstancias actuales, mientras que al mismo tiempo se propician mejoras que paulatinamente se vayan incorporando, las cuales serán claves dentro de contextos más competitivos.

Ante esto, muchas veces se suele escuchar que “ya se es exitoso sin necesidad de tantos artificios”, y la verdad es que es difícil rebatir dicha expresión si los hechos son tangibles. Lo cierto es que la evidencia también arroja que ante ambientes tan adversos -como el que vivimos y viviremos- hay que tomar lo mejor de cada lado en pro de aguantar el diluvio más grande que hemos visto.

Lo que si es cierto, es que en la actualidad valoramos altísimamente temas como las finanzas, nuevas tecnologías y el correcto trato al talento humano. Siendo así, ya estamos en el camino de entender que en tiempos de crisis se debe dar correcto y justo uso a todos los recursos organizacionales, mientras en simultáneo tomamos lo mejor de la excitante movida tecnológica y con ello sentamos bases para mantenernos en los mercados por largo rato.

Al final, lo que se espera es tener gerentes capaces, autogestionados y convencidos que la calidad, innovación y resultados van de la mano. En torno a ese compendio de profesionales podremos cumplir años operativos y no sumarnos a las estadísticas -inexistentes por fuentes oficiales- de emprendimientos en proceso de liquidación. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

domingo, 15 de enero de 2017

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 287

Bajo relación 

Aguas arriba 


Para los años terminados el 31 de diciembre de 2015 y 2016, la Administración Tributaria logró sortear de forma poco ortodoxa y técnica la gran distorsión que existe en el caso de personas naturales bajo relación de dependencia producto de la terrible metodología empleada para determinar la unidad tributaria y la terrible inflación que ha azotado al país en los últimos años. Dichas medidas fueron tan enredadas e improvisadas, que aún hay que explicarlas en consultas, foros y salones de clase.

Por estos días, estamos en el momento justo para hacer el cálculo del ARI, donde empleados y patronos se encuentran debajo de los reflectores, intentando  tomar decisiones que afecten lo menos posible a los contribuyentes, mientras en simultáneo no se crucifique a los agentes de retención por lo punitivo que se ha convertido el tema tributario, sobre todo para sujetos pasivos especiales.

Ya es hasta innecesario y doloroso describir todo el recorrido en cuanto al cálculo de la unidad tributaria; no obstante, aún peor es describir el peregrinaje del Artículo 31 de la Ley de Impuesto sobre la Renta con todos los dimes y diretes que ha habido entre la Administración Tributaria, el Ejecutivo Nacional, Poder Judicial y la Asamblea Nacional. Cada uno ha puesto algún ingrediente en un todo amorfo y bizarro.

Aguas en el medio

El sistema tributario se ha convertido en algo terriblemente traumático para contribuyentes y asesores, por lo que cada vez se aleja más a lo que en algún momento pudimos soñar. En cierta época sentimos que estábamos en el camino correcto, el cual ya dejamos atrás con por lo acomodaticio y poco técnico que es en la actualidad.

Los sueldos y salarios se encuentran increíblemente rezagados al ser comparados con el costo de la vida, lo que hace aún más preocupante al tener que sumar injustificados cargos tributarios que serán criminalmente sustraídos de los bolsillos de trabajadores ya abiertamente golpeados.

El primer ensayo de esto se vio en el 2015, lo que generó consistentes reclamos de ciertos segmentos industriales del sur oriente del país; esa situación probablemente la volveremos a ver en este primer semestre del 2017, cuando las compañías den cumplimiento literal a la normativa vigente, en aras de evitar males mayores.

Aguas abajo

En dos platos, el Articulo 31 de la Ley de Impuesto sobre la Renta de diciembre de 2015 establece que deberán incluirse todas las remuneraciones que se perciban, excepto viáticos –por no ser una real manifestación de riqueza- y bonos de alimentación –por un tema más social-; además de eso, el Decreto 1.808 es bastante claro en cuanto a la metodología a emplear para el cálculo del porcentaje de retención y por último -y no menos importante-, el Código Orgánico Tributario explaya todo el régimen sancionatorio al que estarán expuestos los patronos que quieran hacer el bien a sus colaboradores.

