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Opinión



domingo, 25 de diciembre de 2016

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guyana N° 284

Saqueo continuado

Aguas arriba


De acuerdo a algunas definiciones, el saqueo también se entiende como pillaje, dado que obviamente es un acto contrario a la ley y las buenas costumbres de prácticamente cualquier sociedad civilizada -o que al menos aparenta serlo-. De manera interesante, la real academia española lo define en primera instancia como: “dicho de los soldados: apoderarse violentamente de lo que hallan en un lugar. Entrar a una plaza o lugar robando cuanto se halla. Apoderarse de todo o la mayor parte de aquello que hay o se guarda en algún sitio”. Así la cosas, todo indica que el saqueo puede provenir del Estado omnipresente o del hombre común de a pie; cada quien en su dimensión y contexto.

Lo interesante del fenómeno, es que el saqueo no es el punto de partida para un escenario más conveniente, dado que por el contrario, el resultado es una “satisfacción” con tiempo de duración bastante corta, por lo que acto seguido lo siguiente será sencillamente mayor necesidad, escasez y desesperanza, sin contar el hecho de la destrucción de la infraestructura y el desincentivo al emprendedor saqueado, quien ve reducido su esfuerzo a solo escombros.

Aguas en el medio

En el pasado, el saqueo provenía del Estado -a través de las fuerzas militares- luego de una victoria bélica. Una vez ocurría esto, el Rey ordenaba la toma de todos los bienes –e incluso a personas ahora esclavizadas- del lugar caído, y los hacía propios de inmediato. En el proceso se arrasaba con todo lo que estuviese en pie, clasificando las cosas que tuviesen o no valor. Resumidas cuentas; una fuerza política ganaba una contienda y con esa bandera salía y se apropiaba de todo de forma indiscriminada, imponiendo unos supuestos derechos adquiridos y enterrando lo que antes estaba allí. Contradictoriamente, el inicio del fin del saqueo imperial, comenzó cuando Enrique IV de Francia ordenó que los saqueos no pudieran durar más de 24 horas, vaya benevolencia. Esto suena bastante familiar.

El Rey no era el único que saqueaba por su poder gigantesco, también lo hacían los piratas de oficio. Muchas historias se centran alrededor de fenicios y vikingos, cuyos ejemplos son los más comunes de escuchar; no obstante, personajes de este tipo los seguimos viendo en la actualidad y aunque carezcan de la vestimenta y medios para hacerlo, en el fondo son iguales de ruines. Luego, este tema va evolucionando y pasa a ser un asunto de supuesta “sobrevivencia” de una colectividad en condiciones precarias, que ve como una única solución, el saquear los bienes de otros para con ello vivir en un contexto económicamente adverso, por lo que el “hambre y la necesidad” se convierten en la bandera para decidir acabar y arrasar con todo lo que este a su paso. Justificar semejante fechoría, incluso en el contexto más desolador, es bastante difícil.

Aguas abajo

De acuerdo a la Convención de Ginebra de 1949, el saqueo pasó a ser considerado formalmente como un crimen, por lo que indudablemente, todo el que haga dicho acto, deberá considerarse como criminal. Ahora bien, eventos de esta naturaleza son solo la punta del iceber, dado que el asunto que debe ser analizado y resuelto, es todo el tema de fondo y allí es donde volvemos al inicio del relato y nos damos cuenta que hemos estado presenciando un saqueo continuado de los recursos públicos de los venezolanos, y que ello ha traído como consecuencia ineficiencia en el gasto público, corrupción, desincentivos para la inversión y un montón de situaciones que nos han alejado de la tan ansiada prosperidad que todo país necesita, más la grave crisis social de los ciudadanos, que no solos arrasan con automercados, sino con ferreterías, tiendas de ropa, de electrodomésticos y cuantas cosas adicionales que supongo yo son difíciles –imposibles- de digerir por nuestro cuerpo, por lo que se hace bastante complicado ver a un indigente tratando de comerse un alicate saqueado.


