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Opinión



domingo, 24 de agosto de 2014

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana Nº 162

Motivación gerencial

Aguas arriba


Hace muchos años, en una entrevista de trabajo, como parte del cuestionario se me preguntó sobre mis aspiraciones a largo plazo. Yo estaba iniciando mis 20's y estaba en la entrevista del trabajo al que le quería dedicar una cantidad de tiempo indeterminada de mi carrera profesional, por lo mi respuesta con altos niveles de motivación fue: "ocupar esta oficina cuando usted se retire". No fue planificado, fue una respuesta que salió de la nada y del todo al mismo tiempo y con ella se redondeaba todo el concepto en tan solo unas pocas palabras.

Hoy por hoy, ocupo mi propia silla y sigo aún con altos niveles de motivación desde una perspectiva distinta, lo que hace que ya no aspire una oficina y sus pros y contras, sino crecer cada vez más en un concepto de autosustentabilidad claro y viral para con mis colaboradores.

Aguas en el medio

Ahora bien, desde esta acera, el tipo de gerente que espero debe sentir ese mismo golpe en el pecho que yo sentía hace unos años atrás y mucho más. La tecnología y los métodos han cambiado, por lo que se pueden hacer más cosas en menos tiempo y seguir siendo igual de efectivos, con una alta dosis de equilibrio. Siendo así, no espero de un gerente el reclamar mi silla -aún estoy joven para abandonarla-, espero que quiera ganarse una a mi lado para hacer cosas más grandes de las que actualmente se están haciendo. Si aspira menos que eso, solo seguirá siendo un gerente con actuación de técnico, lo cual no es malo, pero tampoco es suficientemente bueno.

El gerente de hoy no solo se debe ocupar de las obligaciones inherentes a su cargo. Eso sencillamente es subvalorar sus habilidades profesionales y con ello su performance. El gerente moderno debe aprender a ver los negocios como un todo, tratando de anudar esas trenzas que solo se pueden ver si vemos las cosas de una óptica general, sin dejar de lado los detalles. Es una tarea compleja, dado que se debe ver todo a muchos distintos niveles, para tratar de traducir lo que los emprendedores ven del negocio como concepto. El gerente que constantemente dice que ya hizo su parte, realmente lo que demuestra es que aún tiene cierta desconexión con la visión y la misión de la empresa.

Aguas abajo

En una oportunidad, alguien me comentaba que iba a pedir un aumento porque pensaba que estaba dando mucho más de lo que el resto daba y que su actuación redundaba definitivamente en mejoras sustanciales para el negocio. La persona insistía en que su aporte era tangible y que por consiguiente debía ver mejoras.

Mi respuesta fue clara; si tu aporte es tal, mereces ser accionista, no asalariado. De su expresión, me quedó claro que no estaba preparado para tal respuesta, dado que parecía estar dispuesto a luchar por los sueños de otros y no por los propios. Hasta una próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

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