Justamente en este momento, debemos agregar que se acaba de anunciar un  nuevo aumento del salario mínimo –Bs40.638-, el cual tendrá desde ya efectos en la estimación del ARI, por lo que parte de dicho incremento automáticamente pasará a manos del Estado más obrero de nuestra historia y por supuesto al incremento de las estructuras de costos de todos los negocios del país, quienes aún no saben con qué color dibujaran el presupuesto del año. A todo esto, súmele una Administración Tributaria que es arte y parte, pero que se encuentra constantemente divorciada de los principios tributarios que tanto estudiamos en las aulas y que hoy en día defendemos con las ideas.


Todavía vale la pena soñar con un sistema tributario más justo, que se comporte como un subsistema coherente de la Administración Financiera del Estado y no como inhibidor de inversiones, seguridad jurídica y prosperidad para todos los ciudadanos venezolanos. De igual forma, aun soñamos con un gobierno que ataque los problemas y no a los que tratan de colocar soluciones sobre la mesa. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

domingo, 8 de enero de 2017

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 286

Petróleo

Aguas arriba


La tendencia mundial es cada vez más compleja. Los miembros de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y algunos otros no incluidos en dicha institución intergubernamental insisten en el hecho de que el precio del crudo no satisface las necesidades de sus jurisdicciones -o de intereses particulares-, esto hace que se beneficien unos en detrimento de  otros, llámese clientes. Esto ha originado intensos debates, considerando que pareciese que son realizados con el único fin de generar mayor beneficios en dicho sector de la economía, que además tiene un inminente impacto en el resto.

Esto, sin duda alguna satisface el hecho de que muchos de los países petroleros son coincidencialmente altamente ineficientes en la extracción, procesamiento y comercialización del producto que producen -prácticamente como único bien transable- y además con altos niveles de corrupción, convirtiéndose en una combinación bastante explosiva. Desafortunadamente, ambas variables se han unido y en otros casos unas han alentado forzosamente las otras.

Por otro lado, países no productores coinciden en el hecho de que el precio del petróleo afecta sensiblemente el presupuesto de sus estados y habitantes, dado que el combustible perturba gran parte de las cadenas productivas, en un mundo que aún se encuentra haciendo ensayos por masificar la producción de energía no asociada al oro negro, con lo cual, se acabaría uno de los negocios más antiguos de la era moderna.

Aguas en el medio

Presenciar estos momentos de la historia es altamente interesante y al mismo tiempo perturbador, considerando que el precio del petróleo no ha servido en la mayoría de los casos para generar prosperidad, por el hecho de estar en manos poco interesadas en sembrar los beneficios en la creación de obras, infraestructura e instituciones que persigan forjar más prosperidad y genuina independencia económica.

Obviamente, ciertas excepciones aplican, y vemos como en pocos años se han convertido en potencias mundiales, incluso con gobiernos altamente proteccionistas, proporcionando con ello condiciones excepcionales a sus nacionales. Parece tarea sencilla, dado que el petróleo en sí mismo tiene una arquitectura comercial que puede fomentar importantes efectos multiplicadores en la economía de cualquier país.

Aguas abajo

A partir del pasado primero de enero de 2017, los países OPEP -y otros externos- decidieron reducir un millón setecientos cincuenta y ocho mil barriles diarios de producción, con el objetivo de brindar estabilidad al mercado y con ello fomentar la recuperación del precio. Esto suena algo extraño, dado que al disminuir la producción, se paralizan servicios y proyectos, lo que en muchas ocasiones tiene incidencia en el empleo de calidad, en un sector altamente especializado.

Algunos especialistas consideran que dicha disminución podrá incrementar el precio entre unos diez y quince dólares durante el tiempo que dure la medida, lo que sin duda alguna tendrá una incidencia significativa en los mercados. Con esta medida, teóricamente se pudiese garantizar la reposición de las inversiones que se hacen en este sector, dando sustentabilidad y promoviendo que más empresas se unen a la forma más tradicional de obtención de combustible para el mundo, mientras se afinan medios alternos más ecológicos.