En fin, es navidad y nadie debe aplaudir que en este siglo, y por sobre todo en estas fechas estén ocurriendo situaciones del tenor ya mencionado, por lo que hace mucho ruido escuchar ambos lados de la cera, mientras que el ciudadano de a pie presencia un nuevo diciembre catastrófico. Como se extrañan las navidades, donde la complicación más grande era decidir la carta para el Niño Jesús. Les deseo las mejores navidades posibles. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

domingo, 18 de diciembre de 2016

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 283

Una mejor gestión

Aguas arriba


Recientemente recibí una de las tantas cadenas que abundan en grupos de redes sociales, la cual parafraseando decía entre muchas cosas, ciertas políticas a anunciar por parte de las autoridades. Entre ellas se establecía que: desmontarían el control cambiario; que vendría una reforma tributaria -haciendo menos punitivo el Código Orgánico Tributario-; que se equipararían los sueldos y salarios, con montos internacionales; que en función a ello los precios de los productos no podrían costar más del 30% de su valor referencia en el exterior; que la paridad del bolívar frente al dólar sería de uno a uno; que se propiciarían verdaderas condiciones para exportar; se propiciaría la posibilidad de obtener créditos bancarios; que dejarían de someter, hostigar y humillar al empresario; que devolverían empresas expropiadas, y que las que fuesen inicialmente del gobierno y no estuviesen productivas, se privatizarían o convertirían en empresas mixtas con la dirección de privados; que se perseguiría al corrupto y que tendríamos para el 2017 un gran acuerdo nacional.

Al leer esto, cualquier persona puede sentir varias cosas prácticamente en simultáneo. La primera, que todo lo allí escrito es pura falacia; la segunda, que es prácticamente imposible que ocurra y alguna otra persona pudiese pensar o decir con un tono muy bajo “ojala y Dios quiera”. Lo cierto es que al cabo de un par de minutos se puede concluir que dado que está cerca el día de los inocentes, los graciosos habituales están por allí practicando.

Aguas en el medio

Considerando que estamos en una situación que afecta seriamente nuestra estabilidad emocional –no sé en cuanto, nunca he sido atendido por especialistas de la materia-, al dormir soñé que había pasado un cambio increíble en el país y que todo estaba mejorando de una forma increíble. En el sueño, las cárceles venezolanos incrementaron su estatus al incorporar como nuevos miembros a la nueva estirpe burguesa del país, habían llegado o promovido internamente a profesionales comprometidos y altamente técnicos en las empresas de Guayana y como por arte de magia, correos de empresas extranjeras llegaban a nosotros, preguntando sobre inversiones en Venezuela.

Tamaño sueño este. No obstante a lo anterior, pasó algo que no esperé. De manera increíble tuve una parálisis paradigmática profesional y por un momento no sabía que responder ante preguntas básicas. Se me hacía impensable en el sueño, decir que constituir una compañía se podría hacer en un día, que los beneficios para instalarse eran increíbles, que no había ningún tipo de regulación restrictiva en el control cambiario y que en línea generales existía una seguridad jurídica era impecable. Lo increíble fue que dentro de mí transe nocturno, con personas al frente, dudaba de dar semejantes respuestas, por lo que sencillamente decidí callar, aun cuando el contexto del sueño era que todo había cambiado diametralmente. Es decir, en mis sueños no podía adaptarme a trabajar sin presión y locura.

Aguas abajo

Ahora bien luego de esta aventura nocturna, despierto y me pregunto cómo abordaría mi trabajo si todo mejoraría, y honestamente se me hizo difícil pensar que todo sería más sencillo, cuando hoy en día, ante cada pregunta debemos decir tantas cosas, supuestos, experiencias e interpretaciones que hace que sea una epopeya solamente responde asuntos que en cualquier otro país serian extremadamente de rutina.

De forma increíble, una de las cosas que ha logrado este sistema es hacer que todo sea sumamente difícil, cuando en el resto del mundo son extremadamente fáciles. Así, una vez calmada la ansiedad, de ver que el mundo seguía en el mismo caos y volver al sosiego de un día normal, veo con estupor que el billete de bolívares cien debe salir en circulación en 72 horas y que se hará una dispensa de 2% del impuesto al valor agregado a los sujetos pasivos –por englobarlos en un término- que utilicen para pagar, instrumentos electrónicas. Por supuesto, ante estos anuncios me hago miles de preguntas sobre qué hacer con los billetes; donde depositarlos; el porqué de la medida; qué harán con los billetes viejos; cuándo estarán en circulación –de verdad, verdad- los nuevos; por qué no pudieron circular en simultaneo e irlos descontinuando paulatinamente; qué tiene el billete de cien, que no tenga el de cincuenta; por qué, supuestamente personas extrajeras quieren devolver el billete, si se supone que le dan mejor uso afuera; cómo se va a hacer con la dispensa del 2%; los bancos devolverán el monto; cómo sabrá el banco si fue alícuota general o reducida; cómo se reflejará eso en las facturas de máquinas fiscales; cómo se verá eso en la declaración; lo pondrán en una providencia, reglamento, ley o en una servilleta escrita con tinta sangre; qué haré con los billetes de 100 que tengo lícitamente, y con ello debo agregar miles de etcéteras. Ante todo este escenario, me di cuenta que será muy difícil acostumbrarse a tener una vida normal y más bien prefiero explorar el bitcoin como medio de pago. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/


