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Opinión



martes, 20 de agosto de 2019

Resultados del 2018, retos del futuro

Los indicadores económicos venezolanos correspondientes al ejercicio fiscal terminado el 31 de diciembre de 2018 fueron sencillamente devastadores. Muestran la cruda realidad de un país que esta en verdadera situación critica de cara al futuro A través de dichos resultados, se puede valorar el contexto empresarial de las entidades durante dicho período y los efectos que éstos tienen sobre los resultados a fecha de corte, lo que sin duda alguna muestra todos los bemoles que ha afrontado el empresario local a fin de poder mantenerse en mediano funcionamiento, sin indicios claros de recuperación en el corto, mediano e incluso largo plazo. 
En aras de planificar, es fundamental conocer las circunstancias económicas de cada jurisdicción; es por ello, que debe ser evaluada: la existencia de controles de cambio, controles sobre los pagos de servicios, subvenciones a sectores particulares, obligaciones antidumping, políticas de tipo de cambio, entre otras circunstancias económicas, sociales y políticas que puedan impactar en los negocios y por consiguiente, en sus estados financieros.
De acuerdo con el Informe de Coyuntura del mes de junio de 2018, emitido por la Universidad Católica Andrés Bello, la economía venezolana continúa deteriorándose en forma progresiva y sostenida, aunado a inestabilidad política interna, desplome de los precios petroleros y desequilibrios acumulados por la implementación de una política económica que no ha arrojado resultados positivos. A esto se le suma desestimulo a la iniciativa privada, caída sostenida en la producción petrolera, default desordenado en el servicio de la deuda externa del sector público y el tránsito de una economía de inflación elevada y crónica a una hiperinflacionaria.
Para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en su informe preliminar de las economías de América Latina y el Caribe, se concluyó que para el año 2018 el PIB de la economía venezolana se redujo por quinto año consecutivo. Por otra parte, considera que desde noviembre de 2017 Venezuela presenta tasas de inflación mensuales mayores al 50%, y en lo que va del año la tasa mensual promedia el 127,9%. Menciona que en el año 2018 se introdujeron modificaciones al sistema cambiario y el tipo de cambio oficial del bolívar respecto al dólar, las cuales pareciesen ser insuficientes y poco claras, lo que ha llevado a que sean desestimadas por los actores económicos, producto de la baja credibilidad gubernamental. Además, identifica que las reservas internacionales registraron una caída por cuarto año seguido, y entre diciembre de 2017 y noviembre de 2018 el retroceso fue de un 9,1%. Asimismo, 2018 representa el cuarto año sucesivo en que disminuyó la producción petrolera, y la contracción acumulada entre enero de 2013 y octubre de 2018 supera el 50%. El aumento de los precios del crudo permitió que las exportaciones crecieran un 9,0%, lo que junto al descenso de las importaciones (26,0%) produjo un pequeño superávit en la cuenta corriente de la balanza de pagos. Evidentemente, los picos positivos en el aumento del precio de petroleo no han podido ser aprovechados, dada las deficiencias en los procesos de exploración, extracción, transformación, comercialización y distribución del producto principal y sus derivados. 

