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Opinión



viernes, 13 de abril de 2018

Ensayo crítico de la metodología para el análisis y formulación de políticas públicas


            Presentado por:
Wladimir GARCÍA CASTRO
Audines MILANO AGNES
Alba SCOTTO CABRICES

Introducción:

Pese a la complejidad en el terreno teórico, es en lo pragmático donde podemos considerar que en Venezuela, la práctica de la política es asunto de corto plazo, donde resolver lo inmediato es lo imperativo, entenderla y practicarla, simplemente la ausencia en la práctica de análisis, métodos y estructura en la formulación de las política han generado un conjunto de resultados que no son, para muchos coherentes con beneficios o resultados socialmente aceptables.
Nuestro Sistema Político Venezolano no es una herencia de un conjunto de errores del pasado; este es un visión nueva que contradice lo bueno y lo malo del pasado, las visiones de los problemas sociales, de la gestión política y de sistematización, propuesta y evaluación de políticas públicas, no se ajustan a lo tradicional, lo que no quiere decir que sea incorrecto; es solo que contradicen muchos paradigmas tradicionales de hacer política, y políticas públicas  de actores y grupos de poder participantes y visiones. De esta manera se tejieron redes complejas que solo favorecen a grupos de poder, mientras la mayoría se (mal) acostumbró a la perversa normalidad de la ausencia de resultados efectivos.
El en manual para el análisis de políticas de Bardach (1998) como una actividad política (politics) y social y representa una responsabilidad moral e intelectual, por tal motivo propone un método que desarrolló después de veinte años de impartir cursos de análisis de políticas en la Universidad de California, Berkeley; de donde surgieron los siguientes ocho pasos:
1. Definición del Problema.
2. Obtención de información.
3. Construcción de alternativas.
4. Selección de criterios.
5. Proyección de los resultados.
6. Confrontación de costos y beneficios.
7. ¡Decida!
8. ¡Cuente su historia!                                
                                                                             
El respecto los autores hacemos algunas consideraciones:

I La importancia de definir claramente el problema y las demandas sociales
Si el problema o la demanda está bien identificado y es relevante si se puede hacer algo para resolverlo o mitigarlo”
Las Políticas Publicas “PP” son las respuestas que el Estado da a las demandas de la sociedad, en forma de normas, instituciones, prestaciones, bienes y servicios. La Política Publica es el conjunto coherente de principios, objetivos, estrategias y planes de acción que identifican, comprenden y abordan las problemáticas de una sociedad; tanto económicas, políticas, sociales, culturales y ambientales; como también las realidades de una población, con el fin de darles solución o mejorar las condiciones de vida. Por tanto toda política pública arranca a partir de la concentración de que existe un problema de carácter social sobre el cual “la propia interacción social no acaba de resolverlo” y por lo tanto se exige la participación y la implicación de los poderes públicos y por eso se habla de una política pública. Un ámbito central en cualquier digamos proceso de análisis de gestión de políticas públicas es la definición de un problema por qué eso es un problema y nos obliga a actuar. El problema que se percibe es quien es el interlocutor entre el problema (diagnostico) y el que propone la PP. Por ende se podría afirmar que una política pública es una oportunidad de mejora a una situación denominada problemática, y calificado como tal por las fuerzas del contexto.
Las implicaciones del planteamiento de un problema de carácter público o de la lectura de la demanda de la sociedad envuelven dos vertientes claras, muchos de los políticos que entienden, pero que la sociedad no sabe asimilar. Por un lado tenemos que al pasar de una situación “A” que entendemos que es problemática; sin entrar en las distintas consideraciones de lo que se considera problemática, la hipótesis es que aplicando una política pública a una situación “B” que debería ser mejor a la que estábamos.
Esto no quiere decir que la nueva situación haya resuelto todos los problemas sino que es una situación que debería  incrementalmente ser mejor que la anterior. A estos se debe hacer consideraciones importantes: a) la situación problemática siempre va estar mutando, evolucionando y por ende también las políticas públicas para su solución, B) Los gobiernos deben a través de sus políticas buscar no solo la solución de los problemas de la sociedad sino que los resultados deben convencer a los grupos de poder  y c) Los gobiernos deben entender y aceptar cada política es en sí mismo generadores de problemas a ciertos grupos sociales.
Por lo tanto nunca resolvemos del todo los problemas. Los problemas se desplazan, se mueven y las políticas de alguna manera van siguiendo esas estelas.
Pero con esto podremos realmente plantear una política, definidas en el marco de una verdadera demanda social
Por otro lado destacan elemento de valores, social, política, religiosa no solo a la definición de las políticas sino a la interpretación de las problemáticas  incorporando al análisis un elemento de carácter normativo.
Este es el arranque del problema, (Podestá, 2010) es lo que hace que se actué, lo obliga a pensar que podría mejorar eso es porque esto ofende o afecta a nuestros sistema valores.  No solo por exista un manifiesto de una sociedad, es porque somos parte de esa sociedad. La construcción de una política obliga a ver cuáles son los recursos de que dispongo, las capacidades de que se dispone mis Aliados dispongo y los actores en contra con los que puedo y tengo que negociar; todos estos elementos están inmersos en la identificación y definición del problema.
Opinión por Audines Daniel Milano
La identificación del problema según la metodología de Bardach representa en inicio de la generación de una serie de pasosa, no estándar, ya que dependen de factores, personales, del contexto, tipo de sociedad y unos tanto otros; pero aun representa una propuesta sistematizada y coherente para el análisis y propuestas de las PP
En el mundo se suele confundir necesidades y problemas sociales con lo que los políticos quieren; el sistema de Bardcha, delimita perfectamente este, aunque la correcta aplicación dependerá de la profundidad del analista, de la disponibilidad de la información y de visión de los grupos proponentes.  No hay garantía de un método, no existe éxito para la satisfacción total de las demandas sociales, prevalecen los métodos, los cuales son variados, el que aquí presentamos es solo uno.

