Siguiendo con lo que les comentaba la vez pasada en cuanto al deterioro de los activos, la gerencia de la Compañía debe realizar una evaluación cada año de cómo se encuentran sus activos y si operativamente tienen algún indicio de deterioro. Nuestra finalidad como auditores será la de evaluar si existe algún indicio de que tales activos (ya sea propiedades, planta, maquinaria, equipos u otros) de la Compañía durante el ejercicio que estemos revisando o auditando presentan deterioro.
El valor de uso, definido en la NIC-36, indica “es el valor actual de los flujos futuros de efectivo estimado que se espera obtener de un activo o unidad generadora de efectivo,” incluyendo su desincorporación al final de su vida útil. Los flujos futuros de fondos son los ingresos estimados que se espera produzca el uso de los activos durante su vida restante (vida útil remanente), menos los costos y gastos de operación atribuibles a dichos ingresos.
La Norma establece que se deteriora el valor de un activo cuando el valor en libros del mismo excede a su importe recuperable. La Compañía debe evaluar en cada fecha de cierre del balance, si existe algún indicio de deterioro del valor de sus activos. Si se detectase algún indicio, la Compañía deberá estimar el importe recuperable del activo en cuestión.
Al evaluar si existe algún indicio de que el activo puede haber deteriorado su valor, la Compañía debe considerar, las fuentes externas e internas. Entre las que le puedo mencionar: a) Si durante el período, el valor de mercado del activo ha disminuido significativamente mas que lo que cabría esperar como consecuencia del mero paso del tiempo o del uso normal; b) Si durante el período han tenido lugar, o van a tener efecto en el futuro inmediato, cambios significativos con una incidencia adversa sobre la empresa, referentes al entorno legal, económico, tecnológico o de mercado en los que ésta opera, o bien en el mercado al que está vinculado el activo en cuestión; c) El valor en libros de los activos que la empresa presenta, en sus estados financieros, es mayor que su capitalización bursátil; d) Se dispone de evidencia sobre la obsolescencia o deterioro físico del activo; e) Durante el período han tenido lugar, o se espera que tengan lugar en el futuro inmediato, cambios significativos en la forma o manera en que se usa o se espera usar el activo, que afectarán desfavorablemente a la empresa; entre tales cambios pueden encontrarse los planes de interrupción o reestructuración de la operación a la que pertenece el activo, o que se haya decidido la desapropiación del mismo antes de la fecha prevista; y f) Se dispone de evidencia, procedente de informes internos, que indica que el rendimiento económico del activo es, o va a ser, peor que el esperado.
Como pueden observar este tema se vuelve interesante y lo indicado acá son algunos elementos que espero les sea de utilidad en los análisis o evaluaciones que como responsables de la gerencia o auditores debemos documentar claramente y con evidencia suficiente y competente. Espero esta guía les sea de provecho.
Hasta una próxima entrega.
Marcos M. Soler P.
@mmsoler
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