A.        Inflación

La inflación está determinada por la variación de precios de bienes y servicios tranzados en un mercado de oferentes y demandantes en un espacio de tiempo. De acuerdo a cifras publicadas por el Banco Central de Venezuela (BCV), Venezuela afrontó una severa hiperinflación durante el ejercicio fiscal terminado el 31 de diciembre de 2018. Tal como se observa en la Tabla 3, los factores de inflación generaron una variación de aproximadamente 130.160,24% en el período de diciembre de 2018 a diciembre de 2017.
Mes/Año
Índice
Variación
Diciembre 2018
110.597.550,20
95,40
Noviembre 2018
56.589.583,50
123,20
Octubre 2018
25.355.573,70
88,10
Septiembre 2018
13.479.980,50
127,70
Agosto 2018
5.919.047,90
76,00
Julio 2018
3.362.789,70
81,40
Junio 2018
1.853.869,60
96,70
Mayo 2018
942.481,00
110,30
Abril 2018
448.124,00
55,80
Marzo 2018
287.622,20
40,90
Febrero 2018
204.074,20
44,70
Enero 2018
141.060,90
66,00
Diciembre 2017
84.970,30
55,60
Tabla 3. Variación de inflación ejercicio 2018. Elaboración propia (2019). Fuente: BCV
No obstante a lo anterior, en vista de la opacidad del BCV, la Asamblea Nacional (AN) decidió  calcular y publicar el Índice Nacional de Precios al Consumidor de la Asamblea Nacional (INPCAN), con el objetivo de determinar el impacto inflacionario en el país. Dicho cálculo arrojó como resultado una inflación de aproximadamente 1.698.488,20% durante el año 2018. Independientemente del indicador que sea considerado, Venezuela tuvo durante el ejercicio 2018 una de las inflaciones más altas de todo el mundo, lo que sin duda alguna ha tenido un impacto significativo en el desenvolvimiento de las empresas que hacen vida en el país, por la poca fiabilidad que existe en cuanto al verdadero comportamiento de este indicador en la economía venezolana, lo que se traduce en una deficiente presentación de cifras contables, dado que se hace prácticamente imposible valorar los bienes, derechos y obligaciones de las entidades locales. Esto ha devenido en un sistemático aislamiento del país con respecto a sus pares, dado que es altamente difícil poder interpretar lo que realmente ocurre puertas adentro.
De acuerdo al BCV en su Boletín Económico Enero-Febrero 2019 / Año 23, “en los momentos actuales el análisis de los datos da cuenta de la existencia de una escasez de bienes y servicios en un episodio hiperinflacionario que está erosionando el bienestar de la población venezolana”; para ello, las autoridades iniciaron durante el segundo semestre de 2018 un proceso de ajuste de los instrumentos de política monetaria, con el fin de reducir el ritmo de expansión de los agregados monetarios y atenuar las presiones sobre el mercado cambiario, y de esta manera incidir sobre los niveles de inflación prevalecientes. Tal como se logra ver en el Gráfico 1, los rubros más afectados por la inflación fueron los relacionados con servicios, tales como: alquiler de vivienda, servicios de vivienda (excepto teléfono), bienes y servicios diversos, salud, transporte y restaurantes y hoteles. El rubro de bienes de consumo no tuvo el mismo impacto, principalmente por algunos controles remanentes que aún permanecen instaurados, y por el gran impacto que tiene el mercado informal dentro de la economía del país. Aun cuando el BCV habla de escasez, la verdad pudiese estar orientada a la imposibilidad que tienen los consumidores de adquirir bienes y servicios, considerando la brecha existente entre el salario mínimo y el precio de la canasta básica. Siendo así, es altamente probable ver comercios repletos de bienes locales e importados con rotación baja o selectiva, dependiendo del sector social al que estén dirigidos los mismos.
Gráfico 1. Inflación 2018 por rubro. Elaboración propia (2019). Fuente: BCV
Por otro lado, tal como lo indica una de las más importantes consultoras empresariales del país, la inflación subyacente ascendió durante el 2018 a más de 3MM%, lo que sin duda alguna demuestra la severa crisis del país, con proyecciones aún más alarmantes para el 2019. Esta cifra deja atrás los datos proporcionados por la AN y mucho más atrás a los proporcionados de forma estéril y extemporánea por el BCV.
Desde el punto de vista teórico, la inflación subyacente (core inflation) considera los productos energéticos y los alimentos sin elaborar, quienes tienden a sufrir importantes fluctuaciones producto de circunstancias endógenas y exógenas que tienden a afectar sus precios. De igual forma, a fin de garantizar mayor fiabilidad, la inflación subyacente no considera bienes y servicios administrados (dado que normalmente se encuentran altamente regulados) y algunos concertados entre proveedores, consumidores y estados de forma abierta. En ese sentido, dicho cálculo proporciona una mejor aproximación de la inflación, más allá de que las empresas que se encargan de dicho cálculo no cuentan con la misma estructura del BCV.