Es increíble recordad que hace tan solo cuatro años, el precio del petróleo llegó a superar los cien dólares por barril, situación que beneficio a los países productores, puso contra la pared a los consumidores y dejo muy poco a los pueblos. Con este plan, Venezuela reducirá aproximadamente noventa y cinco mil barriles diarios. A todo esto, debemos sumarle que para efectos del presupuesto nacional 2017, el precio fue estimado en treinta dólares el barril, por lo que ya hoy existe una diferencia de veinte dólares que deberá ser bien ejecutado por parte de la Administración Pública, en beneficio de todos los ciudadanos, si la conciencia y el buen obrar se los permite. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

domingo, 1 de enero de 2017

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 285

Año en puerta

Aguas arriba


Una de las grandes preocupaciones del 2017 estará asociada a cómo generar ingresos de forma consistente en un ambiente de escasez y severa recesión económica, considerando que la masa de empresarios deberá optar por disminuir costos y no por segmentar o especializarse en sus productos, cuando todo está en plena efervescencia tecnológica, y provoca salir y comerse el mundo de un bocado.
De igual forma, un mercado donde los bienes disponibles son sustancialmente inferiores a la demanda, se propicia la producción en masa de ítemes de baja calidad, dado que sin importar el esmero del fabricante o prestador de servicios, el mismo será consumido hasta el nivel de producción instalada.
Siendo así, y con una inflación que pudiese llegar tan alto como sea posible, generará forzosamente que el trabajador siga siendo el eslabón más débil de esta operación matemática. No hace falta mirar muy hacia adelante para entender esto, solo basta con mirar al 2016 con ojo crítico y ver que hoy más que nunca se necesita la elevación del entendimiento de los habitantes, para que finalmente nos convirtamos en ciudadanos y logremos impulsar juntos mejoras tangibles que puedan propiciar tiempos mejores en al menos un par de años.
Una de los grandes retos para el venezolano de hoy, será poder ser creativo y tan formal como sea posible, cuando existe una fuerte desesperanza en una época del año que particularmente genera un estado de alegría prácticamente generalizada.

Aguas en el medio

Los sucesos de los últimos años son dignos de estudio objetivo, dado que proporcionarán una data clave para poder entender la idiosincrasia del local ante las situaciones que se han dado en las últimas décadas. Se pudiese decir que algunos sufren el síndrome de Estocolmo, otro tantos viven en una burbuja incomprensible, un segmento –no reprochable- tomaron otros caminos y algunos están comiendo flores esperando que vengan tiempos mejores.
Es difícil decir que se está en uno, algunos o todos los escenarios previamente descritos, dado que pareciese que incluso esto ha afectado nuestra psiquis como habitantes, ciudadanos y nación.
Justamente, para efectos de esta publicación es primero de enero de 2017 y de seguro estoy que muchos sueñan con que este será  el momento preciso para cambiar sus vidas, cosa que es parcialmente incierto, dado que humanamente buscamos un tiempo y un espacio para plantearnos cosas que pudimos hacer en el hoy y en el ahora sin mayor dilema existencial.
Lo cierto es que el hoy y ahora nos invita a ser mejores ciudadanos y a trabajar tan fuerte como si estuviésemos viviendo en Doral o en Panamá City, estudiar tan fuerte como si estuviésemos en una Universidad en Madrid y a ser tan buenas personas como si tuviésemos frente a Scotland Yard en pleno.

Aguas abajo

Siempre me ha llamado la atención el hecho de que muchas personas trabajan a medio camino porque éste no es su trabajo ideal, estudian sin ánimos porque  realmente no querían estudiar la carrera donde están y en general viven como si estuviesen esperando algo siempre mejor, que lamentablemente quizás nunca llegue.
En momentos así, se me hace interesante hacer un juego de imaginación y pensar que sería increíble que cada venezolano haga, diga y aplique lo correcto y propiciemos condiciones que nos haga sentir finalmente felices y orgullosos de nuestro gentilicio y no hacerlo solamente porque no nos queda de otra y ¡qué más vamos a hacer!

Para ello, necesariamente se necesita el concurso de muchos personajes: Estado, trabajadores, estudiantes, academia, amas de casa, empresarios, nacionales, extranjeros, y en general todo aquel que haga vida en el país, sin importar si es blanco, verde, amarillo, rojo o rosado. La clave será en poder hacer pequeñas cosas que invite a que este primer día nos lleve a algo mejor de lo que se ha visto hasta ahora y con ello finalmente decir que somos venezolanos y no sentir una cara arrugada y un “pobre gente” de seguido, cuando decimos nuestra procedencia. Ya es suficiente de este secuestro programado y con un proceso de negociación y rescate que duró más de la cuenta. Hasta la próxima entrega http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/ @wlagc