Presentado por:
Wladimir GARCÍA
CASTRO
Audines MILANO
AGNES
Alba SCOTTO
CABRICES
Introducción:
Pese a la
complejidad en el terreno teórico, es en lo pragmático donde podemos considerar
que en Venezuela, la práctica de la política es asunto de corto plazo, donde
resolver lo inmediato es lo imperativo, entenderla y practicarla, simplemente
la ausencia en la práctica de análisis, métodos y estructura en la formulación
de las política han generado un conjunto de resultados que no son, para muchos
coherentes con beneficios o resultados socialmente aceptables.
Nuestro
Sistema Político Venezolano no es una herencia de un conjunto de errores del pasado;
este es un visión nueva que contradice lo bueno y lo malo del pasado, las
visiones de los problemas sociales, de la gestión política y de
sistematización, propuesta y evaluación de políticas públicas, no se ajustan a
lo tradicional, lo que no quiere decir que sea incorrecto; es solo que
contradicen muchos paradigmas tradicionales de hacer política, y políticas
públicas de actores y grupos de poder
participantes y visiones. De esta manera se tejieron redes complejas que solo favorecen
a grupos de poder, mientras la mayoría se (mal) acostumbró a la perversa normalidad
de la ausencia de resultados efectivos.
El en
manual para el análisis de políticas de Bardach (1998) como una actividad
política (politics) y social y representa una responsabilidad moral e
intelectual, por tal motivo propone un método que desarrolló después de veinte
años de impartir cursos de análisis de políticas en la Universidad de
California, Berkeley; de donde surgieron los siguientes ocho pasos:
1. Definición del Problema.
2. Obtención de información.
3. Construcción de alternativas.
4. Selección de criterios.
5. Proyección de los resultados.
6. Confrontación de costos y beneficios.
7. ¡Decida!
8. ¡Cuente
su historia!
El respecto los autores hacemos
algunas consideraciones:
I La importancia de definir claramente
el problema y las demandas sociales
Si
el problema o la demanda está bien identificado y es relevante si se puede
hacer algo para resolverlo o mitigarlo”
Las
Políticas Publicas “PP” son las respuestas que el Estado da a las demandas de
la sociedad, en forma de normas, instituciones, prestaciones, bienes y
servicios. La Política Publica es el conjunto coherente de principios,
objetivos, estrategias y planes de acción que identifican, comprenden y abordan
las problemáticas de una sociedad; tanto económicas, políticas, sociales,
culturales y ambientales; como también las realidades de una población, con el
fin de darles solución o mejorar las condiciones de vida. Por tanto toda
política pública arranca a partir de la concentración de que existe un problema
de carácter social sobre el cual “la propia interacción social no acaba de
resolverlo” y por lo tanto se exige la participación y la implicación de los
poderes públicos y por eso se habla de una política pública. Un ámbito central
en cualquier digamos proceso de análisis de gestión de políticas públicas es la
definición de un problema por qué eso es un problema y nos obliga a actuar. El
problema que se percibe es quien es el interlocutor entre el problema
(diagnostico) y el que propone la PP. Por ende se podría afirmar que una
política pública es una oportunidad de mejora a una situación denominada
problemática, y calificado como tal por las fuerzas del contexto.
Las
implicaciones del planteamiento de un problema de carácter público o de la
lectura de la demanda de la sociedad envuelven dos vertientes claras, muchos de
los políticos que entienden, pero que la sociedad no sabe asimilar. Por un lado
tenemos que al pasar de una situación “A” que entendemos que es problemática;
sin entrar en las distintas consideraciones de lo que se considera
problemática, la hipótesis es que aplicando una política pública a una
situación “B” que debería ser mejor a la que estábamos.
Esto
no quiere decir que la nueva situación haya resuelto todos los problemas sino
que es una situación que debería
incrementalmente ser mejor que la anterior. A estos se debe hacer
consideraciones importantes: a) la situación problemática siempre va estar
mutando, evolucionando y por ende también las políticas públicas para su
solución, B) Los gobiernos deben a través de sus políticas buscar no solo la
solución de los problemas de la sociedad sino que los resultados deben
convencer a los grupos de poder y c) Los
gobiernos deben entender y aceptar cada política es en sí mismo generadores de
problemas a ciertos grupos sociales.
Por
lo tanto nunca resolvemos del todo los problemas. Los problemas se desplazan,
se mueven y las políticas de alguna manera van siguiendo esas estelas.
Pero
con esto podremos realmente plantear una política, definidas en el marco de una
verdadera demanda social
Por
otro lado destacan elemento de valores, social, política, religiosa no solo a
la definición de las políticas sino a la interpretación de las problemáticas incorporando al análisis un elemento de
carácter normativo.
Este
es el arranque del problema, (Podestá, 2010) es lo que hace que se actué, lo
obliga a pensar que podría mejorar eso es porque esto ofende o afecta a
nuestros sistema valores. No solo por
exista un manifiesto de una sociedad, es porque somos parte de esa sociedad. La
construcción de una política obliga a ver cuáles son los recursos de que
dispongo, las capacidades de que se dispone mis Aliados dispongo y los actores
en contra con los que puedo y tengo que negociar; todos estos elementos están
inmersos en la identificación y definición del problema.
