De los proyectos empresariales se debe cuidar cada detalle
para poder lograr la tan ansiada
sustentabilidad, lo que en sí mismo conlleva a
ser económica, social y ecológicamente activos y con resultados positivos y
tangibles en pro de accionistas, trabajadores, entidades gubernamentales y
todas sus áreas de afectación. No obstante a lo anterior, hay ciertos aspectos
que deben ser cuidados con mayor detalle, dado que ellos serán las bases que cimentarán
el tan ansiado crecimiento y desarrollo ante cualquier contexto.
Lo primero es su producto
y/o servicio, el cual debe ser especial y relevante para el público al que
va dirigido; debe cuidar cada detalle satisfaciendo la necesidad que tenga el
mercado, demostrando que su razón de ser está más que justificada. Si el producto
y/o servicio falla, su primer trabajo será el de diseñar, probar y ejecutar lo
que sus clientes están esperando, apoyándose en los esquemas y estrategias que
la actualidad coloca sobre la mesa, en favor de empresarios comprometidos.
Por otro lado, el talento
humano es uno de los puntos clave en cualquier organización. Las personas dan
la cara a otras personas; en función a ello, organizacionalmente siempre se
cometerán errores, dado que entre seres humanos lo que sobran son escollos que
deben ser resueltos de forma satisfactoria para todas las partes. Mirar al
talento humano es un trabajo de todos los días, la clave será que usted
identifique, desarrolla y mantenga a los que compartan su visión y misión como
empresa; ellos serán los que en el futuro darán longevidad y profundidad a su
proyecto.
Los procesos deben
ser formales, coherentes y precisos; trabajar de forma sistémica permite poder
ser agiles, mientras que en simultaneo se disminuyen significativamente los
costos. En los negocios, es sumamente importante que cada quien conozca el rol
que le corresponde, las tareas que debe ejecutar y la predicción del resultado
final que se espera del talento humano o de algún proceso mecánico. De lo
contrario, la anarquía será la que imponga la agenda. Puede que la informalidad
funcione en negocios muy pequeños; no obstante, esto propone una fecha cierta
de caducidad para cualquier negocio que piense trascender.
Por último, pero no menos importante, la responsabilidad
social debe estar en la agenda de toda entidad, más allá de que esto pueda ser
considerado en algunos países como una obligación gubernamental e incluso como
parte de indicadores mundiales relacionados con el tema. El poder involucrarse
a otros niveles con las áreas de afectación y con los familiares de los
empleados generará una imagen armónica y marcará un propósito empresarial no
circunscrito solo al dinero. Verá como accionistas y empleados se sentirán
mucho mejor al ser activos en sus entornos.
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