B.        Producto interno bruto (PIB)

El producto interno bruto es el valor de los bienes y servicios producidos en un país, bien sea mediante el uso de factores de producción nacionales o extranjeros, durante un período determinado. El Banco Central de Venezuela no ha publicado cifras relacionadas con el Producto Interno Bruto para el año 2018; los mismos se encuentran actualizados hasta el 2017. Tal como se muestra en el Gráfico 2 (provisionales), a valores constantes, el PIB ha descendido de forma significativa en al menos los últimos cinco años.
De acuerdo a  la CEPAL, para el 2018 se calcula una contracción de 15%, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima una caída de 18%. Ambos indicadores demuestran la limitada capacidad de generar riqueza internamente. La caída es evidente, sistemática y por momentos imparables. Una de los grandes desastres se han centrado en las empresas que en algún momento fueron privadas y que posteriormente fueron tomadas por el gobierno nacional de manera irregular. Muchas de ellas ya han desaparecido y otras tantas están apenas sobreviviendo. La falta de seguridad jurídica es un elemento que no permite visualizar la recuperación del PIB, dado que los empresarios e inversionistas requieren razonables niveles de certeza para con ello poder gerenciar riesgos medibles. 
Toda jurisdicción coloca sobre la mesa una importante nivel de riegos; no obstante, el caso venezolano ha dejado ver lo dañino que se vuelve la intervención caprichosa del Estado en la producción de bienes y servicios, no siendo esta su razón principal de existir. Esto multiplica de forma significativa el nivel de riesgos, sin perjuicio de lo ineficiente que ha sidoel Estado en la administración y gestionamiento de servicios de todo tipo, dejado en evidencia en notarias, registros, empresas de telecomunicaciones, electricidad, agua, seguridad, transporte, educación, entre otras.
Gráfico 2. PIB a precios constantes 2008-2017 (Provisional). Elaboración propia (2019). Fuente: BCV


C.        Reservas internacionales

Las reservas internacionales son el conjunto de activos financieros sobre el exterior en poder o bajo el control de las autoridades monetarias, las cuales están a su disposición para atender desequilibrios de la balanza de pagos. Estos activos constituidos principalmente por oro, divisas, derechos especiales de giro, depósitos en bancos extranjeros y posición ante el Fondo Monetario Internacional, están a disposición de dichas autoridades para servir como medios de pago de las transacciones corrientes y financieras que realiza el país con el resto del mundo, y a la vez para respaldar el valor interno y externo de la moneda nacional. En Venezuela la autoridad monetaria que centraliza y administra las reservas internacionales del país es el Banco Central de Venezuela. Tal como se puede apreciar el Gráfico 3, las reservas venezolanas han ido descendiendo de forma consistente durante los últimos cinco años, con un ligero repunte durante el último semestre del 2018, al ser comparado con el primer semestre del mismo año.
Gráfico 3. Reservas internacionales 2014-2018. Elaboración propia (2019). Fuente: BCV


D.        Tipo de cambio

Tal como se muestra en el Gráfico 4, el tipo de cambio ascendió significativamente durante todo el ejercicio fiscal terminado el 31 de diciembre de 2018, hasta cerrar el 28 de diciembre en Bs636,58455 y Bs638,18000 por cada dólar americano para la compra y para venta, respectivamente,. A valores reconvertidos, el tipo de cambio oficial del 01 de enero de 2018 fue de Bs0,03337 y Bs0.033450 por cada dólar americano para la compra y para la venta, respectivamente,  lo que demuestra una importante y devastadora devaluación del tipo de cambio oficial.

