En
1999, Tom Peters dio los primeros pasos en el camino de proponer el término
“marca personal”
como un elemento que debía ser considerado fundamental, en pro
de propiciar el ansiado crecimiento de generaciones interesadas en ser
mediáticas (aun cuando eso necesariamente no sea ser útiles) y con ello
maximizar beneficios en primera instancia personales.
Con
ello nace un deseo interesante por ser influenciador, coach, entrenador,
entretenedor de masas o sencillamente profesional de “alto rendimiento”, si ese
término pudiese aplicarse de forma objetiva.
Con
el correr del tiempo, Dan Schawbel incluye tendencias 2.0 como otro
ingrediente; con ello se propicia un medio para poner sobre la mesa todas esas
habilidades “blandas” que desean ser ofrecidas en favor de otros y
evidentemente en beneficio de quien crea su marca, a partir del tan complejo
elemento diferenciador.
Mucho
se ha escrito sobre el tema; no obstante, pareciese que existen al menos nueve
elementos que deben ser considerados, para así alcanzar el tan ansiado
objetivo.
Sea auténtico; lo peor que puede hacer, es
convertirse en la copia de alguien más. Tener un acento parecido a alguien,
utilizar palabras que ya son signo de identidad de otros o sencillamente
utilizar algún elemento con el que muchos ya se identifiquen rápidamente, hará
que la gente sienta inmediato rechazo por su labor. Encuentre su propio camino
y estoy seguro que la gente alrededor lo notará.
Cultive
la confianza en sí mismo.
Indudablemente, esto se va logrando con el tiempo; sin embargo, si usted no
cree su propio mensaje, nadie lo hará. Lo primero que debe hacer es mirarse al
espejo y convencerse.
Siéntese
y diseñe un plan. No basta con tener
algo de carisma, es fundamental que esté preparado o al menos muy bien
asesorado. La primera vez puede que tenga un golpe de suerte, pero luego las
estadísticas puedes ir en su contra, su público notará que algo falta.
Aplique
elementos que lo diferencie de otros.
Si va a hacer algo, luche por agregar valor en favor de su audiencia; no siga
tendencias que solo lo dejaran en una posición desventajosa.
Tenga
en cuenta de que hay parte de la audiencia que es visual, otra que es auditiva
y la de al lado que es kinestésica; dele
material a todos los gustos.
Aprenda
y desarrolle sus conocimientos. La
información es ilimitada, por lo que su deseo de preparación debe ir en esa
misma línea. Si no se prepara, pronto será reemplazable.
Tenga
un esquema que tienda a crear elementos con longevidad.
Las modas pasan, la calidad siempre se reconoce.
Haga
sentir a su audiencia, ese sentimiento de que el estar con usted es positivo y provechoso. Cuide lo que hace, lo que come y lo que respira. Cada
cosa es parte del todo.
Tenga
un propósito; no se levante en la
mañana y piense ser una estrella de los medios. Entienda que todos tenemos
derecho a ser felices y a hacer el bien para otros. No basta con ser atractivo
o atractiva, ni con hablar o escribir bonito. Debe haber mucho más; algunos lo
llaman substancia sobre forma.
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