Aguas arriba
La creación de nuevos negocios en una economía formal, traen consigo la generación de empleo productivo, pago de tributos a todo nivel geopolítico y el piso que motivará el nacimiento de nuevos emprendimientos, inspirados en el efecto multiplicador que genera la formalización de una entidad.
El estar interesado en iniciar un negocio, crea la obligación de los accionistas de acogerse a todo una dinámica legal y jurídica que es paralela al hecho de fondo que es el diseñar y ejecutar un proyecto del tamaño que sea.
No es fácil tomar la decisión, pero una vez que el proyecto toma forma y se empiezan a ajustar todas las piezas, todo empieza a tener sentido, siempre y cuando el emprendimiento logre alcanzar sus metas en el corto, mediano y largo plazo.
Aguas en el medio
No es para nada cómodo tener que tomar decisiones de negocio, que generen desembolsos con el fin de lograr el ansiado crecimiento que todos esperamos; sin embargo, debe ser parte del plan y por ende debe ser respetado y aplicado en lo posible.
Honestamente es para sentir presión extra, el hecho de que cada error puede traer consigo más y más consecuencias y por un momento nos hace dudar de si el camino que estamos tomando es el correcto. Siempre habrá gente que nos apoye, pero también siempre habrá gente que arrugue la cara, logrando generar un hueco en la motivación por una fracción de segundo.
Tomar un camino distinto es un error. Por más que parezca interesante estar de espaldas a todo esto e iniciar el camino de los informales, puede que traiga en el corto plazo una mayor ganancia, pero sin duda alguna no permitirá sentar las bases para un negocio autosustentable.
Aguas abajo
Puede ser complicado que el Estado, a cualquiera de sus niveles, promueva la informalidad de los negocios, ya que esto atentará directamente con la recaudación del sistema tributario y con la generación de empleo productivo, creando así un sub mundo económico que en nada beneficiaría a los intereses de la República como un todo.
Mientras sigamos por el camino de la formalidad, nos equivocaremos, en algunos casos perderemos dinero y por momentos pensaremos que no pasamos del siguiente mes; lo más interesante e increíble de todo, es que el verdadero emprendedor se alimenta de lo imposible para hacerlo posible.
Tomar trochas
puede sonar tentador. Puede parecerse al canto de la sirena que nos lleva
levitando por un camino más rentable, pero con un suelo lodoso. No hay nada
como construir de bloque en bloque, y luego voltear y ver que se está generando
empleo productivo y por sobre todo, se está dejando valor agregado a los que
están alrededor. Estimulando la reventa, la especulación y la informalidad, se
abre un inmenso hueco en la tributación, se le da pie a formas de generación de
ingreso de dudosa legalidad y en general no se sientan las bases para el
nacimiento de nuevas formas de hacer negocios en un ambiente siempre cambiante.
No desviemos la mirada y aguantemos el temporal con coraje y más trabajo. Hasta una próxima entrega. @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
Foto: Barcelona, España
No desviemos la mirada y aguantemos el temporal con coraje y más trabajo. Hasta una próxima entrega. @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
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