 II. El análisis de políticas se refiere al futuro                                                
Al menos tres pasos del método de Bardach están vinculados esencialmente con la idea de futuro. Ellos son: el paso 3, construcción de alternativas; el paso 4, selección de criterios; y el paso 5, proyección de resultados. Vale recordar que estos pasos no necesariamente se aplican de manera secuencial, pero si debe hacerse de manera reiterativa, lo que él llama repetir y repetir, hasta encontrar la mejor alternativa de política.
Las alternativas para Bardach (1998) son opciones de política, cursos de acción, estrategias de intervención para solucionar un problema (p. 31). Para su construcción recomienda hacer una lista considerando las propuestas que han hecho o podrían hacer actores clave, las alternativas que pueden ser mejores a las ya propuestas e incluso la posibilidad de no hacer algo. Al respecto, Kauffer (2002) señala que no intervenir y dejar que la situación problema siga su curso de acción constituye también una política.   
El paso 4 hace referencia a la selección de criterios para analizar las alternativas. He aquí el carácter innovador de Bardach, cuando establece que los criterios se aplican considerando las posibles consecuencias que cada alternativa tiene. Los criterios son de carácter analítico y de carácter evaluativo. En el primer caso se remiten a los hechos y sus efectos y en el segundo a la bondad de los resultados de la política. Adicionalmente Bardach (1998) señala que existen criterios prácticos que deben aplicarse al proceso mismo de definición e implantación de la política para alcanzar su viabilidad considerando la diversidad de actores e intereses; ellos son: legalidad, viabilidad política, solidez en condiciones de implementación administrativa y perfectibilidad (p. 43).
La mejor alternativa será aquella que produzca los mejores efectos. Por tanto, al analizar y presentar las opciones o cursos de acción no basta con el enunciado sino que debe incluirse los resultados que se estima tendrá en el futuro. Precisamente el paso 5, la proyección de resultados,  es en opinión de Bardach el más difícil pues supone inferir las posibles consecuencias de las decisiones. Y la proyección debe hacerse en términos de dirección y de magnitud. Dos estrategias pueden aplicarse para apoyar el análisis cuando no se dispone de amplia y convincente información de lo que puede ocurrir en el futuro con una alternativa que se seleccione. La primera es buscar datos acerca de políticas similares que hayan sido aplicadas en el pasado o estén siendo aplicadas en el presente en otros lugares. La segunda es analizar posibles escenarios adversos, es decir, pensar en efectos secundarios no deseados que puedan ser anticiparles.
Opinión Alba Scotto CI 8.943.251
El método de Bardach representa una propuesta innovadora con respecto a la manera tradicional de establecer las políticas. En América latina se observa que la selección de los cursos de acción se realiza en función de complacer intereses particulares de grupos de poder, sin definir criterios analíticos o evaluativos que posibiliten tomar una decisión relativamente adecuada. Y es que una política se establece para resolver un problema, para generar un nuevo estado de cosas, de un presente que no satisface a un futuro deseado.  En ese sentido, saber identificar las demandas sociales y estudiar los problemas prioritarios a partir de la búsqueda de la mayor cantidad de información disponible es una tarea fundamental. Aunado a ello es conveniente el uso de técnicas prospectivas (Medina, Becerra y Castaño, 2014), lo cual contribuirá a la evaluación de las alternativas de solución a partir de los resultados proyectados, paso fundamental en la metodología de Bardach.  Por otra parte, como la política se establece en un contexto de múltiples actores con diversos intereses, es importante también su participación para procurar la eficiencia, es decir, que se maximice el bienestar de las personas tomando en cuenta su propia perspectiva de lo que ello significa.
III   Medición de los resultados y su aporte a la decisión
Las políticas públicas deben tender, de forma sine qua non, a ser viables, justas y eficientes. Si alguno de estos elementos no se cumplen, las mismas pueden terminar siendo estériles y por consiguiente innecesarias. Debe quedar claro que el norte principal será atender a subgrupos que pueden estar o no alineados a la política en cuestión, pero que en general esperan intrínsecamente sean de corte positivo para dicho colectivo; de allí que de la problemática nacerá la necesidad de ejecutar acciones que deberán generar beneficios futuros comunes.
Indudablemente, al evaluar tentativas políticas públicas existe una alta carga moral por el impacto que generarían las mismas, y los efectos colaterales en su aplicación. Los resultados, pueden ser variopintos, dado que siempre pueden ser falibles las estimaciones que se hagan al momento de visualizar efectos futuros con elementos endógenos y exógenos que formarán parte de cada ecuación como un todo. Bardach (1998, p. 49) considera que el realismo tiende a ser incomodo, por lo que el optimismo termina siendo uno de los factores más dañinos en la evaluación de una política pública; siendo así, algunos analistas terminan decantándose por opciones con costos asociados de menor cuantía, poniendo énfasis en la relación causa y efecto como elemento disparador. Su posterior medición en pleno será la que terminará dando el veredicto final ante cada situación que se presente.
