Ética
empresarial
Hace
muchos años la formación moral y ciudadana era fundamental para la educación de
las nuevas generaciones. Era una materia en la cual complementábamos la instrucción
que se recibía en casa en cuanto a valores familiares y la ética. Esto pretendía
producir una generación de personas deseosas de convivir de forma armónica en
una nación que denominábamos como país en “proceso de desarrollo”.
Esto me
vino vívidamente a la memoria, luego de leer una publicación sobre este tema en
un importante estudio empresarial, donde se hacía especial énfasis al asunto,
exaltando su obvia necesidad en una sociedad cada vez más simplista e incluso
autodestructiva.
Una
persona que tenga una sólida formación al respecto será seguramente un
emprendedor con intención de impulsar entidades donde se promueva la ética
dentro de sus colaboradores, donde cada persona se sienta parte de un todo, en
el cual se valore hacer las cosas de la mejor forma posible y se cumpla con
todas las leyes escritas o no del entorno donde se desenvuelva. Lo que en los
deportes llamarían el “juego limpio” y que genera el entorno de convivencia
apropiado que todos necesitamos para poder dedicar tiempo a otras cosas de
igual o mayor valor humano y económico.
Aguas en
el medio
Esto se pudiese
traducir en benéficos socioeconómicos, eliminación de prácticas abusivas para
con los colaboradores y una altísima dosis de responsabilidad social
empresarial que por supuesto redunda en mayores costos y gastos, pero que
también pueden revertirse en una imagen muy sólida en el mercado. Ese ejemplo
lo tenemos todos muy claro en nuestro país y es algo que constantemente nos
hace reflexionar al respecto. No todo puedo ser una historia de terror, por lo
que se requiere ver alrededor y entender.
Llegar a
esto no es fácil, por el contrario, es verdaderamente difícil. Lo cierto es que
todo viene desde la semilla del pequeño y se convierte en ese empresario
honesto una vez adquiridas todas las competencias técnicas que vienen a ser el
complemento perfecto junto con los aspectos éticos más profundos. Un
talentoso sin ética puede ser tan perjudicial, como lo puede ser un hombre ético,
pero sin una pizca de ingenio (salvando las dimensiones del daño que cada uno
puede hacer por acción u omisión desde su trinchera).
Es por
ello que lo que hace falta es que realmente se entienda que debe atacarse la
raíz y no la consecuencia. Hacer lo contrario, inevitablemente generara efectos
adversos.
Aguas
abajo
El meollo
del asunto de ética empresarial se puede trabajar en muchos aspectos; sin
embargo, está el hecho de que en los tiempos en que estamos, la burocracia es
tal que es prácticamente imposible coexistir con trámites sin ver menguada la
integridad, dado que para muchos procedimientos se requiere más que paciencia y
buenas intenciones. Siendo así, desde un lado podemos cubrir nuestro riesgo
ético, pero en el día a día en nuestra interacción empresarial se vuelve
improbable.
Por
ejemplo, tramitar solvencias o registros requieren de información que en la
mayoría de las veces proviene del mismo estado, lo que se traduce en más tiempo
y en la llegada azarosa de los gestores, que en muchos casos utilizan métodos
poco ortodoxos, que de forma -in- directa nos pone en contra de esos
valores y principios a los que hice referencia al principio.
Una
persona formada desde el hogar con valores y con educación desde la academia,
que además tiene conciencia de sus actos para con colaboradores y entorno, se
encuentra con que mantener su récord en cero actos negativos se vuelve en solo
un sueño y por supuesto eso mancilla nuestra forma de actuar e idiosincrasia.
Lo peor es que tatúa una marca indeleble que pasa sin freno entre las
generaciones, convirtiéndonos en unos holgazanes de oficio y sin retorno aparente.
Hasta una próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
Los grandes capos de la maffia siempre argumentaron que practicar la fe católica y la atención a la familia eran primerísimos ejemplos de la "ética" de sus negocios. El Papa los puso en su lugar al negar que esos atributos pudieran resultar atenuantes de su sucio negocio.
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