Lo
que nos dejó Keynes
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John
Maynard Keynes cambió el mundo de la economía de forma significativa. Británico de
nacimiento, de profesión economista y con un impacto más que evidente en la
civilización postguerra del siglo XX. Adam
Smith vio al Estado como un actor con papel secundario, dado que entendía
que el mercado debía regularse por sí mismo en un alto porcentaje, mientras que
Keynes consideraba que la
intervención pública directa era necesaria a través de la ejecución de medidas
de política fiscal. Por todo el esfuerzo hecho con el fin de analizar el rol de
los gobiernos, este letrado es considerado como uno de los fundadores de la
macroeconomía que aún hoy estudiamos en las aulas universitarias.
Su
obra principal fue la “Teoría general del
empleo, el interés y el dinero”, libro que marcó un hito importante en los
estudiosos del tema, dado que permitió tener una visión distinta de lo que se
había visto hasta la fecha en las más importantes potencias del mundo, quienes
se fundamentaban en la escuela clásica (denominada así de forma peyorativa por Marx), compuesta principalmente por Ricardo, James Mill, Marshall, Edgeworrht y Pigou. Keynes consideraba
que dichos postulados solo eran aplicables a casos especiales y no generales, dado
que las percibía como no equilibradas e improbables, y que además no
compaginaban con la realidad económica de su época.
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en el medio
Así
como todo empresario o firma personal deben tener un análisis preciso que le
permita visualizar el mayor nivel de rentabilidad o producto, dependiendo de
una producción determinada, valorada en función a la capacidad instalada
operativa (lo que le pudiese permitir prever en qué punto de su producción
estaría obteniendo óptimos beneficios), así mismo el Estado como un todo debe
conocer la medida razonablemente exacta de su intervención gubernamental para
con ello estimular el mercado y al final del día equilibrarlo de forma
apropiada en favor de los indicadores y por consiguiente, de la satisfacción de
necesidades colectivas.
Si
una entidad no entiende el mercado, ni la cantidad de mano de obra, materia
prima y recursos mecánicos y tecnológicos que requiere para su
desenvolvimiento, y se excede de forma desproporcionada en alguno de ellos,
terminará haciendo esfuerzos estériles en aras de obtener ganancias para sus
accionistas. Desde la óptica gubernamental, el manejo incorrecto de recursos
por parte de las instituciones, generará consecuencias que pagaran los
contribuyentes. Al final, es un asunto de oferta y demanda, y ver como se
interceptan de manera provechosa en un contexto sistematizado.
Aguas
abajo
Desde
la perspectiva del consumo, Keynes
desarrolló en su libro lo que denominó como la “propensión a consumir”, estableciendo una serie de factores que son
los que promueven el desplazamiento de la oferta y demanda. Entre éstos tenemos
al: cambio en la unidad de salario; cambio en la diferencia entre ingreso e
ingreso neto; cambios imprevistos en el valor de los bienes de capital, no
considerados al calcular el ingreso neto; cambios en la tasa de descuento del
futuro, es decir, en relación al cambio entre los bienes presentes y los
futuros; cambios en la política fiscal; y cambios en las expectativas acerca de
la relación entre el nivel presente y el futuro del ingreso.
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