Constituir una entidad no es un proceso que se hace con un chasquido de dedos –desafortunadamente-. Para iniciar el mismo, hay que obligatoriamente tomarse una caja entera de calmantes para poder realizar el apartado del nombre y posterior registro del documento constitutivo, que para términos legales no es más que sacar la partida de nacimiento del negocio que deseamos iniciar y que será el punto de partida para toda la vida. Eso quiere decir que todos los vicios y errores que cometamos en esta fase, los llevaremos con nosotros hasta que decidamos formalmente enmendarlos, lo que incrementará nuestro malogrado bolsillo con nuevas modificaciones de los estatutos.
El análisis del objeto del negocio debe ser diseñado con recelo y mucho tino, dado que cualquier palabra que falte o sobre del mismo, hará que forzosamente nos estemos distanciando del corazón del emprendimiento. Lo primero que debemos hacer es preguntarnos quiénes somos y a dónde vamos. De las respuestas que allí obtengamos, podremos vislumbrar lo que quedará plasmado en la clausula en cuestión. Todos los socios deben estar conformes con cada palabra, de lo contrario, esa podría ser fuente de problemas entre los firmantes.
Aguas en el medio
Muy atrás en el tiempo quedaron los objetos de negocio en los cuales acostumbrábamos a colocar con letra mayúsculas y en negrillas la expresión "Cualquier acto lícito de negocio", con lo cual podíamos vender zapatos, refrescos y ofrecer pólizas de seguro bajo un mismo techo. Honestamente da un poco de pena que los clientes nos hablen con respecto a los versátiles que somos a la hora de hacer negocios, lo que más bien luciría como una desesperación bárbara por tirar algo a pegar.
Es tanto así, que hasta para arrendar, el dueño o intermediario hacen un interrogatorio digno de la CIA, con el fin de saber si en las cuatro paredes que nos servirán de morada, tendremos pensando hacer un desastre digno de Pinky y Cerebro. Allí, el objeto transcrito en el documento constitutivo será un elemento importante para validar parte de nuestras intenciones, aún cuando tampoco será una fuente llena de la verdad absoluta.
Aguas abajo
El documento constitutivo esta lleno de innumerables clausulas, las cuales tienen un sentido importante de cara al futuro. Desde la definición de los cargos, pasando por las obligaciones de los socios, la designación del comisario e incluso la determinación del ejercicio fiscal, harán que en su conjunto usted tenga un punto de partida ajustado a derecho y en sintonía con la realidad del negocio. No piense que la realidad y la legalidad están divorciadas, por el contrario, cada día están mas atadas y por consiguiente no debe obviarse un solo detalle.
Todavía no se ha ido a los bomberos, alcaldía, seguro social y demás entes y ya pudieses estar totalmente exhausto. No deje de contratar personas con experiencia en estos menesteres, para que la experiencia sea placentera y no un reto a la paciencia. Hasta una próxima entrega -o aventura- @wlagc http://actualidadfinacierayfiscal.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario