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Opinión



domingo, 26 de enero de 2014

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 132

Concesiones 

Aguas arriba

Para nadie es un secreto que el sector privado -normalmente- trabaja con niveles más altos de eficiencia. En el sector privado siempre priva el hecho de hacer las cosas de la calidad requerida -para evitar riesgos de demandas-, en tiempo -con el objetivo de poder iniciar nuevos proyectos- y de forma rentable -para la obtención de la ganancia mínima esperada-. Al unirse todos estos elementos, se logran engranar todas las piezas necesarias para la ejecución de proyectos de cualquier envergadura.

Si los proyectos son llevados a cabo con algún Estado o ente público, se le deben sumar elementos de contraloría y fiscalización, que garanticen que el proyecto se haga sin vicios de corrupción y que la obra en vez de ser  una solución, se termine convirtiendo en un gran problema y ejemplo de ineficiencia de parte y parte.

¿Han escuchado el término "BOT"? Estas son las siglas en ingles de Construir, operar y luego transferir -Built, operate and transfer- la obra ejecutada, encomendada por algún ente público con evidente interés social.

Aguas en el medio

Imaginen por un momento una autopista de cuatro canales en cada sentido, con un tren en paralelo a toda velocidad que cruce todo el país de punta a punta y que sea administrado, gestionado y mantenido en su totalidad por una empresa privada por una cantidad de años determinada y que su funcionamiento sea óptimo.

Imaginen que la autopista y el tren fueron financiados en su totalidad por dichas empresas privadas y que el tiempo que sea administrado por ellas, es el tiempo razonable para poder recuperar la inversión y tener una ganancia razonable.

Piensen que para hacer el negocio atractivo para extranjeros, incluso el gobierno decide que su utilidad estará libre de impuestos y que solo deberá dejarse fiscalizar cada año para verificar el cumplimiento administrativo, seguridad en el medio ambiente de trabajo y aspectos de índole laboral. Además de eso, ninguna norma que sea modificada en tiempo razonable tendrá efectos para ellos, a menos que mejore sus condiciones.

Ahora chequeen los precios para utilizar el tren y la autopista y vean que aun cuando son más seguras y rápidas tanto para personas como para cargas, puede resultar algo costoso, por lo que el gobierno mantendrá las vías que actualmente están disponibles y que su tránsito será libre de tasas, para que de esa forma, las personas y empresas que no quieran utilizar la autopista/tren, sean libres de transitar o no por allí.

Aguas abajo

Ahora lleve esto a cualquier medio de transporte, museos, áreas recreativas, recolección de basura, puertos, aeropuertos, etc., y verá como la tecnología, las buenas prácticas y la prosperidad van creando una red  de beneficios que no originaran desembolso primario del Estado, por un activo que pasará a su poder tarde o temprano.

Todo este escenario se conoce como concesión de obra pública, donde se le entrega a un tercero la responsabilidad de diseñar, planificar, financiar, construir, conservar, ampliar o reparar un bien público, a cambio de una contraprestación que deberá ser pagada por los usuarios del mismo por un tiempo acordado.

Hay algo muy importante que en ocasiones no se pondera. Los inversionistas toman los riesgos, ponen el capital y tratan de ser eficientes en lo posible. Con todo esto, transfieren el "know how" de lo hecho, permitiendo a cualquier país, la posibilidad de llevar a cabo sus propios retos, generando cada vez más desarrollo. Soñando un poco con los ojos abiertos en fórmulas para llevar a cabo proyectos que beneficien a todo un colectivo. Hasta una próxima entrega. @wlagc http://garciagomezsoler.blogspot.com/

Foto: Monagas, Venezuela

1 comentario:

  1. Excelente enfoque!. Creo que nos falta mucha mas iniciativa privada que deje los temores de lado y proponga modelos de gestion de capital democratizado que financie los proyectos visionarios que necesitamos. Estoy seguro que el gobierno socialista actual no podria rechar las permisologias si los promotores tienen de socio a cientos o miles de inversionistas. Hay que abrir el debate y ser mas practicos para disenar y ejecutar los proyectos. El reto no sera el financiamiento sino la voluntad de querer accionar.

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