Gráfico 4. Tipo de cambio oficial 2018. Elaboración propia (2019). Fuente: BCV
Aun cuando se ha iniciado el camino para el desmontaje del sistema de control de cambio, los resultados no se han materializado a todos los niveles de la economía, por lo que se desconoce los beneficios que estas medidas han ocasionado a los factores productivos del país. Desafortunadamente, los actores económicos no han visto eficiencia y transparencia en dicho desmontaje, por lo que prácticamente no forma parte aun de la ecuación de las entidades en aras de poder llevar transacciones multimonedas. Sin duda alguna, todo pasa por la poca confianza que se tiene sobre el manejo gubernamental, impidiendo que la banca realice el trabajo que se realizaría en cualquier país del mundo moderno.
Sencillamente, los actores prefieren mantenerse al margen de dichas iniciativas gubernamentales, y sobreviven con métodos prehistóricos. Para poder garantizar transparencia, la banca y el sector privado en general deben contar con todas las condiciones fundamentales para con ello poder hacer una gestión de intermediación sana, que impulse la importación, exportación, producción, distribución y venta de bienes y servicios sin mayores limitaciones (dentro del marco de la legalidad razonable) bajo condiciones de mercado abierto.

E.        Tasas de interés activa y pasiva

La tasa de interés activa es la que es cobrada por los bancos a sus clientes, mientras que la tasa de interés pasiva es que la que pagan las instituciones financieras a sus depositantes; todo esto con el fin de llevar a cabo el proceso de intermediación financiera.
El manejo de la tasa de interés activa y pasiva también es considerado dentro de las políticas fiscales efectuadas por el gobierno nacional, a fin de mitigar el impacto de la hiperinflación, aumentando o disminuyendo la liquidez monetaria, dependiendo de las necesidades de la nación. En la Tabla 4, puede observarse el tipo de interés de cierre, de acuerdo a lo publicado por el BCV. Se presenta comparativamente para los años 2018 y 2017.
Tipo
2018 %
2017 %
Activa
22,11
21,55
Pagarés
22,46
21,98

Préstamos
21,54
21,07

Descuentos
23,98
22,42

Tasas de interés modal
24,00
24,00

Depósitos de ahorro
12,52
12,53

Cuentas corrientes remuneradas
0,35
0,43
Depósitos a plazo
Total
14,55
14,65
Menos a 30 días
14,57
14,51
30 días
14,51
14,71
60 días
14,51
14,75
90 días
14,76
14,63
Mayor a 90 días
14,64
14,55

Captaciones nominativas a la vista
4,85
3,21
Tabla 4. Tasa de interés activa y pasiva al cierre del 2018. Elaboración propia (2019). Fuente: BCV
El incremento del encaje legal y la hiperinflación se han convertidos en severos desestimulo en favor de la intermediación financiera, lo que ocasionó la eliminación sistemática de los productos de financiamiento a toda escala. En estos momentos prácticamente han desaparecido las tarjetas de crédito, créditos al consumo y cualquier otro producto análogo. De igual forma, en el mundo empresarial, el financiamiento como capital de trabajo es inexistente. Evidentemente, las instituciones financieras han disminuido su presencia en el país a la espera de mejores condiciones, cuando en el pasado fueron de los principales y mejores empleadores del país. 

F.         Reconversión monetaria

La reconversión monetaria es la modificación total del cono monetario vigente, lo que implica el cambio de escala monetaria y de todo lo que se exprese en la moneda reconvertida. La reconversión monetaria entró en vigencia el 20 de agosto de 2018, generando una nueva escala monetaria de los precios de bienes y servicios. La nueva escala monetaria, implicó dividir entre cien mil (100.000) o correr la coma cinco lugares hacia la izquierda de todos los precios tranzados en el mercado nacional, así como de cualquier otra cifra que implicase la necesidad de ser monetizada. La nueva denominación durante el tiempo de transición fue: “Bolívar Soberano”. Siendo así, dicha medida tuvo incidencia en empresas comerciales o industriales, alcaldías, registros y notarías, ministerios, gobernaciones, universidades, clínicas, hospitales, bancos, empresas de seguros, cooperativas y, en general. De igual forma, se divulgó a todos los ciudadanos a fin de que estuviesen en la capacidad de hacer y registrar cualquier operación en la nueva escala monetaria.
De acuerdo al BCV, la reconversión monetaria incidió favorablemente en el uso y manejo del dinero nacional, al tiempo que mejoró la eficiencia de los medios de pago y aligeró los sistemas de cómputos y registros contables, sin perjudicar el poder adquisitivo de los particulares.

