La asesoría y consultoría empresarial, tal como el resto del
mundo productivo, se enfrenta a un gran
reto de cara a los nuevos esquemas de negocio. Parece claro que las condiciones
cambiaron, por lo que es fundamental la revisión del qué hacemos, cómo lo
hacemos, cuándo lo hacemos y dónde lo hacemos, de forma tal que podamos
mantener emprendimientos de este tipo a flote.
En aras de iniciar la discusión teórica de lo que le depara
el futuro a firmas de contadores, abogados, consultoras de ingeniería y demás
organizaciones donde predomine fundamentalmente la aplicación de conocimiento
sistémico, es claro que se deben tomar algunas medidas de corto, mediano y
largo plazo de forma ordenada y analizadas razonablemente.
De seguido, se enumeran al menos diez acciones que deben
tomarse, con el objetivo de iniciar planes específicos que permitan
sostenibilidad empresarial, en favor de profesionales, empleados y demás
relacionados:
1.
Evaluación del modelo de negocios
El modelo de negocio es conocido como una herramienta
empresarial (incluso previa al plan de
negocios) que permite definir lo que
será ofrecido al mercado. Para algunos autores es el ADN de una entidad, y por
ello que su importancia es clave al momento de entender el qué, el cómo, el
cuándo y el dónde.
No está dirigido exclusivamente a saber cómo ganaremos
dinero; es algo mucho más importante, dado que permite entender como interactuaremos
con clientes, proveedores y cualquier otro relacionado al negocio, dando una
visión sistémica y holística de nuestra propuesta de valor. No es incorrecto
que evaluemos el modelo de negocios, lo que si puede ser terrible, es que debamos
cambiarlo por errores en la planificación.
El mundo de la asesoría y consultoría se fundamenta en la confianza.
Si los clientes no confían en nuestro servicio, difícilmente podrán mantenerse
en el tiempo atado a una firma o empresa de este ramo. La propuesta de valor
debe girar en torno a dar valor, optimizando costos y teniendo al cliente como número uno en la lista.
2.
Identificar los negocios del ramo y apropiarse
de las mejores prácticas
La innovación no es crear cosas desde “cero”. Han pasado
tantos años de historia de la humanidad,
que es muy complejo afirmar que
inventamos algo que nunca nadie más pensó o estudió. Siendo así, es fundamental estar
claro que el “Benchmarking” es clave en estos momentos. Tomar comparadores de productos
y servicios disponibles que sean exitosos, garantizará que no entremos en el
mundo de la improvisación.
Pensar en que nuestra idea es única, brillante y a prueba de
balas, puede ser el inicio del fin de cualquier plan que creamos “innovador”.
En el mundo de la asesoría y consultoría se cuenta con grandes referencias. Las
Big Four (Anteriormente las Big Five, antes del traspiés de Enron) son el mejor
ejemplo de entidades engranadas perfectamente. Su gran limitación será su
tamaño y complejidad.
No debemos irnos a lo enrevesado de sus estructuras, si no
de la manera sistémica como se manejan. No se confunda, el objetivo no será
copiar su modelo de negocios, el trabajo será customizar las cosas útiles que
hacen (son muchas). Sus servicios, su enfoque al cliente, sus procesos, la
manera como investigan y se apropian de nuevos esquemas aplicados en otras
jurisdicciones, como manejan su imagen corporativa y como se muestran ante la audiencia
como especialistas, serán solo algunos de los elementos que debemos considerar.
No quiere decir que iniciaremos una lucha contra ellas, dado
que puede que se reviva la historia bíblica de David contra Goliat, con la
diferencia de que la derrota esta cantada, pero indudablemente si estaremos en
capacidad de iniciar nuestro proceso de “scalling up”.
3.
Generación o apropiación de tecnología
sostenible
No es necesario aplicar grandes recursos para esto. Solo basta
hacer las investigaciones pertinentes e
invertir en lo que simplifique los
procesos. Por ejemplo, el CRM (Customer Relationship Management) es un
excelente método para poder monitorear nuestra relación con clientes y
relacionados.
A través de esta herramienta (que en muchos casos pueden
considerarse aplicaciones limitadas gratis) se logra administrar la base de
datos de los clientes, haciendo una ruta de sus necesidades y formas de
abordarlos en el corto, mediano y largo plazo. Nos proporciona de elementos que
van creciendo con el tiempo y nos permiten estar en la capacidad de
conocerlos cada vez más.
Por ejemplo; si mantuviésemos un CRM actualizado de nuestros
clientes, en este momento pudiésemos enviarles correos masivos con invitaciones
para reuniones, discusiones técnicas, documentos de lectura académica y
cualquier avance que consideráramos de interés. Probablemente, esto haría que
ellos se sientan atendidos incluso en la adversidad.
Otro ejemplo está en el uso de aplicaciones de tiempo de
trabajo. A través de ellas, pudiésemos estar claros del tiempo que incurrimos
en actividades profesionales, en reuniones, estudio, etc., tanto de nosotros, como de nuestros
equipos. Es excelente momento para saber cómo se mueve nuestro negocio minuto a
minuto, y entender finalmente que el tiempo es dinero.
Contar con aplicaciones contables, financieras o de asesoría en general
relacionadas con el negocio en la nube es otro punto que debe ser considerado.
