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Opinión



domingo, 26 de marzo de 2017

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 297

De salida

Aguas arriba


Es mejor andar solo que con compañía inconveniente; preferible tener negociaciones cerradas y directas que colegiadas con distintos actores en simultaneo; es preciso embarcarse solo en negociaciones focalizadas y estratégicas; las fronteras tienen que estar tan cerradas como sea necesario y conveniente; no es ideal hacer negocios con entes, personas o naciones incomodas; los grandes con los de su tamaño, y los pequeños en lo propio; la defensa a ultranza de la soberanía es lo principal para el fortalecimiento de las instituciones, así eso incomode a una región o incluso al mundo entero.

Estas pueden ser solo algunas de las afirmaciones que pudieron hacer los ciudadanos pertenecientes a la Gran Bretaña al momento de plantearse salir de la Unión Europea, estatus con el que realmente la mayoría nunca se sintió totalmente a gusto, dado que informalmente afirmaban no ser europeos, sin contar que nunca adoptaron al Euro como moneda de uso principal en su territorio, prevaleciendo la libra esterlina. Esto es algo que podía palparse con mucha naturalidad al transitar sus principales ciudades, aun cuando ciertamente también existe un grueso de la población que vio con buenos ojos el intercambio cultural y comercial dado que indudablemente contribuyó en prosperidad para los involucrados.

Llamar europeo a un segmento británico podía servir de ofensa, por lo que no es para nada sorprendente ver como se han ido desarrollando los hechos, habida cuenta que en lo más profundo de su ser, nunca se sintieron parte de la zona Euro, más si han tomado ventaja cierta de muchos de los beneficios.

Aguas en el medio

Desde hacía tiempo se escuchaban rumores de emancipación (aun cuando no sea el mejor término). También suenan los escoceses y los catalanes (Cada uno, en sus perspectivas y proporciones) quienes sienten, y con ello afirman fervientemente, que serían más fuertes y sólidos si logran soltar los amarres que los atan a Reino Unido y España, respectivamente. Discutir eso con datos duros es complejo; no obstante, cada nación seria conoce sus ventajas y en función a ello hacen sus planes a futuro.

En el 2013, David Cameron planteó la posibilidad de abrir la puerta a un referéndum, a fin de que los británicos diesen su opinión sobre la posibilidad de salir de la Unión Europea, dándose luz verde en el 2015 a través de la Cámara de Comunes. En el 2016 se desarrolla todo el proceso que termina materializándose en fecha 23 de junio, gracias a la afluencia de votantes dispuestos a poner sobre la mesa las cosas positivas y negativas que habían visto producto de esta increíble integración.

Aguas abajo

El resultado es interesante. El 51,9% de los votantes optaron por salir, mientras que el 48,1% fueron partidarios de permanecer. Acto seguido, Cameron renuncia a su cargo de primer ministro y se entra en una zona desconocida para propios y extraños. Esto generó dimes y diretes sobre las cabezas visibles para liderar la negociación que generará la salida de la comunidad Europea y suben a la palestra diversos funcionarios dispuestos a asumir el rol, mientras que la opinión pública se mantiene fuertemente dividida ante semejante situación.

Discusiones incesantes entre el actual liderazgo, la Cámara de Comunes y la Cámara de Lores hace que sea difícil entender que tan doloroso será este proceso, donde la mayor preocupación está enfocada en dar condiciones justas a los ciudadanos comunes, empresas y oportunidades de negocio, ante las posibles limitaciones y restricciones que realizará el Reino Unido a sus vecinos. A todas estas, el 16 de marzo fue activado el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, lo que da comienzo a las negociaciones con Bruselas, quienes será el motor que terminará de llevarlos fuera de la Unión Europea.


