Día del trabajador
Aguas arriba
Hoy se celebra el día del trabajador en muchos países del
mundo. En sí mismo es una fecha en la que se pretende honrar el trabajo fuerte
de los ciudadanos; no obstante, también es momento propicio para honrar el
trabajo fuerte de patronos que deciden por pura motivación de emprendimiento
(sea o no con objetivo de lucro) iniciar un proyecto y dar condiciones
laborales para personas que siquiera conocen personalmente en muchos casos,
pero que a través de esto logran dar sustento a sus familias y generan el tan
perfecto y mencionado efecto multiplicador que garantiza prosperidad para
trabajadores y patronos.
Agredir al empresariado, discriminar a emprendedores por su
posición política y complicar mecanismos administrativos para hacer
trastabillar a cualquier negocio nuevo o en marcha lo único que genera es
miseria para las personas que hacen vida en un país. Lamentablemente, esta es
la situación que estamos viviendo en la actualidad, por lo que más que celebrar
el “día del trabajador” deben ser defendidos los puestos de trabajo y el
derecho a tener una vida digna arrebatada por probablemente el peor (casi dos décadas)
sistema de gobierno que ha tenido el país en su vida republicana.
Aguas en el medio
Ciertamente, siempre han existido patronos inescrupulosos
que se han aprovechado de las necesidad de las personas, humillándolos durante
su transitar en compañías de todo tamaño; no obstante, ante un gobierno justo,
equilibrado, eficiente y que propicie la libre competencia, entidades de ese
tipo tenderán a disminuir, considerando que se lograrán las condiciones para
que el empresariado entienda que de su aporte honesto dependerá su permanencia
en los mercados. Estamos seguros que ser un buen gobierno solo depende de la
vocación genuina que tengan estos para hacerlo razonablemente bien y
lamentablemente, por lo pronto no se visualiza ese estándar mínimo de calidad.
En esta oportunidad, justo en medio de la celebración del
día del trabajador, vemos con asombro como la unidad de negocio más
representativa de la principal compañía privada del país cierra temporalmente
sus puertas por falta de divisas (cosa que en sí misma es increíble) para
adquirir materia prima tendiente para producir bienes que garantizaban el
sostenimiento de una cantidad de trabajadores directos e indirectos no
desestimable, que a su vez afecta familias que ven como se les cercena el
derecho a tener un trabajo de calidad y no los puestos de trabajo que puede
ofrecer el gobierno.
Aguas abajo
No obstante a lo anterior, este enigmático caso no es el
único (aun cuando sea altamente representativo), dado que durante los últimos
años hemos visto como muchas compañías han abierto sus puertas con mucha motivación
y deseo y terminan cerrando en cortísimo plazo, engrosando cada vez más las
terribles estadísticas de emprendimientos que no cumplen siquiera un par de
años en marcha, sin contar con muchos sectores particulares que prácticamente han
sido arrasados por completo, gracias a la ineficiencia sistemática.
Como crónica podemos ver que existen severos problemas de
electricidad por el terrible manejo del sistema y desinversión, tenemos un aparato
tributario que genera altísima presión, una ley del trabajo que obliga al
patrono a arrodillarse ante sindicatos y reposeros, inseguridad jurídica, inseguridad
personal en sectores como el turístico, dificultad para importar y exportar, prácticamente
cero acceso a divisas y un sistema burocrático tal que hace prácticamente imposible
poder gestionar procedimientos públicos y privados que asfixian al patrono y
que terminarán afectando al trabajador.
Lo curioso de todo esto es que el emprendimiento no se ata a
las fronteras, por lo que cuando se ataca a un empresario, solamente se le da
el empuje para que invierta en otros países con más seguridad jurídica y
tranquilidad. Las ideas no se amarran a un país, las ideas, son ideas y se
pueden materializar en cualquier lugar. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
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