Aguas
arriba
Realicé
un sondeo virtual con el fin de chequear opiniones sobre los efectos que
sufriría cualquier sistema tributario en un ambiente altamente controlado. Esto
con un enfoque lo más técnico posible y de esa forma iniciar un análisis preciso
en cuanto a sus consecuencias.
Las
opiniones fueron variadas y de todo tenor, donde la principal respuesta tenía
un alto contenido fatalista, dado los eventos que aún atravesamos, pero que más
allá de ello, deben enfocarse en un tono razonable que permita dar algo de oxígeno
al emprendimiento y en general a cualquier iniciativa que se quiera impulsar
por públicos o privados.
En honor
a la verdad, el tema lo quería llevar más al campo de lo técnico e iniciar el
camino para tratar de determinar en qué medida pudiese afectar un esquema
controlado a la administración tributaria de cualquier jurisdicción, sin
importar sus características y localización.
Aguas en
el medio
Como he
mencionado en otras oportunidades, el tributo principal de toda economía
pujante es el impuesto a la ganancia. Con él se mide el nivel de prosperidad de
los negocios y particulares. Cuando dicho impuesto no tiene la suficiente
fuerza, se vislumbra que existe un problema en la generación de rentas en esa
jurisdicción.
La
discusión en línea se fue al terreno de lo complejo, demarcando que hacer
negocios en un ambiente controlado es altamente improbable, donde la consecución
de resultados positivos pudiese ser solo un sueño de emprendedor en medio de
toda la adrenalina que se genera al planificar un proyecto de negocio. Ahora
bien, esto no solo afecta a los particulares, también afectará a ciertos
sujetos activos, que para poder hacer un proceso de recaudación de acuerdo a proyecciones
y presupuesto, deberán buscar alternativas adicionales para poder mantener la
cuota que tienen asignada por dicho concepto.
Aguas
abajo
A diferencia de los tributos que gravan los ingresos -caso municipal/LOCTI-, la capacidad contributiva puede que no sea considerada del todo, por lo que ellos no serán los mayores afectados -sin perjuicio de las disminuciones que cada sector genere, producto de otras variables-; sin embargo, la recaudación de tributos que graven la renta, deberán ser sustituidos por una aplicación rigurosa de la normativa en materia de deberes formales.
Siendo
así, aun cuando una entidad no genere rentas y por ende no pague impuesto sobre
la renta, deberá ahora más que nunca llevar un control exhaustivo de todos los
deberes formales asociados a la tributación y contabilidad en general, con el
único objetivo de evitar en lo posible, que sea esa la vía de contribución -ya
en un ambiente de por si adverso-.
Lo que
sin duda está claro, es que la previsión, el análisis y la eficiencia en el
manejo de los recursos serán clave para que la generación de rentas se mantenga
y no desaparezca del mapa. La motivación principal de cualquier emprendedor es
la de arriesgarse para obtener beneficios. Hasta una próxima entrega. @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
Foto: Puerto Ordaz, Venezuela
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