Aguas arriba
Llega un nuevo mecanismo para la obtención de divisas, y con ello debemos hacer una serie de consideraciones desde el punto de vista contable, tributario y por supuesto, de negocio. Ya en el pasado he hablado un poco acerca de este tema y de mis preocupaciones en cuanto a lo complejo que se hace el poder explicar a inversionistas sobre lo engorroso de nuestro sistema financiero en general. Tenemos tributos difíciles de digerir y además una forma de hacer negocios bastante particular. A algunos les pudiese parecer bastante común, pero en honor a la verdad, con solo sacar la cara por la ventana nos daremos cuenta que somos bastante creativos al momento de poner controles -trabas- para el sector productivo.
Al adentrarnos en este nuevo mecanismo, al cual en principio solo tienen acceso las empresas registradas ante CADIVI, comienzan una serie de elementos que deben ser ponderados. El universo de empresas participantes en la primera subasta fue limitado, por lo que por lo pronto será bastante complicado conocer el tipo de cambio de la operación para de esa forma poder cuantificar el impacto que tendrá en otras variables macroeconómicas. En las primeras de cambio pareciese obvio que si las compras en el exterior se van a hacer con un tipo de cambio superior al 6,30, las mismas tendrán un incremento. Ahora bien, considerando que fueron pocos los -des-afortunados, puede que no haya pasado realmente mucho en este primer ensayo.
Aguas en el medio
Aún es muy pronto para cuantificar el impacto que se originará con esta nueva forma - vía subasta- de adquirir divisas; sin embargo, debemos estar consciente de los precedentes que vivimos recientemente con el SITME, para de este forma poder vislumbrar las normas contables que aplicarán y los efectos en materia de impuesto sobre la renta e impuesto al valor agregado -sin obviar ciertos aspectos aduanales- que se originarán en el corto plazo.
Puede que en el futuro vayamos a una masificación del sistema, que tenga como objetivo minimizar las distorsiones que a la fecha observamos; no obstante, puede que este sea el mejor momento para realizar proyecciones y visualizar que dirección tomaran los capitales, a fin de seguir en la rueda de la rentabilidad.
Aguas abajo
El hacer difícil lo fácil pareciese ser nuestra razón de ser; no obstante, así como tenemos creatividad para meternos en estos aprietos, también estoy seguro que el empresariado podrá sobreponerse a la eliminación del SITME, así como en algún momento se sobrepusieron al ya antiguo sistema de libre convertibilidad, al empaquetamiento de las extintas acciones de CANTV y a la eliminación ejecutiva de las casas de bolsa.
En definitiva, el emprendimiento en Venezuela requiere más que plata y conocimiento, por lo que estoy seguro que tarde o temprano nos ganaremos el pulitzer a la sobrevivencia. Podemos hablar mucho del tema, pero lo cierto es que hay que llevar lo teórico a lo práctico, con el fin de poder reaccionar a tiempo y no salir del juego. Hasta una próxima entrega.Http://
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