Plan financiero
Un plan financiero personal en tiempos de crisis e inflación es
sumamente complejo y se vuelve de inmediato en un sueño irreal para un altísimo
porcentaje de la población del país. Las crisis hacen que perdamos por momentos
la cordura de lo que hacemos en nuestro días a día y nos sumergen en un estado
de paralización inmediato. Si permitimos que los pensamientos se nublen ante
eso, parte del trabajo estará perdido.
Pensar en satisfacer sólo las necesidades básicas y fundamentales es
divorciarse a la idea de planificar un retiro, ayudar a los hijos a recibir
educación universitaria de calidad, prever emergencias médicas y además
planificar estructuras de inversión (por más pequeñas que sean) que busquen
generar fuentes alternas de ingreso y que con ello podamos ayudarnos a ayudar a
nuestros más cercanos. En algunos casos podremos ayudar a otros, mediante
efectos colaterales.
Sugerir estrategias es fundamental, pero al mismo tiempo pueden sonar
insultantes, si a duras penas se puede cumplir con algunos de los rubros de la
cesta básica mensual y pensar en el mañana con una incertidumbre gigantesca, en
el entendido de que enfermedades, accidentes o problemas con vehículos o
artefactos del hogar pudiesen desajustar profundamente el pseudo presupuesto
que pudiésemos manejar. Ciertamente este cálculo pareciese ser muy elemental,
dado que pensamos en gastar más o menos lo que percibimos de forma consistente.
Aguas en el medio
Para bien o para mal, lo cierto es que sin importar el estrato social,
si debe existir un plan que permita mantener intocables algunos excesos que
podamos tener, verificando entre nuestras erogaciones los gastos que pudiesen
ser disminuidos y/o suprimidos. Probablemente pocos han entendido que los
tiempos que vivimos no son para hacer parrilla todos los fines de semana entre
familiares y amigos y que el impacto de vicios puede ser perjudicial para la
salud y para el bolsillo.
Luego de identificar esos “pequeños o grandes” excesos, hay que buscar
formas de redireccionar dicho dinero para con ello poder resguardar parte de
ello de la inflación. La compra de “pequeños o grandes” activos que puedan
generar ingresos será ideal. Será una gran diferencia el comprar una brocha
para salir a calle a pintar, que el comprarse una franela que servirá para
salir el fin de semana,
El poder ver en nosotros algunos potenciales es importante. Si conoce
algún oficio (carpintería, plomería, sastrería, electricidad, etc.) puede ser
este el comienzo para equiparse de pequeñas herramientas que le permitan
emprender en solitario de proyectos que le generen una fuente de ingresos.
Aguas abajo
Comenzar es lo más difícil y el cumplimiento de tiempos y calidad será
el punto número de su agenda de cumplimientos, para que este inicio no venga
con fecha de caducidad. Si comienza un proyecto, y en las primera de cambio
empieza a ser ineficiente, no hay nada que hacer.
Luego de identificar lo mejor de usted, y empezar a dar pasos en ese rumbo,
trate de perfilarse a hacerlo de manera formal y legal (así sea una actividad
que hace en su tiempo libre), dado que aparte de cumplir con las normativas,
podrá tener acceso a financiamiento y hará la ruta para hacerse aún más visible
para todos.
Organícese, reciba consejos de amigos y de personas que hacen más o
menos lo mismo que usted y entienda. Probablemente en las primeras de cambio no
podrá pagar un asesor, pero es muy importante que este claro que en cuanto
pueda darse el lujo, tendrá que hacerlo con mucha seriedad. Los empresarios de
la vieja guardia siguen creyendo que es más fácil pagar una multa u otra cosa
parecida, que pagar un buen asesor que le de acompañamiento. El nuevo
empresario cree que mejor es gastarse la plata en una camioneta y el ejecutivo
de vanguardia sabe que llegará más lejos, en la medida que maneje información
de mayor calidad.
Luego de todo este viaje, quizás podrá tener la oportunidad de evaluar
si alguna de sus nuevas actividades es más rentable que su trabajo a tiempo
completo, dándose cuenta de que ahora debe dejar de ser empleado para ser empleador.
Siga ese camino sin miedo, dado que le dará dolores de cabeza, pero también será
mucho más satisfactorio.
Si todo sale bien, tendrá la oportunidad de pensar en la vejez, de dar
educación a sus hijos y tener la oportunidad de invertir en nuevas cosas,
mientras mantiene ahorros para poder cubrir imprevistos y salir adelante de forma
honesta, a menos que las regulaciones y la ineficiencia gubernamental se lo
impida por la vía de la coacción y de la ignorancia crónica, y ante eso no hay
sugerencia que valga.
Foto: Aruba