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Opinión



domingo, 17 de marzo de 2013

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana Nº 87


Gastos de representación

Aguas arriba

Intempestivamente, un importante ejecutivo llama un taxi con premura; el destino es el aeropuerto internacional. Toma un jet privado, donde el piloto cobra por el viaje lo suficiente como para resolver sus vacaciones familiares del año y hasta un poco más. Llega a un aeropuerto de un exótico país y de seguido vuelve a las alturas en un helicóptero con destino a un sitio aún más interesante.

Al llegar al lugar, espera unos 30 minutos acompañado de algo de cansancio, que se mitiga con una bebida de costoso valor.

El agua que acompaña su bebida proviene de un lugar a kilómetros de distancia, y solo la botella donde esta el preciado líquido es más costosa que muchas cosas consideradas por cualquier mortal como suntuarias.

Aguas en el medio

La comida no se queda atrás y tiene la misma rigurosidad que todo lo que ya ha vivido en las últimas horas.

Una muestra variopinta de sabores, colores y aromas, digna de los Dioses del Olimpo en un día de celebración. A veces lo exótico se vuelve norma y nuestro ejecutivo disfruta el momento a toda plenitud. El trabajo no puede ser puro sufrimiento.

El motivo del viaje es una reunión y la persona que espera esta en medio de un juego de golf, que no detendrá sólo por la visita del forastero. Siendo así, la espera puede ser larga, por lo que lo mejor es disfrutar de la vista.

Probablemente, el visitante no tiene ni idea si la fortuna lo acompañará y podrá sentarse a discutir con su cliente prospectivo.

Aguas abajo

Mentalmente saca la cuenta -sería una indiscreción sumar las facturas pagadas hasta el momento en semejante escenario- y la espera da para hacerlo en moneda extranjera y local.

La cuenta no es alentadora, pero de la reunión pudiese salir algo bueno. Es lo que nuestro amigo apuesta, así como todos los dependientes de él, que ansiosamente esperan que el color del humo sea el esperado.

Afortunadamente, llega la persona a la que espera, estrecha su mano y dice: "sólo quería ver si serias capaz de visitarme sin importar las distancias y complicaciones" y de inmediato réplica: "el negocio es suyo".

Nuestro amigo se voltea y se da cuenta que los "K´s" gastados son equivalente al 1% del negocio que se lleva en el bolsillo. Para mi podría no haber duda de que fueron una acumulación de gastos normales y necesarios. ¿Qué cree usted?
Hasta una próxima entrega. @wlagc Http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

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