Debemos entender que asesores y consultores deben estar en la capacidad de
conectarse en cualquier sitio y a cualquier hora, con el objetivo de dar
cumplimiento a las obligaciones inherentes a sus clientes. Entendemos que
existen serios problemas de conectividad; sin embargo, esto no impide que
vayamos creando procesos y métodos para avanzar incluso en condiciones
adversas.
4.
Alianzas con clientes, proveedores y demás
elementos de la cadena de valor, que tengan como objetivo disminuir los costos
Crear alianzas no es nada nuevo. En muchas ocasiones no se
logran por vanidad o complejo de superioridad. La verdad es que son sumamente
necesarias. Lo importante es generar condiciones claras entre todas las
partes. Dejarlo por escrito y evitar los puntos ciegos será la misión de todos.
Es claro que los clientes necesitan de nosotros, y nosotros de ellos. Llegar a
acuerdo de pago con condiciones blandas o en especie, son acciones que pudiesen
desencadenar que los negocios no paren. No es momento para cerrarse en el todo
o nada, dado que eso dará oportunidad para que otros más hábiles se apropien de
los muchos o pocos clientes con lo que cuente la firma o consultora.
Conversar con clientes y proveedores de forma honesta y
abierta, generará un clima de mayor transparencia y longevidad.
5.
La universidad como agente de cambio
La universidad, por excelencia es un agente de cambios y generación
de conocimiento. Es momento
de que las firmas y consultoras se acerquen a las
instituciones de educación superior y cierren mancomunidades formales, y por
sobre todo efectivas, con el objetivo de crear. Ya no es necesario hacer notas
de prensa donde se firman acuerdos que no tienen resultados visibles.
Es
momento de generar desde las universidades, en función a las necesidades del
mercado.
Lo primero es que las firmas y consultoras deben saber qué
es lo que necesitan, y con ello hacer solicitudes claras y formales de la
tecnología que se requiere, y la forma como beneficiará a las universidades y a
sus estudiantes.
6.
Planificación estratégica
La planificación estratégica nació en ambientes bélicos.
Puede que este sea el proceso más parecido,
en aras de mantenerse en pie.
El primer paso que se debe dar es la identificación de
Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas. Hacer esto con una visión
objetiva y empezar a construir los planes de acción ante cada situación, dará
luz de las siguientes acciones a tomar en cuenta.
Aun cuando este es un proceso al que debe dedicársele más
tiempo, recuerde que ya inició con un Benchmarking donde se apropió de las
mejores prácticas disponibles. La planificación estratégica le permitirá a su
firma o consultora, generar un plan más
a la medida de sus realidades, considerando que la evaluación del FODA
direccionará su hoy, marcando el camino para el mañana.
7.
Análisis de la estructura organizacional,
incorporando el teletrabajo como mecanismo corriente
Hoy es fundamental entender que la tecnología es el punto
principal. Teniendo esta base, es clave
poder identificar las tareas detalladas
de nuestros equipos de trabajo, y con ello visualizar los tiempos de ejecución,
alcance y resultado.
El teletrabajo llegó para quedarse, siendo así, las empresas
deben considerar ese elemento al momento de firmar un contrato de trabajo por
tiempo determinado o indeterminado con un colaborador. Los trabajadores deben
estar claros que el conocimiento y proactividad son tareas que deben cumplir;
sin embargo, la disposición y disponibilidad para autoregularse serán incluso más
importantes.
No se pueden concebir colaboradores que deban ser
supervisados 24/7. Eso quedó como un recuerdo. Ahora cada tarea debe tener un
tiempo de ejecución y pronóstico de resultado, allí recaerá el valor de cada
quien.
8.
Creación de servicios que puedan mejorar la situación
actual de los clientes
Los servicios tradicionales pueden que sigan vigentes. Otros
tantos no. Pregúntense: ¿Esto es lo que necesita mi cliente? ¿Con este servicio
mejorará su situación organizacional y operativa? ¿Dónde puedo agregar valor
tangible?
Estás y tantas otras preguntas del mismo tenor serán la
clave para reinventarse. Fíjese en sus necesidades como firma o consultora
(Benchmarking, tecnología, planificación estratégica, gestión del talento
humano); puede que muchas de ellas coincidan en las necesidades de sus
clientes. Eso indica que usted debe seguir y profundizar su formación profesional.
9.
Tomar la innovación como tarea de todos los días
Las firmas y consultoras deben estar en constante
movimiento. Evidentemente, la investigación y
desarrollo podrían eventualmente generar
innovación. Entienda que ese es el futuro.
Investigue, promueva el conocimiento, socialícelo y comparta
con sus clientes las distintas formas de mejorar en ambientes adversos. Entienda
que muchos negocios cerraran; no obstante, muchos otros sobrevivirán y otros
tantos nacerán desde las cenizas.
10.
Entender que el mundo cambió/evite ensayar sin
estudio previo
Piense, comparta, discuta, planifique, actúe y controle. No
tiene tiempo de sobra para todas estas fases; no obstante, no entre dentro del
mundo de la improvisación. Es por ello que es muy importante ser sistémico. Dé
el primer paso al Benchamarking, incluya toda la tecnología que pueda y luego
abrace la planificación estratégica como el paso final a un mundo sostenible.