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Opinión



domingo, 4 de diciembre de 2016

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 281

Impacto del Impuesto sobre la Renta (ISLR) en la política fiscal venezolana

Aguas arriba


El presupuesto de la nación de todo país emergente o desarrollado depende fundamentalmente de la recaudación de impuestos sobre las ganancias, por ser la mejor manifestación de riqueza que puede demostrarse en una jurisdicción en un tiempo medible y finito. El hecho de que dicho tributo sea exitoso, marca el camino del país, considerando que es el fiel reflejo de producción, rentabilidad y eficiencia. El caso en los cuales  los impuestos indirectos sean los más importantes –para el caso venezolano el Impuesto al Valor Agregado (IVA)-, queda en evidencia que principalmente lo que se hace es consumir, afectando con ello a los más desposeídos, y presionando la inflación, por el mayor valor que se da en productos y servicios sujetos al tributo al consumo, sin perjuicio de los casos que se consideren suntuarios, de acuerdo a aspectos principalmente ideológicos.

Para el caso venezolano, el ISLR es apenas un cuarto de la recaudación tributaria, siendo el IVA dos cuartos del total recaudación, lo que demuestra la situación del país durante los últimos diecisiete años, cuando fue reformado el sistema tributario en 1999, momento en el cual se hizo un salto cuántico en el tributo que hasta la fecha era el más significativo en nuestro sistema, con todo y la evasión sistemática que aún se mantenía,  considerando que para el momento el Servicio Nacional Integrado de Administración Tributaria –posteriormente  Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria SENIAT- aún se encontraba en sus primeros pasos y en proceso de renovación tecnológica.

Aguas en el medio

Esto nos hace entender el fondo de las reformas de noviembre de 2014 -principalmente en cuanto a los bancos, instituciones financieras, de seguros y reaseguros- y de diciembre de 2015 -contra sujetos pasivos especiales y los cambios en la disponibilidad de la renta-, donde se persigue conseguir subir la recaudación del ISLR en torno a un segmento de contribuyentes que también se encuentran abatidos por las serias distorsiones económicas que se viven en el país y que presionan sus estructuras de rentabilidad.

Desafortunadamente, estamos en un momento tan crucial, que incluso se siente como medida desesperada el recortar sorpresivamente los lapsos para la presentación de la declaración definitiva de rentas de los sujetos pasivos especiales, incluso dándose casos donde el pago deberá hacerse en el mes de enero de 2017, prácticamente eliminando la posibilidad de hacer revisiones razonables sobre la información financiera que servirá de base para el cálculo del ISLR.

Aguas abajo

De acuerdo a las fuentes públicas, el presupuesto de la república se sustentará en un 83% en la recaudación tributaria, siendo la mitad producto de un impuesto al consumo, que además está sujeto a un sistema de retenciones en la fuente perverso, el cual limita sensiblemente la recuperación automática, coartando el hecho de utilizar créditos fiscales que técnicamente deberían considerarse líquidos y exigibles, en un contexto donde muchas empresas se verán en la necesidad de bajar sus operaciones o incluso cerrar puertas por los impactos laborales e inflacionarios que erosionan los estados financieros y obviamente la rentabilidad.


Lo lógico sería para muchos hacer los llamados down sizing o sencillamente iniciar cierres totales o parciales, con el objetivo de minimizar los impactos originados por la inestabilidad en los mercados, sumado al riguroso control cambiario, producto del incremento de la discrecionalidad gubernamental en el otorgamiento de divisas, aunado a precios bajos del petróleo que se une a la eliminación sistemática del parque industrial y el serio impacto en los beneficios a empleados y por consiguiente post empleo que se están dando, y que en muchos casos no pueden reflejarse en el precio de venta por la dinámica propia de mercados deprimidos. Los tiempos están muy cortos y son muchos los análisis que deben llevarse a cabo, en aras de sobrevivir a un 2016 durísimo que tal como dijo un famoso analista nos hizo extrañar al 2015, y con un 2017 que luce lamentablemente aun peor. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

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