Procesos
Aguas
arriba
El
aprendizaje del empresario serio y consistente ha sido inmenso hasta la fecha.
Sortear tantos escollos, problemas e intimidaciones para generar puestos de empleo,
pagar tributos y obtener rentabilidad, mientras se mantiene la llama de generar
una propuesta de valor, hace que este proceso sea mejor que el MBA más
respetado del mundo. Está claro que en ningún aula del mundo se puede aprender
tanto, por lo cambiante de la situación.
Conversar
con un empresario de oficio, que atienda sus negocios con abnegación y que le
estimule mantenerse informado, es una experiencia bastante interesante,
considerando que el consultor normalmente se apega a procedimientos, párrafos,
leyes y números muy fríos, sin entender que eso es sólo parte de la información
con la que debe luchar el empresariado. El empresario sin pasar por la teoría,
tiene que adaptarse a la práctica de manera instintiva.
Esto,
bien encaminado, puede enriquecer a ambas partes (si están interesadas en ese
proceso) para poder llegar a fines comunes que en líneas generales vayan
dirigidas a ser más rentable y creativo. Esto redunda en mejoras tangibles y
necesarias en un ambiente de crisis. La ganancia es infinita si todos tienen la
suficientemente flexibilidad para entender y adaptarse.
Aguas
en el medio
El
reto inmediato es poder llevar ese interés a las primeras líneas de mando de
las compañías y consultoras, dado que ese deseo genuino de aportar valor nace
luego de experiencias diversas y de la comprensión de que si se da más, se
recibe más también. Eso es casi tan difícil como el poder permear estos valores
a una segunda generación desinteresada.
Lamentablemente,
para llegar a eso deben darse muchas condiciones de motivación, empoderamiento
y remuneración, las cuales harán que eventualmente un gerente general o gerente
operativo deje de preocuparse porque el libro de compras y ventas este completo
(debe estar pendiente, pero con otro rol) y se preocupé por optimizar los
negocios en los cuales interviene y hacerlos cada vez más precisos.
Todavía
es habitual colocar en la agenda puntos relacionados a optimización de costos y
procesos, mientras del otro lado la preocupación es si el comprobante de
retenciones cumple con la providencia. El asunto es que el tema no es trivial,
pero empresarialmente debe dársele un espacio finito. Cuando no ocurre esto,
dejamos que el negocio se desvirtúe.
Aguas
abajo
Suena
injusto, pero lo cierto es que en este momento la meta de toda gerencia debe
ser planificar el diseño de productos y
servicios que puedan ser replicados en el mercado internacional. Esto no
implica (inicialmente) abandonar nuestros mercados y espacios. La génesis de
esto es garantizar la sustentabilidad de nuestros proyectos y evitar que se
pasmen por baches transitorios.
Esto
no es sencillo. Si lo fuere, muchos apuntarían a ello, considerando que todas
las jurisdicciones tienen sus particularidades que hace que no sea de un día
para otro el poder emprender proyectos. Sigue siendo un trabajo a pulso que
requiere ingenio, tiempo y dinero para una ejecución satisfactoria.
Aquí
pareciese que lo más importante es depurar procesos para que los mismos sean replicables
en jurisdicciones análogas. Ya eso será un buen inicio para con ello ir
sembrando esa semilla que pudiese ser un proyecto multi sede y moneda. Todo eso
redundará en beneficios mediatos e inmediatos. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
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