G.        Encaje legal

De acuerdo con el Boletín Económico Enero-Febrero 2019 / Año 23 emitido por el Banco Central de Venezuela, el encaje legal ha sido una  de las principales medidas tomadas por el gobierno nacional, a fin de hacer reaccionar la economía venezolana. Al respecto, la entidad considera las siguientes definiciones de importancia técnica:
Encaje legal: se refiere al porcentaje de obligaciones que las instituciones bancarias deben mantener como reserva obligatoria en el BCV. En la medida en que aumenta el coeficiente de encaje o porcentaje que, mediante resolución, las instituciones bancarias deben mantener en el BCV, aumenta la porción de las reservas bancarias no disponibles para la creación del crédito. La banca puede decidir tener en sus cuentas en el BCV un monto mayor de dinero que el exigido que se denomina reservas bancarias excedentes mantenidas en el BCV, mientras que a los montos que deben mantener por constitución de encaje se les llama reservas legales. Actualmente, el encaje legal se calcula de dos formas:
i) Sobre las bases de reservas de obligaciones netas e inversiones cedidas, contabilizadas a una fecha determinada, se le aplica un coeficiente o porcentaje comúnmente denominado coeficiente base de reservas.
ii) Sobre el saldo marginal o incremento tanto de las obligaciones netas como de las inversiones cedidas observadas respecto a sus bases de reservas, de conformidad con las evaluaciones realizadas por el emisor. A este incremento se le aplica un coeficiente denominado marginal.
En el cálculo del encaje legal se emplean las definiciones siguientes:
• Obligaciones netas: se refiere a todos los depósitos, captaciones, obligaciones u operaciones pasivas, incluyendo y excluyendo algunas operaciones identificadas mediante resolución.
• Inversiones cedidas: cesión de los derechos de participación sobre títulos o valores efectuada por las instituciones bancarias.
• Bases de reservas: montos totales de las obligaciones netas o de las inversiones cedidas contabilizadas a una fecha preestablecida por el BCV.
• Saldo marginal: es el monto correspondiente del incremento que se genere tanto en las obligaciones netas como en las inversiones cedidas respecto a sus bases de reservas. En otras palabras, se refiere al comportamiento observado a partir de la fecha establecida como base de reserva.
En ese sentido, de acuerdo al BCV, “el Instituto impuso un encaje especial no remunerado del 100%, a ser aplicado de manera uniforme sobre el incremento de las reservas bancarias excedentes observadas al cierre del 31 de agosto del 2018”. Posteriormente, “anunció el 10 de octubre de 2018 un incremento de 9,5 puntos porcentuales en el coeficiente de encaje sobre `base de reserva´ de obligaciones netas e inversiones cedidas, para situarlo en 31%”, “Asimismo, ajustó el coeficiente de encaje aplicado a las obligaciones contraídas en moneda extranjera, ubicándolo en 31%. En cuanto al coeficiente de encaje sobre el saldo marginal, el emisor estableció que el encaje “marginal”, que actúa sobre el monto correspondiente al incremento de las obligaciones netas respecto a su base de reserva, pasaría de 31% a 40% y actualizó la fecha de referencia asociada a las bases de reservas de obligaciones netas e inversiones cedidas al 28/09/2018. Estas medidas entraron en vigencia a partir del 22 de octubre de 2018”.
El 30 de noviembre de 2018, el BCV, sobre la base del comportamiento observado y de las proyecciones de los agregados monetarios, evaluó y anunció nuevas decisiones en materia de encaje legal. En esa oportunidad, modificó la base de referencia para el cálculo del encaje especial, al considerar el 80% del saldo mantenido en las reservas excedentes al 31 de agosto de 2018 (antes 100% del saldo) por las entidades del sistema bancario nacional. En esa misma fecha se incrementó el encaje marginal de 40% a 50%; ambas modificaciones se implementaron a partir del 10 de diciembre de 2018.
El 9 de enero de 2019, la autoridad monetaria ajustó el encaje especial, considerando nuevamente para su cálculo el 100% de las reservas bancarias excedentes al 31 de agosto de 2018 (antes 80% del saldo). Es importante puntualizar que adicionalmente estableció para el encaje especial mantener un monto fijo igual al 50% del constituido el 28 de diciembre de 2018. Este encaje tuvo como propósito incidir de manera transitoria en el crecimiento de los agregados monetarios. Asimismo, fue ajustado el encaje marginal de 50% a 60%. Estas medidas se instrumentaron a partir del 14 de enero de 2019.

H.        Sector petrolero venezolano

Para Key y Villarroel (2018), “en 1996 el país producía 3,13 millones de barriles diarios. En 2018 —si se mantiene la tendencia de pérdida de al menos 40.000 barriles diarios por mes, observada desde diciembre de 2017, según los reportes de la OPEP (2018) — es probable que la producción alcance a fin de año un promedio de 1,4 millones de barriles (o 1,1 millones en diciembre): una pérdida de dos tercios de la base económica del país”. De acuerdo a informe publicado en el mes de enero de 2019 por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la producción venezolana tuvo una reducción diaria de 572.000 barriles. Dicho organismo considera que la producción ha sido aproximadamente, en promedio, de 1.339 millones de barriles diarios.
Por otro lado, la estatal venezolana ha manifestado la caída de 519.000 barriles diarios, para una media en 2018 de 1.516 millones de barriles diarios. Este ha sido el peor performance de la industria venezolana en las últimas décadas, con una importante disminución de taladros en funcionamiento y con los inminentes efectos producto del régimen de sanciones impuestos por los Estados Unidos de América para con estado venezolano.
De acuerdo al Informe de Coyuntura emitido por la Universidad Católica Andrés Bello, se resalta la reducción de los ingresos fiscales de origen petrolero, ya no sólo explicada por la evolución del precio del petróleo en los mercados internacionales (que ha tendido a recuperarse en los últimos meses, aunque con extrema volatilidad) sino, sobre todo, por la reducción brusca en los niveles de producción petrolera interna. De acuerdo al informe, la caída en la producción es consecuencia de la falta de inversión en los últimos años, las sanciones internacionales puestas en práctica en 2017 y 2018, y las difíciles relaciones con los proveedores tradicionales de bienes y servicios a la industria, que se han visto agravadas por los crecientes problemas en el flujo de caja de la estatal venezolana y el default en el servicio de la deuda externa.
Los retos para el 2019 y años siguientes son muchos. La solución aun no se puede percibir, dado que la diatriba política partidista se ha extendido de forma significativa, no dando cabida a soluciones pragmáticas y viables en favor de los actores económicos, si no tan solo como una suerte de pugna para mantenerse en el poder o tomarlo sin una claridad total de lo que ocurrirá el día después de retomar un camino democrático. Lo importante es que las empresas deben atender a nuevos esquemas de negocio, que permitan sostenibilidad en un ambiente tan adverso, y que de una u otra forma sea replicable o ajustable de forma sencilla en un mundo abierto al mercado.

Fuentes:         
Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (ANRBV)
Banca y Negocios
Banco Central de Venezuela (BCV)
CEPAL
Debates IESA
Ecoanalítica
Informe de Coyuntura Universidad Católica Andrés Bello

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