domingo, 11 de diciembre de 2016

Actualidad financiera y fiscal en el Diario de Guayana N° 282

Fecha de caducidad 

Aguas arriba 


Dicen que no hay nada más permanente que lo temporal, no sé si valdría la pena voltear los componentes y asentar con la cabeza en cuanto a que todo lo permanente, puede terminar siendo realmente temporal y por ende efímero y con fecha clara de caducidad. Por allá en el 2007, con vigencia en el 2008, nos vendieron la idea de tener un Bolívar Fuerte –las BF bien mayúsculas-, aseveración que estaba sustentada solamente en el hecho de eliminar tres ceros y con ello, por arte de magia, convertir nuestra moneda en signo de prosperidad y ejemplo en el mundo de buenas prácticas económicas.
Otrora se nos dijo que los pueblos del mundo se matarían por tener sus ahorros en bolívares y que además de ello, meterían una moneda en sus carteras para el recuerdo y la buena suerte, tal como hoy en día hacemos, con currency de verdadero valor en casi todas las latitudes.

Aguas en el medio 

Por decreto pasamos a pagar BsF2,15 por cada US$, y por momentos nos sentimos el centro del universo, incluso era menos que el emblemático 4,30 del que tanto se ha hablado en nuestra historia. Habían dólares excedentarios producto del excelente precio del petróleo, un gobierno con una chequera alegre y muchos en proceso de acoplarse, acoplados o pensando en acoplarse con uno de los mayores fraudes que hemos visto en el país -y que conste que tenemos mucho-, que por momentos pareciese que no hemos procesado aun de forma ciudadana.
Durante este lánguido tiempo ha pasado de todo; no obstante, lo más impresionante que hemos visto es la forma como nos hemos dejado tratar por el peor gobierno republicano de nuestra historia, donde sistemáticamente hemos visto como nuestros derechos a vivir con dignidad se han coartado de forma abrupta para algunos y paulatina para otros tantos. Honestamente, sin ánimos de polemizar, debo concluir que contamos con la peor clase política del mundo, así como de  la menor cultura ciudadana posible. Cuando se sumas ambas cosas, obtenemos este gran embrollo que vemos día a día. Solo basta cruzar palabras con algún político y es suficiente para entender todo.
Lo último que hemos vivido ha estado relacionado con la liquidez monetaria -con un cono monetario que valía menos que los billetes del famoso juego monopolio- y con un "ataque cibernético" que nos hace sufrir colas incluso en el local más pintado, esto obviamente, vulnera nuestro derecho ciudadano de vivir con dignidad, mientras nos devuelve a la época de las cavernas de un solo suspiro.

Aguas abajo

Lo cierto es que por arte de magia, no hay acceso a billetes -se necesita un fajo para comprar un café- y tampoco hay posibilidad de usar puntos de venta de forma aceptable en plena era de la tecnología, lo que nos hace dudar, si vivimos en el mismo país de los políticos en mando, porque quisiese pensar que ellos en alguna medida también pudiese verse afectados. En conclusión, una tormenta perfecta, provocada por la imperfecciones gubernamentales.
En aras de solucionar el problema, acaba de aparecer un nuevo cono monetario -del cual apenas tenemos algunos comentarios y referencias iniciales-, los cuales nos devolvieron los tres ceros perdidos, pero con muchísimo menos poder adquisitivo. Con esta nueva “iniciativa”, con un par de billetes podremos pagar el sueldo mínimo, pero a su vez, ese billete de la más alta denominación, no llega ni por los tobillos al dólar, euro o libra esterlina de igual tenor; en conclusión, el nuevo máximo papel demuestra pero no demuestra la situación del hoy y menos la de mañana. Dentro de una semana veremos que aparte de los ceros que nos devolvieron, traerán consigo unos adicionales de bono.

De acuerdo a comunicado del Banco Central de Venezuela sacará a circulación los nuevos billetes para poder "disfrutar diciembre", mientras esperamos a que llegue la semana del 31 y promulguen alguna nueva reforma tributaria para que paguen impuestos los que no han apagado aun la luz al salir. En definitiva, esperemos ver en la etiqueta, la fecha de caducidad de la medida. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

domingo, 4 de diciembre de 2016

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 281

Impacto del Impuesto sobre la Renta (ISLR) en la política fiscal venezolana

Aguas arriba


El presupuesto de la nación de todo país emergente o desarrollado depende fundamentalmente de la recaudación de impuestos sobre las ganancias, por ser la mejor manifestación de riqueza que puede demostrarse en una jurisdicción en un tiempo medible y finito. El hecho de que dicho tributo sea exitoso, marca el camino del país, considerando que es el fiel reflejo de producción, rentabilidad y eficiencia. El caso en los cuales  los impuestos indirectos sean los más importantes –para el caso venezolano el Impuesto al Valor Agregado (IVA)-, queda en evidencia que principalmente lo que se hace es consumir, afectando con ello a los más desposeídos, y presionando la inflación, por el mayor valor que se da en productos y servicios sujetos al tributo al consumo, sin perjuicio de los casos que se consideren suntuarios, de acuerdo a aspectos principalmente ideológicos.

