En la
pasada entrega expuse sobre la DPC-10, y posteriormente bajo NIIF el cambio de
moneda funcional a partir del año 2008 en Venezuela y como debía tratarse bajo
dicho marco conceptual -específicamente la NIC-29-; a continuación expongo algunas consideraciones
que deben realizarse para reexpresar los estados financieros. No resulta útil,
en una economía hiperinflacionaria,
presentar los resultados y la situación financiera en la moneda local, sin
someterlos a un proceso
de reexpresión. En este tipo de economías, la unidad monetaria pierde poder
de compra a un ritmo tal, que resulta equívoca cualquier comparación entre las
cifras procedentes de transacciones y otros acontecimientos ocurridos en
diferentes momentos del tiempo,
incluso dentro de un mismo período contable. La presente norma es aplicable a
los estados financieros principales de las empresas que los elaboran y
presentan en la moneda de una economía hiperinflacionaria, tanto las cifras
comparativas correspondientes al periodo anterior, exigidas por la NIC
1, “Presentación de Estados Financieros”,
como cualquier otra información referente
a otros períodos precedentes, debe también quedar establecida en términos de la
unidad de medida corriente en la fecha del balance.
Las partidas monetarias no serán
reexpresadas puesto que ya se encuentran expresadas en la unidad de medida
corriente a la fecha del balance. Son partidas monetarias, por ejemplo: el
efectivo poseído y los saldos a recibir o pagar en metálico. Las partidas no monetarias se llevan
al costo o al costo menos la depreciación acumulada, y por tanto están
expresadas a valores corrientes en el momento de su adquisición.
El
costo reexpresado de cada partida, o el costo menos la depreciación acumulada
reexpresado de la misma, se determinan aplicando al costo histórico y a la
depreciación, en su caso, la variación de un índice general de precios desde
la fecha de adquisición hasta la del balance a presentar. Por tanto las
partidas que contienen las propiedades, la planta y el equipo, los inventarios
de materias primas y mercancías, la plusvalía comprada y otros activos
similares, serán objeto de reexpresión a
partir de la fecha misma de su adquisición. Los
inventarios de producción en proceso y de productos terminados se reexpresarán desde
las fechas en que fueron incurridos los gastos de compra y transformación
que se encuentren acumulados en ellos.
A nivel del estado de resultados, se exige que las partidas vengan
expresadas en la unidad monetaria corriente a la fecha de cierre del balance.
Para ello, todos los importes necesitan ser reexpresados mediante la
utilización de la variación experimentada por el índice general de precios,
desde la fecha en que los gastos e ingresos fueron incurridos y recogidos en la
contabilidad. Generalmente acá suele usarse el factor promedio del año, todo
dependerá del nivel de detalle que requiera o desee la gerencia.
En cuanto
a la ganancia o pérdida monetaria,
en un período de inflación, toda empresa que mantenga un exceso de activos
monetarios sobre pasivos monetarios, perderá poder adquisitivo, y toda empresa
que mantenga un exceso de pasivos monetarios sobre activos monetarios, ganará
poder adquisitivo, siempre que tales partidas no se encuentren sujetas a un
índice de precios, esta pérdida o ganancia por la posición monetaria neta será
incluida en la ganancia neta del período.
Fijense
que les he expuesto los pasos más básicos de la reexpresión bajo NIC 29 y los
que ya han tenido experiencia bajo DPC-10 venezolana, esto resultaría ser
“carpintería”, lo importante acá es la comparabilidad de las cifras y el ajuste
del saldo inicial por el cambio de moneda.
Hasta una
próxima entrega
Marcos M.
Soler P.
@mmsoler
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