En Suramérica no se ha llegado a la Gran Colombia, y pareciese que esto es una verdadera utopía considerando que los gobiernos de este lado del mundo cada día se ven más desarticulados y desordenados, por lo que se hace improbable que se hagan ensayos de dicha naturaleza. Solo algunos han podido aprovecharse de pocos beneficios que otorga MERCOSUR, UNASUR y tantas otras alianzas que por momento pareciesen ser solo fachadas para justificar reuniones sociales donde pocos brindan y comen a places, mientras sus países se sumergen en las desigualdades. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

domingo, 19 de marzo de 2017

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 296

La Riqueza de las Naciones

Aguas arriba 


Adam Smith nace en Escocia en el año 1723 y muere en 1790. Se desempeñó como economista y filósofo, siendo para muchos uno de los más grandes exponentes de la economía clásica, por lo que se le imputa el título de padre de dicha disciplina producto de la incorporación de aspectos científicos en sus elaborados estudios que aún hoy son discutidos (principalmente) en todas las facultades de ciencias sociales del mundo.
Su principal legado se encuentra sustentado en la obra “La Riqueza de las Naciones”, donde analiza el proceso de creación y acumulación de riquezas de una manera no vista antes, producto del grado de sistematización que aplicó en su elaboración.
Indudablemente, con el paso del tiempo muchos son sus detractores (principalmente gobiernos de izquierda); no obstante, la academia en general lo acoge como su más ilustre colega, dado que es innegable el aporte dado en vida.
Para algunas tendencias e ideologías, Smith fue la génesis del capitalismo salvaje y brutal, cosa que sin duda alguna encolerizaría rápidamente a este personaje, habida cuenta que su concepción no era exactamente esa, sin contar que su vida como docente la dedicó a enseñar sobre moral, preocupándose siempre por las reglas éticas que todo ciudadano de la época debía seguir.

Aguas en el medio

Durante su vida académica, Adam Smith cimentó la doctrina del liberalismo económico, demostrando que la riqueza de las naciones proviene del trabajo de cada una de las personas y no de los recursos naturales (principalmente oro y plata). Con ello, planteaba la tesis de que la generación de beneficios estaría marcada por el funcionamiento del mercado.
De igual forma, marca pauta en el hecho de que el Estado tenía que ser fuerte, más no grande, por lo que su intervención debía ser limitada, solo tendiendo a garantizar la libertad, justicia y por supuesto propiciar lo que denominó como la “mano invisible”, término que acuñó y que hoy sigue siendo su principal máxima.
El planteamiento se centra en precisar que conductas humanas en un marco de moralidad, donde el fin fuese buscar el interés propio, desencadenaría beneficios colectivos que deben ser respetados por un Estado capaz de garantizar paz, sin inmiscuirse en la dinámica comercial de los actores económicos.

Aguas abajo

Esta percepción no es obra inédita de Smith, pero de acuerdo a las fuentes puede concluirse que es el primero que las presenta con rigurosidad técnica.
Sus enseñanzas marcaron el camino de figuras como Malthus, Say, Ricardo, John Stuart y el mismísimo Karl Marx, quienes de una forma u otra siguieron los pasos de Smith en el tránsito de sus propias obras.
Antes de él, los más importantes autores habían considerado que la riqueza se fundamentaba en el excedente de la balanza comercial, mientras que sus pares, generacionalmente hablando, consideraban que ésta se medía por los excedentes agrícolas. Smith da un salto y muestra el camino de lo que hoy conocemos como el Producto Interno Bruto.
La raíz de su obra se encuentra en las influencias que recibió con su ingreso en la Universidad de Glasgow de la mano de Francis Hutcheson (entre otros tantos profesores) sobre lo que era la filosofía moral, tema que abordaba tópicos tales como la justicia, defensa, finanzas públicas y organización social o política, que sin duda alguna cimentaron lo expuesto en la “Riqueza de las Naciones”.
Es fantástico entender de su mano, el impacto que tuvo, tiene y tendrá la búsqueda incesante del incremento de la riqueza; es por ello, que se hace interesante entender a través del ejemplo de un simple alfiler, el profundo impacto que tiene la estrategia por intermedio de la división del trabajo como medio ideal para optimizar costos, precios de venta y producción. Obviamente, su obra es mucho más profunda que esto, por lo que se hace forzoso entender que de su análisis comprenderemos muchas cosas vistas a la fecha, y otras tantas que deberemos desarrollar en el futuro. Hasta la próxima entrega. @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

