Los especialistas
Hace unos días escuchaba a alguien
en la radio, poniendo de manifiesto su apreciación con respecto al fenómeno que
en la actualidad vemos en distintas profesiones, donde la felicidad y
realización de los individuos tiende a ser proporcional a la cantidad de
separadores que utilizan cuando hablan de su profesión y de las actividades
extracurriculares que van sumando en su andar.
Inmediatamente leí mi biografía en Twitter/Blog/LinkedIn
y me di cuenta que es verdad y me sentí un poco identificado con el comentario,
aunque en ese momento sentí la necesidad de ser más cuidadoso con las cosas de
las que me puedo sentir cómodo y las actividades con las que no.
Aunque no lo crean, la persona a la
que escuchaba, no decía esto en tono de queja, dado que él susodicho se hacía
llamar director | productor | actor y cantante, por lo que definitivamente no
tenía forma de quejarse del asunto.
Aguas en el medio
Viéndolo desde la perspectiva de los
potenciales clientes, se torna preocupante el tener un especialista que sepa
desde impuestos hasta astrología –esto no quiere decir que debamos tener cierta
conocimiento general-, lo que le da mucho peso al término “todero”, que
constantemente escuchamos cuando la gente hace su expresión de gracia “yo le
meto a todo”.
Más de una vez me he conseguido
albañiles que cuando escuchan algo raro en mi carro, me dicen con mucha
seriedad “esa es la correa única” y finalizan diciendo “por una caja de cerveza
te la cambio el fin de semana”, haciéndome salir corriendo al taller para que
lo revisen, donde el diagnóstico resulta ser una tuerca floja del servicio
anterior, lo que redunda en menos dinero en la cartera y una crisis más de
paranoia por la inminente posibilidad de quedarme sin carro con dos pequeños.
Aguas abajo
Ahora imagínese que eso ocurre en
asuntos de negocios. En asuntos contables, fiscales, de sistema, legales, entre
otros. Esto podría generar problemas en la información contable y hasta
incumplimientos de leves a graves, surgiendo situaciones que pudiesen afectar el
negocio de manera determinante.
En muchas ocasiones nos conseguimos
clientes en los cuales hay miles de problema, aún cuando hay una nómina
abultada de trabajadores, los cuales lamentablemente se encuentran poco
entrenados y además están totalmente absorbidos por actividades rutinarias que
no retan su intelecto, más si su paciencia.
Dejando atrás esto, la mayor
cantidad de problemas en las compañías se dan por malas decisiones y por el
poco deseo de conseguir recursos que puedan resolver los problemas de forma
creativa, técnica y en el tiempo óptimo. Este mensaje tiene dos vías, la
primera va a los profesionales: ¡Prepárese bien! y va a los emprendedores: ¡Asesórense
a tiempo y por especialistas! Es un reto
para todos. Hasta una próxima entrega @wlagc
http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
Totalmente identificado con este Tema Wladimir,en lo personal me sucede mucho ya que tengo en mi empresa que ejecutar distintos roles,Dirección ,mercadeo y ventas. Y Llega un mopmento en el cual soy Todero, y considero que de una u otra forma puede afectar negativamente a la hora de plantearnos metas a corto o mediano plazo.Saludos estimado.
ResponderEliminarOscar Castillo
Que bueno que estas en ese emprendimiento vale. El primer paso es el que cuenta y luego vas retomando el plan que te llevo a iniciar. Mucho corazón y trabajo. Un abrazo!
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