Hace unas semanas hacía memoria de tantos aspectos técnicos
que en los actuales momentos solo podemos figurarlos en el plano estrictamente
teórico, y entre añoranzas y anécdotas vemos como las limitaciones propias de
un mercado controlado, no permite que la fluidez de los negocios sea la de
antaño, aun cuando sabemos que son figuras lícitas, de común uso y en algunos
casos bastante rentables en una gestión de trabajo sana.
Es poco probable que veamos ejecutivos pensando en hacer
inversiones estratégicas, a fin de optimizar excedentes de caja en algún
momento de febril liquidez, por lo que en estos momentos nos jactamos
sugiriendo la compra de bienes inmuebles que como todo buen activo no monetario
se revalorizarán a una velocidad sustancialmente mayor a la seguridad que las
entidades financieras pudieran darnos, por los mismos recursos en un espacio de
tiempo similar. Afortunadamente contamos con un sistema bancario que garantiza los
haberes de los cuentahabientes, por lo que no es una decisión riesgosa, aunque
si con una pérdida implícita inminente.
Ahora, las formas de ser rentable son por momentos
antilógicas y parecidas a una historia confeccionada a mano en un standup comedy de una noche de sábado,
por lo que vale más tener un olfato a prueba de resfriados y no un MBA en la mejor institución del planeta,
para poder hacer rentable cualquier inversión. Este sin sentido, ha traído por
momentos un grave desapego a la meritocracia, permitiendo que esa actitud
visceral se lleve a áreas que en el pasado eran altamente tecnificadas.
Aguas en el medio
Vemos con asombro como es prácticamente innecesario planificarse
de forma sistemática. Pareciese que debemos llevar nuestros negocios al ritmo
del destino y no de forma coherente, como me gustaría ver los negocios. Es
infinitamente improbable el presupuestar y mantener un mes a mes, donde las
variaciones fuesen razonables y sobre todo explicables a un tercero. El presupuesto
meramente se convierte en una herramienta de advertencia relativa, donde el
preparador del mismo corre el riesgo de ser un completo ignorante de la materia
y del sector en el cual se desarrolle.
Si nos detenemos por un momento, vemos que todo aquel que
haya presupuestado con un tipo de cambio de Bs.6,30 por dólar, súbitamente sus
costos se duplicaron de un plumazo, gracias al nuevo mecanismo que
rimbombantemente seguimos con detalle en la prensa y demás medios de
comunicación, para de una u otra forma predecir los precios de los bienes y
servicios que consumimos y consumiremos con poca o mucha frecuencia.
El querer parafrasear estos fenómenos, con el objetivo de
explicarlo a inversiones extranjeros, proveedores y relacionados, es una suerte
de chiste colectivo, donde de entrada debemos disculparnos por ser tan
particulares, sin detenernos a pensar que nos hemos convertido en una gran
distorsión.
Aguas abajo
Queda mucha tela por cortar, por lo que de nuestro ingenio y
paciencia algo surgirá. Mientras tanto, hay que tratar de entender cada día más
el mercado, para no engrosar las listas de los que quisieron pero no pudieron. Si
usted está haciendo negocios que antes nunca pensó serían rentables, bienvenido
al mundo del emprendimiento forjado desde los cimientos de lo interpretable.
Desde hace muchos años, una frase romántica dicha por televisión en un acto
público, puede convertirse en la nueva moda que desembocará en chorros y
chorros de dinero para el que con mucha astucia decida con tinta y sudor dejar
estampado el comentario en cuestión y ver como inmediatamente un “Se habla
gocho”, se convierte en un knock out
fulminante para los que pensaban que hacer cosas rentables se fundamentaba en
sentarse frente a muchos monitores con gráficos y tablas.
En ocasiones me pregunto si mi sorpresa es producto de ver
la rentabilidad de esos negocios o del hecho de que no se me ocurrió antes.
Quizás si me hubiese ocurrido, mi columna se trataría de motivación de cómo con
tan solo tener los oídos atentos, se puede hacer una fortuna gracias a la tinta
y un poco de tela unicolor. Hasta una
próxima entrega. @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com
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