domingo, 12 de marzo de 2017

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 295

Desarrollo y subdesarrollo

Aguas arriba


Países emergentes, desarrollados, subdesarrollados, del tercer mundo, etc., etc., etc. Tradicionalmente, cuando hablábamos de países desarrollados, nos referíamos a aquellos que se encontraban con un alto nivel de industrialización. Esto está muy de moda con la llegada de los reality show a la Casa Blanca. Producción, variedad, oferta, demanda, mercados, tecnología; todos estos elementos se juntaban y creaban una súper potencia. Las estrategias para llegar al nivel óptimo son de la autoría de los grandes pensadores de la historia, quienes a través de teorías y publicaciones (probadas o no) generaron un cumulo de pasos para poder mantener naciones robustas. Ronald Reagan y Margaret Thatcher probablemente fueron los más activos en la aplicación de esquemas agresivos (los resultados fueron diversos).

Para llegar a altos niveles, obviamente se requiere de un salto en garrocha en lo cuantitativo y cualitativo, dado que debe verse reflejado en la mejora constante de la calidad de vida de las personas que hacen vida en cualquier jurisdicción. No está de más el hecho de que debe unirse tanto el desarrollo económico, como el crecimiento económico, en el entendido de que el primero implica mejoras cuantitativas y cualitativas y el segundo solo alcanza las cuantitativas. Todo esto pareciese una utopía; no obstante, podemos encontrar un rosario de países con resultados destacables.

Las principales manifestaciones de desarrollo se sustentan en el proceso continuo y sostenido de la industrialización; razonable ingreso per cápita; bajo desempleo; elevados niveles de producción y productividad; diversidad; alto consumo; desarrollo de la tecnología e innovación; exportación de excedentes y alto nivel de vida.

Aguas en el medio

Por otro lado, el subdesarrollo etimológicamente es estar debajo del desarrollo. Llama la atención de que países abiertamente capitalistas no están desarrollados, mientras que jurisdicciones con algunos rasgos socialistas, si lo son. Siendo así, el tema se basa principalmente en eficiencia y no en ideología. Obviamente, hay niveles de fanatismo que implican la aplicación de medidas que no necesariamente tenderán a la consecución de resultados positivos, basadas principalmente en teorías de estrellas de la economía que probablemente nunca vieron el éxito en sus planteamientos y que sistemáticamente han sido aplicados con resultados evidentemente desastrosos.

Algunas tendencias (un tanto más radicales) indican que hay subdesarrollo porque hay desarrollo; es decir, los últimos propician advertidamente a los primeros. Es un tanto temeraria esta afirmación; no obstante, es válida en un ambiente plural donde se respeten las posiciones. Con esta visión se persiste en el esquema de satanización de la eficiencia.

Estar subdesarrollado, implica tener un retraso con respecto a un algo ideal. En este sentido, los países que entran dentro de dicha definición, mantienen significativas brechas con los líderes de los mercados y en función a ello, deben elaborar sus planes de acción. Lo lamentable es que son los ciudadanos los que sufren los bemoles.

Aguas abajo

Normalmente, los países subdesarrollados requieren de inversión extranjera; tienen altos niveles de endeudamiento; la balanza comercial es desfavorable; solo explotan productos primarios, dejando la especialización a otros; compran tecnología; se convierten en países que maquilan para otros, o sirven de base a transnacionales para actividades con las que se buscan disminuir costos; firman tratados que normalmente no son favorables; poca industrialización; concentración de riquezas en un solo estrato social o político; bajo nivel en la calidad de vida; desprofesionalización; desempleo y subempleo; carencias académicas; problemas de salubridad y vivienda; desnutrición y mala alimentación general.


