Propiedad
intelectual
Aguas
arriba
Los
países suramericanos tienen por excelencia un altísimo nivel de rezago en
materia de propiedad intelectual, lo cual pudiese tener un efecto importante
para desarrolladores de tecnología de gran o pequeña escala, los cuales
obviamente requieren de un aparato legal sofisticado para crear bienes y
servicios patentables y que la protección gubernamental les permita seguir
haciendo cosas.
Al haber
incertidumbre al respecto, hace que marcas, fórmulas y tecnología sean llevadas
a países más industrializados que si respetan el aporte individual de cada
persona o entidad de cara a la innovación. Es por ello, que escuchamos con
orgullo que algún latinoamericano desarrolló algo, pero ese algo no fue
ejecutado en su país de origen. Si esto fuese revertible, los resultados se
harían notar muy rápidamente.
Cualquier
miope pudiese decir con orgullo y altivez que eso afecta sólo a las
transnacionales, pero lo cierto es que a ellos es a quien menos afecta, dado
que una corporación siempre tendrá los recursos para buscar jurisdicciones
amigables al respecto, por lo que realmente afectará es a la comunidad
académica y de emprendimiento que si desea producir resultados que apunten a la
innovación pero que reciben poco respaldo privado y cero (o condicionado)
público. Esto es una bomba de tiempo para el conocimiento en desarrollo.
Aguas
en el medio
En
la academia se nota a leguas que los modelos de negocio creados no apuntan a la
innovación. Van dirigidos a lo habitual, para con ello emprender algo que
sencillamente cubra los costos y gastos, de un porcentaje de rentabilidad y
permita al empresario sostenerse, dejando el valor agregado para otro momento.
El valor agregado debería ser el centro; sin embargo, la oportunidad es la que
ocupa el principal espacio.
Incluso,
eso se ve en trabajos intelectuales, donde los profesionales siguen enfocando
sus esfuerzos en letras y números, pero no es crear una experiencia de servicio
a los clientes (incluso puede que los mismos clientes no requieran esa
experiencia, dado que no valoran en producto) para con ello hacer cosas más
interesantes en lo técnico.
Al
escribir sobre el emprendimiento sin innovación no se pretende criticarlo sin
más, dado que es parte del resultado de la crisis que se atraviesa, siendo así,
lo importante será crear esa base que estimule algunos pocos, para con eso ir oxigenando
el sistema y con ello sembrar algo y no sólo leer párrafos interminables que
ayudan a pocos y aburren a muchos.
Aguas
abajo
Estimular
a una población con una nube negra encima es una misión muy dura. Existe una altísima
preocupación hacia riesgos medianos e incluso pequeños y pareciese que
actividades informales suenas más interesantes a fin de poder generar recursos
para sobrevivir. Esto, de masificarse, generará innumerables problemas que ya
vemos con mucha nitidez y que sumergen a cualquier sociedad en la era de las
cavernas.
No
obstante a esta situación, es deber de los que permanecemos aquí, dar ciertas
condiciones que tengan como fin mantener la llama viva de una generación que
creó las bases para esta derrota y otra que prefiere hacer batalla en otros
frentes y con ello hacer realidad las expectativas que nosotros de jóvenes veíamos
con inmensa claridad. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com
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