Como puede visualizarse, la métrica es fundamental, considerando que no es suficiente decir lo que se pretende lograr con la política pública, sino más bien detallar la cantidad de beneficiarios, el tiempo en el cual se logrará y lo longeva de la acción en favor de los grupos de afectación, teniendo siempre en mente los efectos secundarios de la misma, dado que con ello podremos conjugar los escenarios optimistas y pesimistas, que brindarán un escenario intermedio razonable y próximo a la realidad esperada. Es clara la existencia de elementos filosóficos e ideológicos; no obstante, la carencia de indicadores puede abrir la puerta al fracaso inminente, al menos desde una visión objetiva y formal.
Luego de todo un ejercicio estimativo, la medición en pleno persigue analizar el costo versus el beneficio obtenido, atendiendo con ello a la identificación del predominio. Esto no es más que demostrar que los subgrupos políticos fueron atendidos en su problemática de forma total o parcial en los términos proyectados, lo que a su vez podría generar la necesidad de evaluar nuevas políticas públicas. La presente situación pudiese ser vista como una simple transacción comercial, donde una parte oferta y la otra demanda, encargándose el mercado de regular todos los elementos que confluyen; no obstante, en materia gubernamental, esta visión sería vista como simplista, dado que no incluiría otros elementos sociales, políticos, económicos, étnicos, raciales y de cualquier otra índole, con significativa relevancia para los grupos afectados. El mayor obstáculo radica cuando su medición es impráctica o de imposible ejecución, lo que generará la búsqueda de indicadores que al menos coloquen sobre la mesa el mínimo aceptable. Para algunos, la política pública es más que un número, para otros tantos, es un tema de gestión y eficiencia que deben ser medidos y valorados.
Aun así, la cuantificación del hoy, mantendrá una incertidumbre razonable de lo que será el futuro, por lo que será fundamental el monitoreo constante, a fin de determinar los puntos de inflexión que serán comparados con las proyecciones determinadas en la fase de evaluación, determinando con ello los hitos que hacen entender que la política sigue siendo efectiva, o  si por el contrario no está generando el efecto esperado. Sin duda alguna, todo esto demuestra que las políticas públicas están compuestas por elementos cíclicos y repetitivos en el tiempo, que de una u otra forma van dando cabida a nuevas oportunidades de mejora que van ganando o perdiendo valor con el pasar de los años.
Opinión sustentada por: Wladimir García
De acuerdo al Curso Internacional de “Políticas Públicas: formulación y evaluación” preparado por la CEPAL, las políticas públicas son parte fundamental del quehacer de los gobiernos y por ende su razón de existencia; estás deben estar orientadas a garantizar el desarrollo de las naciones por medio de la formulación e implementación de estrategias gubernamentales. Todo ello debe estar dirigido a administrar recursos de forma eficaz, con elementos mínimos de burocracia, altos niveles de transparencia, detallada rendición de cuentas y cumplimiento fiel de la normativa legal vigente.
Uno de los elementos más valorados, están asociados al hecho de que los Estados deben estar conciencies de la participación de los ciudadanos en la evaluación de la calidad, cantidad y oportunidad de los bienes y servicios a ser gestionados y administrados por los gobiernos (en función al pacto social suscrito con la sociedad civil), lo que inminentemente deberá arrojar como resultado la legitimación política de los funcionarios públicos a cargo de las instituciones o la disposición constitucional de sus cargos en beneficio de personas más calificadas para tales fines.
Siendo así, la evaluación del desempeño de las políticas públicas es la pieza central del análisis desde la perspectiva ciudadana, mientras que la eficiencia, eficacia y transparencia debe ser el norte del Estado a través de las políticas que instrumente. Si ambas líneas se entrecruzan de forma positiva, estaremos frente a una sociedad que funcionará de forma razonable y armónica en favor de todos y cada uno de los subgrupos políticos que hacen vida en cualquier nación con un sistema político estable y orientado al logro.
REFERENCIAS
Bardach, E. (1998) Los ocho pasos para el análisis de Políticas Públicas. Un manual para la práctica. México: CIDE
Kauffer, E. (2002). Las políticas públicas: algunos apuntes generales. Ecofronteras. 16: 2-5.Recuperado de http://revistas.ecosur.mx/ecofronteras/index.php/eco/article/view/465/463
Medina, J.; Becerra, S. y Castaño, P. (2014) Prospectiva y política pública para el cambio estructural en América Latina y el Caribe. Libros de la CEPAL, N° 129. Santiago de Chile: CEPAL. Recuperado de http://www20.iadb.org/intal/catalogo/PE/2014/14787.pdf


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