En la vida hay que saber en cuál posición nos encontramos. Evaluar nuestras condiciones y en función a ello ejecutar los planes de acción pertinentes en un mundo tan cambiante y complejo. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

domingo, 5 de marzo de 2017

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 294

Modos de producción

Aguas arriba


De acuerdo a la literatura, los sistemas económicos -o modos de producción- más importantes de la historia son la comunidad primitiva, modo asiático de producción, esclavismo, feudalismo, capitalismo y socialismo. Cada uno tiene sus características particulares, y forman parte de la evolución del ser humano desde el homo sapiens hasta la fecha.

Para poder entrar en materia, debemos destacar que los términos previamente citados se refieren a la forma en que los hombres se han organizado históricamente con el objetivo de satisfacer necesidades colectivas, logrando con ello producir, distribuir y consumir los bienes y servicios disponibles. Con todo ello, se logra. Crear una interacción razonable -no siempre justa- entre las fuerzas productivas y la sociedad.

Aguas en el medio

La comunidad primitiva se manejaba en un ambiente semisalvaje, donde el hombre buscaba la forma de satisfacer necesidades a través de la naturaleza. En este contexto, éste es nómada, dado que se va desplazando en función a la obtención de lo que requiere para alimentarse y vestirse, dándose con ello una especie de cooperativismo inspirado en la necesidad y en el hecho de que no existe clase social ni propiedad privada. La sociedad busca bienes y servicios, consiguiendo satisfacerse prácticamente a pulso, imperando con ello en primera instancia las fuerzas y habilidades individuales. Teóricamente, el hombre no se explotaba a sí mismo, dado que la obtención de alimentos era la mínima necesaria. De igual forma, ambos géneros tenían roles muy marcados en la sociedad.

Antes de llegar la esclavitud, conseguimos al modo asiático de producción. Este modelo fue aplicado en Asia y por los aztecas. Su funcionamiento implicaba y desarrollaba la explotación del hombre, la formación de una clase dominante y se dejaba de ser nómada, para con ello instaurarse precariamente el concepto de propiedad.

Con este breve inciso se abre camino al esclavismo. Egipcios, babilonios y fenicios dan el primer paso, instaurando la propiedad privada de los medios de producción, lo que incluía a los esclavos como objetos con una utilidad clara por su aplicación física en la obtención de bienes y servicios para una clase superior. El hombre -por llamarlo de alguna forma- tiene un precio y forma parte de la mercadería que puede ser comercializada.

Aguas abajo

Luego llegamos al feudalismo; régimen de la Edad Media europea, quien sienta las bases del capitalismo como principal modelo en el mundo. El poder redistribuye tierras y privilegios en ciudadanos leales y en torno a ello se construye toda una sociedad compuesta por feudos y servidumbre. Ya no se entienden como esclavos, pero realmente la diferencia no era sustancial.


El feudalismo desaparece y nace el capitalismo. Llega la producción en masa, oferta, demanda, libre competencia, mercados, dinero, riqueza, éxito como sinónimo de esfuerzo individual y corporativo, tributación en torno a este fenómeno, intervención limitada del Estado y tantos otros eventos de importancia. No todo es positivo, dado que se dan grandes distorsiones entre la clase trabajadora, empresarios y minorías, pero más allá de ello, evidentemente es el mejor modelo existente.

Por último, aparece en nuestro análisis el socialismo. Difícil de entender y más aún de explicar. La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas hacen el primer ensayo, donde predomina la propiedad social, las clases sociales desaparecen, vuelven conceptos de cooperación, desaparece la aparente "explotación del hombre", se busca satisfacer necesidades sin perseguir la riqueza, vuelve el centralismo y muchos otros elementos adicionales, en su mayoría abstractos.


En conclusión, al darle una mirada al primer y último modelo, parece que las diferencias son pocas, por lo que en líneas generales pudiésemos concluir que migrar a uno, es llegar al otro, la diferencia está en que en la Edad de Piedra, el hombre no tenía smartphone. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/