Transparencia
Aguas arriba
De acuerdo a estudios realizados en Alemania por la ONG
Transparencia Internacional, la corrupción gubernamental sigue siendo actualmente
uno de los grandes problemas de la humanidad. Partidos políticos, policías/ fuerzas
armadas y los sistemas judiciales son los que tuvieron peor apreciación en el
nombrado estudio anual, que se realiza para crear un ranking mundial sobre la
percepción de la ciudadanía en cuanto a la corrupción en cada uno de las
naciones que forman parte del trabajo.
Un indicador importante está relacionado con la prosperidad,
dado que los mayores índices de corrupción se ven en países con niveles de calidad
de vida en descenso, o ya bajos al momento del estudio, por lo que pareciese
que la corrupción está íntimamente relacionada al sentimiento de zozobra de que
la situación es difícil y puede empeorar. Por el contrario, en países con
niveles altos de calidad de vida, los agentes tratan de obtener resultados
positivos de forma lícita.
En Europa, uno de los casos más preocupantes es el de
España, considerando los problemas que se han presentado con los partidos
políticos, la realeza y los sindicatos, prendiéndose nuevamente alarmas sobre
la forma como se está manejando dicha jurisdicción, lo que sin duda alguna
alerta al resto de la comunidad.
Aguas en el medio
Por otro lado, los paladines de la justicia son países como
Dinamarca y Nueva Zelanda, los cuales siguen rompiendo todos los esquemas sobre
la forma correcta como se deben hacer las cosas desde todos los puntos de
vista.
La justicia no es la excepción, por lo que cuentan con sistemas
que muestran altísimos estándares, lo que garantiza que la convivencia
ciudadana se mantenga al más alto nivel. Lo opuesto de esto son países como
Somalia, Corea del Norte y Afganistán, siendo percibidos como jurisdicciones con
importantes problemas de corrupción, donde pareciese que no puede hacerse
transacción alguna, si los agentes no utilizan el tráfico de influencia y otros
métodos ilícitos para hacer que las cosas pasen.
Algunos de los problemas más grandes están asociados al
abuso de poder, acuerdos privados y el soborno, convirtiéndose de una u otra
forma en un método de sobrevivencia para los que hacen vida en dichas
jurisdicciones. En términos prácticos estaríamos hablando de múltiples
alcabalas para particulares y empresarios que desean hacer transacciones
inicialmente licitas entre ellos, o con el Estado.
Aguas abajo
El estudio hace énfasis en que todos los países sufren en
mayor o menor medida de este flagelo; no obstante, el problema se agrava cuando
los sujetos que hacen vida lo ven como modus vivendi y lo incluyen como parte
del modelo de conducta habitual, pasando desapercibidos los procedimientos lícitos
y además se repotencian cuando personeros importantes apoyan de forma directa o
indirecta dichas prácticas. Se convierte de a poco en un asunto social, transformándose
en una conducta permitida culturalmente.
A mayor transparencia, menor corrupción y a menor
transparencia, mayor corrupción. Son inversamente proporcionales. Cuando un
país desea guardar todo debajo de la alfombra, la corrupción se apodera rápidamente
del sistema.
De este lado del mundo, Chile y Uruguay son vistos como los líderes
en transparencia; lamentablemente, Venezuela y Paraguay están del otro extremo
del listado, lo que nos pone en una desventaja importante al momento de
vendernos como receptores de inversiones.
Entre las principales economías del mundo, tenemos que EEUU,
Japón, Alemania y Reino Unido gozan de posiciones interesantes, por lo que
definitivamente se denota el elemento prosperidad y corrupción como
excluyentes.
Esperamos que para el caso local, de a poco vayamos
escalando la montaña y estemos eventualmente al mismo nivel de nuestros vecinos.
Sigamos trabajando individualmente en ello. Hasta la próxima entrega @wlagc
http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
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