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Opinión



domingo, 27 de abril de 2014

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N°145

Tributos al patrimonio 

Aguas arriba

Cuando el sistema tributario observa que sus cimientos están retorciéndose y existe una alta probabilidad de que la recaudación se vea fuertemente afectada por el hecho de que los generadores de renta -por excelencia- ven como procesos burocráticos, trabas y demás problemas obstaculizan la intermediación de productos a distintos niveles, se inicia un proceso natural de sobrevivencia del estado como sujeto activo investido de una potestad casi infinita de demandar tributos a cada persona que tenga por algún motivo conexión con el país donde se tienda crear -en el mejor de los casos- riquezas lícitamente.

Ese esfuerzo pudiese ser en algunos casos hasta desmesurados, levantando una supuesta bandera de justicia en la cual los "adinerados" pagan altos impuestos y los "desprotegidos" o "menos favorecidos" gozan de subsidios de parte del estado que realmente no son financiados ni generosos por este último, dado que al fin y al cabo son sencillamente gerenciados -esperamos todo que sea de forma ética- por mandato de las mayorías.

Aguas en el medio

Aquí se termina nuevamente atacando todo menos la raíz del asunto, dado que se debilita al sector productivo y no se le da al colectivo las herramientas para que ellos también se conviertan en generadores de riquezas y no de miseria.

La miseria lamentablemente pareciese ser hereditaria y se traspasa de generación en generación de forma inclemente. Nadie quiere ser desafortunado, el asunto está en las oportunidades que se puedan recibir en el camino y en qué medida cada quien las aprovecha.

Aguas abajo 

Con todo este sin fin de contradicciones, vuelven los fantasmas de los tributos patrimoniales, donde se persigue a los tenedores de activos, aun cuando los mismos no generen renta en lo absoluto. El señor de 80 años con dos apartamentos que compro en su juventud, la señora que construyo junto a su familia dos locales comerciales para alquilarlos y el que con sacrificio trata de construir un patrimonio lícito para proteger a sus descendientes, termina convirtiéndose en un contribuyente apetecible.

Recuerdo aún la época en que grandes hoteles se veían fuertemente castigados por el impuesto a los activos empresariales. Exhibían inmensas pérdidas contables y fiscales y por otro lado debían pagar altas sumas de dinero por contar con instalaciones parcialmente ociosas.

Todo esto sería un salto atrás, que nada tiene que ver con los tributos que vemos en Europa relacionados con la tenencia de electrodomésticos, dado que los mismos tienen como fin tratar de fortalecer sistemas públicos asociados a la tenencia de los mismos activos, mientras que en otros casos, el objetivo es hacer las veces de un Robin Hood que también quiere quedarse con su parte. Hasta una próxima entrega. Http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/ @wlagc

Foto: El Valle, Nueva Esparta

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