Aguas
arriba
Es fácil
darse cuenta que la generación de jóvenes en la actualidad no están interesados
en recibir instrucciones. No creen mucho en el proceso de aprendizaje continuo
para en un futuro descansar en conocimientos y reputación. Eso es indudable y
mi objetivo no es enaltecerlo ni despotricarlo.
Ellos
saben lo que quieren y por el bien de muchos, es conveniente que en el camino
adquieran eso que los de mi generación hemos denominado como "knowledge
and skills".
Esta
generación está interesada en emprender, en ser su propio jefe. Montar
negocios, patentar ideas, hacer cosas. Eso quiere decir que ellos son y serán
los que generarán empleo -espero que productivo y formal- a muchas otras
personas, lo que debería redundar en bienestar.
Aguas en
el medio
Ellos
saben que los sueldos que se pagan en la actualidad no alcanzan para mucho y
que por consiguiente, la única forma de hacer cosas, es innovando. Esto a veces
raya en actividades informales y en otras tantas de sospechosa acción; pero al
final del día ellos concluyen que haciendo menos, pueden ganar más. La
experiencia se la dejan a otros más ortodoxos. Las sociedades necesitan de
todo.
Ahora
bien, para aprovechar este empuje, donde los jóvenes se dan cuenta que
vendiendo cup cakes o diseñando imágenes corporativas pueden ganar buen dinero,
es imperativo tratar de que esos negocios tengan características formales para
que se conviertan en contribuyentes y empleadores ejemplares.
Si todo
se hace de una forma relativamente sencilla y sin burocracia, puede que
funcione el hecho de que esos jóvenes -que no creen en nadie- piensen en crear
marcas que trasciendan en el tiempo y no solo fuentes temporales de ingreso para
resolver el presente.
Aguas
abajo
Lamentablemente
en la actualidad el aparataje burocrático es tan grande, que son demasiadas
obligaciones, demasiados tributos, demasiadas acciones que generan sanción en
caso de su incumplimiento, que es totalmente imposible cumplir con todo y al
final terminar de pie -y con algo de dinero en el bolsillo-, por lo que se
empuja a toda a una generación a ver las opciones “punto com” como la forma más
fácil de ganar dinero, mientras no dejan rastro de su existencia legal.
Esta
gente no está en el radar de nadie y lo hacen porque sencillamente hacer las
cosas bien, es una tarea titánica que puede que nos deje exhaustos al final del
camino. ¿Es necesario llevar a toda una fuerza generadora de empleo al cansancio?
Pues yo no tengo la respuesta, yo estoy del lado de la gente que quiere tratar
de hacer las cosas bien por un millón de razones.
Ahora nos
vamos al tema de moda. Llenar más información, fijar precios, saber que para
poder hacer algún cambio –por más necesario que sea- requiere de más
formalismos y burocracia, que no se atiende del todo la técnica, que se ahoga
la innovación y se empuja a la informalidad, genera que puede que estemos
echando a la borda a toda una generación que en todo el mundo está dándole palos
a la campana para hacerse sentir cada vez con más y más fuerza.
Para arreglar
los problemas hay que ir a lo profundo del mismo. No hacerlo, genera más
problemas. Nadie en el mundo –a menos que tenga intereses ocultos- hará
negocios en un ambiente poco seguro, confiable, transparente y además altamente
regulado, donde la previsión es solo un elemento teórico que llevamos a un salón
de clases o a una conversación con altos niveles de ortodoxia. Hasta una próxima
entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com
Foto: Barquisimeto, Estado Lara
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