Impacto del Impuesto sobre la Renta (ISLR) en la política
fiscal venezolana
Aguas arriba
El presupuesto de la nación de todo país emergente o
desarrollado depende fundamentalmente de la recaudación de impuestos sobre las
ganancias, por ser la mejor manifestación de riqueza que puede demostrarse en
una jurisdicción en un tiempo medible y finito. El hecho de que dicho tributo
sea exitoso, marca el camino del país, considerando que es el fiel reflejo de
producción, rentabilidad y eficiencia. El caso en los cuales los impuestos indirectos sean los más
importantes –para el caso venezolano el Impuesto al Valor Agregado (IVA)-, queda
en evidencia que principalmente lo que se hace es consumir, afectando con ello
a los más desposeídos, y presionando la inflación, por el mayor valor que se da
en productos y servicios sujetos al tributo al consumo, sin perjuicio de los
casos que se consideren suntuarios, de acuerdo a aspectos principalmente ideológicos.
Para el caso venezolano, el ISLR es apenas un cuarto de la
recaudación tributaria, siendo el IVA dos cuartos del total recaudación, lo que
demuestra la situación del país durante los últimos diecisiete años, cuando fue
reformado el sistema tributario en 1999, momento en el cual se hizo un salto
cuántico en el tributo que hasta la fecha era el más significativo en nuestro
sistema, con todo y la evasión sistemática que aún se mantenía, considerando que para el momento el Servicio
Nacional Integrado de Administración Tributaria –posteriormente Servicio Nacional Integrado de Administración
Aduanera y Tributaria SENIAT- aún se encontraba en sus primeros pasos y en proceso
de renovación tecnológica.
Aguas en el medio
Esto nos hace entender el fondo de las reformas de noviembre
de 2014 -principalmente en cuanto a los bancos, instituciones financieras, de
seguros y reaseguros- y de diciembre de 2015 -contra sujetos pasivos especiales
y los cambios en la disponibilidad de la renta-, donde se persigue conseguir
subir la recaudación del ISLR en torno a un segmento de contribuyentes que
también se encuentran abatidos por las serias distorsiones económicas que se
viven en el país y que presionan sus estructuras de rentabilidad.
Desafortunadamente, estamos en un momento tan crucial, que
incluso se siente como medida desesperada el recortar sorpresivamente los
lapsos para la presentación de la declaración definitiva de rentas de los
sujetos pasivos especiales, incluso dándose casos donde el pago deberá hacerse
en el mes de enero de 2017, prácticamente eliminando la posibilidad de hacer
revisiones razonables sobre la información financiera que servirá de base para
el cálculo del ISLR.
Aguas abajo
De acuerdo a las fuentes públicas, el presupuesto de la
república se sustentará en un 83% en la recaudación tributaria, siendo la mitad
producto de un impuesto al consumo, que además está sujeto a un sistema de
retenciones en la fuente perverso, el cual limita sensiblemente la recuperación
automática, coartando el hecho de utilizar créditos fiscales que técnicamente
deberían considerarse líquidos y exigibles, en un contexto donde muchas
empresas se verán en la necesidad de bajar sus operaciones o incluso cerrar
puertas por los impactos laborales e inflacionarios que erosionan los estados
financieros y obviamente la rentabilidad.
Lo lógico sería para muchos hacer los llamados down sizing o sencillamente iniciar
cierres totales o parciales, con el objetivo de minimizar los impactos
originados por la inestabilidad en los mercados, sumado al riguroso control
cambiario, producto del incremento de la discrecionalidad gubernamental en el
otorgamiento de divisas, aunado a precios bajos del petróleo que se une a la
eliminación sistemática del parque industrial y el serio impacto en los beneficios
a empleados y por consiguiente post empleo que se están dando, y que en muchos
casos no pueden reflejarse en el precio de venta por la dinámica propia de
mercados deprimidos. Los tiempos están muy cortos y son muchos los análisis que
deben llevarse a cabo, en aras de sobrevivir a un 2016 durísimo que tal como
dijo un famoso analista nos hizo extrañar al 2015, y con un 2017 que luce lamentablemente
aun peor. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
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