Opinión por Audines Daniel
Milano
La
identificación del problema según la metodología de Bardach representa en
inicio de la generación de una serie de pasosa, no estándar, ya que dependen de
factores, personales, del contexto, tipo de sociedad y unos tanto otros; pero
aun representa una propuesta sistematizada y coherente para el análisis y
propuestas de las PP
En el
mundo se suele confundir necesidades y problemas sociales con lo que los
políticos quieren; el sistema de Bardcha, delimita perfectamente este, aunque
la correcta aplicación dependerá de la profundidad del analista, de la
disponibilidad de la información y de visión de los grupos proponentes. No hay garantía de un método, no existe éxito
para la satisfacción total de las demandas sociales, prevalecen los métodos,
los cuales son variados, el que aquí presentamos es solo uno.
II. El análisis de políticas se refiere al
futuro
Al menos tres
pasos del método de Bardach están vinculados esencialmente con la idea de
futuro. Ellos son: el paso 3, construcción de alternativas; el paso 4,
selección de criterios; y el paso 5, proyección de resultados. Vale recordar
que estos pasos no necesariamente se aplican de manera secuencial, pero si debe
hacerse de manera reiterativa, lo que él llama repetir y repetir, hasta
encontrar la mejor alternativa de política.
Las
alternativas para Bardach (1998) son opciones de política, cursos de acción,
estrategias de intervención para solucionar un problema (p. 31). Para su
construcción recomienda hacer una lista considerando las propuestas que han
hecho o podrían hacer actores clave, las alternativas que pueden ser mejores a
las ya propuestas e incluso la posibilidad de no hacer algo. Al respecto,
Kauffer (2002) señala que no intervenir y dejar que la situación problema siga
su curso de acción constituye también una política.
El paso 4
hace referencia a la selección de criterios para analizar las alternativas. He
aquí el carácter innovador de Bardach, cuando establece que los criterios se
aplican considerando las posibles consecuencias que cada alternativa tiene. Los
criterios son de carácter analítico y de carácter evaluativo. En el primer caso
se remiten a los hechos y sus efectos y en el segundo a la bondad de los
resultados de la política. Adicionalmente Bardach (1998) señala que existen
criterios prácticos que deben aplicarse al proceso mismo de definición e
implantación de la política para alcanzar su viabilidad considerando la
diversidad de actores e intereses; ellos son: legalidad, viabilidad política,
solidez en condiciones de implementación administrativa y perfectibilidad (p.
43).
La mejor
alternativa será aquella que produzca los mejores efectos. Por tanto, al
analizar y presentar las opciones o cursos de acción no basta con el enunciado
sino que debe incluirse los resultados que se estima tendrá en el futuro. Precisamente
el paso 5, la proyección de resultados, es en opinión de Bardach el más difícil pues
supone inferir las posibles consecuencias de las decisiones. Y la proyección
debe hacerse en términos de dirección y de magnitud. Dos estrategias pueden
aplicarse para apoyar el análisis cuando no se dispone de amplia y convincente
información de lo que puede ocurrir en el futuro con una alternativa que se
seleccione. La primera es buscar datos acerca de políticas similares que hayan
sido aplicadas en el pasado o estén siendo aplicadas en el presente en otros
lugares. La segunda es analizar posibles escenarios adversos, es decir, pensar
en efectos secundarios no deseados que puedan ser anticiparles.
Opinión Alba
Scotto CI 8.943.251
El método
de Bardach representa una propuesta innovadora con respecto a la manera
tradicional de establecer las políticas. En América latina se observa que la
selección de los cursos de acción se realiza en función de complacer intereses
particulares de grupos de poder, sin definir criterios analíticos o evaluativos
que posibiliten tomar una decisión relativamente adecuada. Y es que una
política se establece para resolver un problema, para generar un nuevo estado
de cosas, de un presente que no satisface a un futuro deseado. En ese sentido, saber identificar las
demandas sociales y estudiar los problemas prioritarios a partir de la búsqueda
de la mayor cantidad de información disponible es una tarea fundamental. Aunado
a ello es conveniente el uso de técnicas prospectivas (Medina, Becerra y
Castaño, 2014), lo cual contribuirá a la evaluación de las alternativas de
solución a partir de los resultados proyectados, paso fundamental en la
metodología de Bardach. Por otra parte, como
la política se establece en un contexto de múltiples actores con diversos
intereses, es importante también su participación para procurar la eficiencia,
es decir, que se maximice el bienestar de las personas tomando en cuenta su
propia perspectiva de lo que ello significa.
III Medición
de los resultados y su aporte a la decisión
Las
políticas públicas deben tender, de forma sine
qua non, a ser viables, justas y eficientes. Si alguno de estos elementos
no se cumplen, las mismas pueden terminar siendo estériles y por consiguiente
innecesarias. Debe quedar claro que el norte principal será atender a subgrupos
que pueden estar o no alineados a la política en cuestión, pero que en general
esperan intrínsecamente sean de corte positivo para dicho colectivo; de allí
que de la problemática nacerá la necesidad de ejecutar acciones que deberán
generar beneficios futuros comunes.
