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Opinión



domingo, 28 de abril de 2013

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 93

Auditoria forense

Aguas arriba

Me tope con un material relacionado con la auditoria forense y en honor a la verdad, de mi nació la promesa de ahondar mas en detalles sobre este tema, que aún cuando no es de ayer, tampoco es de tan vieja data.

Conceptualmente se podría definir a la auditoría forense, como  aquella en la cual se aplican destrezas de auditoría en situaciones que comprenden
posibles consecuencias legales, obteniendo así toda la evidencia necesaria que permita lograr una determinación judicial.

El hablar de corrupción, malversación de fondos y de estados financieros fraudulentos es altamente peligroso. Sinceramente son palabras mayores y no deben ser dichas con la ligereza que pareciese haberse acostumbrado a hacer a todo nivel -por lo menos de este lado del mundo- y que pudiese originar asuntos que atender -principalmente de orden legal- de todo tenor.

Aguas en el medio

En palabras llanas pudiésemos decir que la corrupción sería el uso indebido de influencias para obtener beneficios, que la malversación sería el robo o uso indebido de recursos de la entidad, mientras que los estados financieros fraudulentos -quizás el mas cercano a nuestra profesión- va dirigido a mostrar una realidad que no es en lo absoluto.

De todos estos supuestos es que nace la auditoria forense, buscando de esta forma tratar de crear procedimientos que puedan ir enfocados a detectar hechos de esta naturaleza, donde los más afectados son principalmente las entidades financieras, el estado y particulares que confían en la información financiera que es presentada con el fin de tomar decisiones importantes de negocio.

Aguas abajo

La auditoría forense aplica en los casos en los cuales los accionistas consideren que es conveniente llevar a cabo procedimientos que permitan visualizar la transparencia de la gestión de sus colaboradores o de ellos mismos individualmente, cuando terceros así lo soliciten por situaciones de orden legal y por cualquier ente del estado que vislumbre una gestión fraudulenta.

Como ven, no es asunto de juego ni tampoco es un servicio que puede ser presentado de manera simplista por parte de asesores que consideren esta actividad como una oportunidad para hacer negocios.

En situaciones extremas -supongo que- este tipo de auditoría podría requerir valores éticos por encima del promedio, mucha acuciosidad técnica y aplomo para poder determinar y defender como auditor la opinión que deba emitirse.

Por lo pronto creo que manejaré este tema solo en lo académico. Hasta una próxima entrega @wlagchttp://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

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