Indudablemente,
al evaluar tentativas políticas públicas existe una alta carga moral por el
impacto que generarían las mismas, y los efectos colaterales en su aplicación.
Los resultados, pueden ser variopintos, dado que siempre pueden ser falibles
las estimaciones que se hagan al momento de visualizar efectos futuros con
elementos endógenos y exógenos que formarán parte de cada ecuación como un
todo. Bardach (1998, p. 49) considera que el realismo tiende a ser incomodo,
por lo que el optimismo termina siendo uno de los factores más dañinos en la
evaluación de una política pública; siendo así, algunos analistas terminan
decantándose por opciones con costos asociados de menor cuantía, poniendo
énfasis en la relación causa y efecto como elemento disparador. Su posterior
medición en pleno será la que terminará dando el veredicto final ante cada
situación que se presente.
Como puede
visualizarse, la métrica es fundamental, considerando que no es suficiente
decir lo que se pretende lograr con la política pública, sino más bien detallar
la cantidad de beneficiarios, el tiempo en el cual se logrará y lo longeva de
la acción en favor de los grupos de afectación, teniendo siempre en mente los
efectos secundarios de la misma, dado que con ello podremos conjugar los
escenarios optimistas y pesimistas, que brindarán un escenario intermedio
razonable y próximo a la realidad esperada. Es clara la existencia de elementos
filosóficos e ideológicos; no obstante, la carencia de indicadores puede abrir
la puerta al fracaso inminente, al menos desde una visión objetiva y formal.
Luego de
todo un ejercicio estimativo, la medición en pleno persigue analizar el costo
versus el beneficio obtenido, atendiendo con ello a la identificación del
predominio. Esto no es más que demostrar que los subgrupos políticos fueron
atendidos en su problemática de forma total o parcial en los términos
proyectados, lo que a su vez podría generar la necesidad de evaluar nuevas
políticas públicas. La presente situación pudiese ser vista como una simple
transacción comercial, donde una parte oferta y la otra demanda, encargándose
el mercado de regular todos los elementos que confluyen; no obstante, en
materia gubernamental, esta visión sería vista como simplista, dado que no
incluiría otros elementos sociales, políticos, económicos, étnicos, raciales y
de cualquier otra índole, con significativa relevancia para los grupos
afectados. El mayor obstáculo radica cuando su medición es impráctica o de
imposible ejecución, lo que generará la búsqueda de indicadores que al menos
coloquen sobre la mesa el mínimo aceptable. Para algunos, la política pública
es más que un número, para otros tantos, es un tema de gestión y eficiencia que
deben ser medidos y valorados.
Aun así,
la cuantificación del hoy, mantendrá una incertidumbre razonable de lo que será
el futuro, por lo que será fundamental el monitoreo constante, a fin de
determinar los puntos de inflexión que serán comparados con las proyecciones
determinadas en la fase de evaluación, determinando con ello los hitos que
hacen entender que la política sigue siendo efectiva, o si por el contrario no está generando el
efecto esperado. Sin duda alguna, todo esto demuestra que las políticas públicas
están compuestas por elementos cíclicos y repetitivos en el tiempo, que de una
u otra forma van dando cabida a nuevas oportunidades de mejora que van ganando
o perdiendo valor con el pasar de los años.
Opinión sustentada por: Wladimir
García
De acuerdo
al Curso Internacional de “Políticas Públicas: formulación y evaluación”
preparado por la CEPAL, las políticas públicas son parte fundamental del
quehacer de los gobiernos y por ende su razón de existencia; estás deben estar
orientadas a garantizar el desarrollo de las naciones por medio de la
formulación e implementación de estrategias gubernamentales. Todo ello debe
estar dirigido a administrar recursos de forma eficaz, con elementos mínimos de
burocracia, altos niveles de transparencia, detallada rendición de cuentas y
cumplimiento fiel de la normativa legal vigente.
Uno de los
elementos más valorados, están asociados al hecho de que los Estados deben
estar conciencies de la participación de los ciudadanos en la evaluación de la
calidad, cantidad y oportunidad de los bienes y servicios a ser gestionados y
administrados por los gobiernos (en función al pacto social suscrito con la
sociedad civil), lo que inminentemente deberá arrojar como resultado la
legitimación política de los funcionarios públicos a cargo de las instituciones
o la disposición constitucional de sus cargos en beneficio de personas más
calificadas para tales fines.
Siendo
así, la evaluación del desempeño de las políticas públicas es la pieza central
del análisis desde la perspectiva ciudadana, mientras que la eficiencia,
eficacia y transparencia debe ser el norte del Estado a través de las políticas
que instrumente. Si ambas líneas se entrecruzan de forma positiva, estaremos
frente a una sociedad que funcionará de forma razonable y armónica en favor de
todos y cada uno de los subgrupos políticos que hacen vida en cualquier nación
con un sistema político estable y orientado al logro.
REFERENCIAS
Bardach, E. (1998) Los ocho pasos para el análisis de Políticas Públicas. Un manual para la
práctica. México: CIDE