Para el caso venezolano, el ISLR es apenas un cuarto de la recaudación tributaria, siendo el IVA dos cuartos del total recaudación, lo que demuestra la situación del país durante los últimos diecisiete años, cuando fue reformado el sistema tributario en 1999, momento en el cual se hizo un salto cuántico en el tributo que hasta la fecha era el más significativo en nuestro sistema, con todo y la evasión sistemática que aún se mantenía,  considerando que para el momento el Servicio Nacional Integrado de Administración Tributaria –posteriormente  Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria SENIAT- aún se encontraba en sus primeros pasos y en proceso de renovación tecnológica.

Aguas en el medio

Esto nos hace entender el fondo de las reformas de noviembre de 2014 -principalmente en cuanto a los bancos, instituciones financieras, de seguros y reaseguros- y de diciembre de 2015 -contra sujetos pasivos especiales y los cambios en la disponibilidad de la renta-, donde se persigue conseguir subir la recaudación del ISLR en torno a un segmento de contribuyentes que también se encuentran abatidos por las serias distorsiones económicas que se viven en el país y que presionan sus estructuras de rentabilidad.

Desafortunadamente, estamos en un momento tan crucial, que incluso se siente como medida desesperada el recortar sorpresivamente los lapsos para la presentación de la declaración definitiva de rentas de los sujetos pasivos especiales, incluso dándose casos donde el pago deberá hacerse en el mes de enero de 2017, prácticamente eliminando la posibilidad de hacer revisiones razonables sobre la información financiera que servirá de base para el cálculo del ISLR.

Aguas abajo

De acuerdo a las fuentes públicas, el presupuesto de la república se sustentará en un 83% en la recaudación tributaria, siendo la mitad producto de un impuesto al consumo, que además está sujeto a un sistema de retenciones en la fuente perverso, el cual limita sensiblemente la recuperación automática, coartando el hecho de utilizar créditos fiscales que técnicamente deberían considerarse líquidos y exigibles, en un contexto donde muchas empresas se verán en la necesidad de bajar sus operaciones o incluso cerrar puertas por los impactos laborales e inflacionarios que erosionan los estados financieros y obviamente la rentabilidad.


Lo lógico sería para muchos hacer los llamados down sizing o sencillamente iniciar cierres totales o parciales, con el objetivo de minimizar los impactos originados por la inestabilidad en los mercados, sumado al riguroso control cambiario, producto del incremento de la discrecionalidad gubernamental en el otorgamiento de divisas, aunado a precios bajos del petróleo que se une a la eliminación sistemática del parque industrial y el serio impacto en los beneficios a empleados y por consiguiente post empleo que se están dando, y que en muchos casos no pueden reflejarse en el precio de venta por la dinámica propia de mercados deprimidos. Los tiempos están muy cortos y son muchos los análisis que deben llevarse a cabo, en aras de sobrevivir a un 2016 durísimo que tal como dijo un famoso analista nos hizo extrañar al 2015, y con un 2017 que luce lamentablemente aun peor. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

domingo, 27 de noviembre de 2016

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayan N° 280

Seguridad Jurídica

Aguas arriba

La seguridad jurídica es clave para cualquier ciudadano que haga vida en el país. Lamentablemente, cuando
miramos con asombro la situación que se está padeciendo, se hace extremadamente complejo mirar el futuro con mediano optimismo, más cuando vemos que sistemáticamente se van cerrando puertas que fácilmente pudiesen estar abiertas de par en par en favor de todos los que hacemos viva dentro de estas fronteras, sin siquiera importar ideologías políticas o niveles socios económicos. La situación es más compleja aun, dado que todos (en igual, mayor o menor medida) estamos siendo afectados de  forma evidente y consistente.

El simple hecho de que sea prácticamente imposible constituir una compañía, importar, exportar, adquirir divisas, pagar impuestos, tramitar un documento ante cualquier ente público (e incluso pasa con privados) o sencillamente hacer la actividad que nos plazca, invita a   cualquiera a evaluar (con sobrada razón) sobre su estatus  en un ambiente tan adverso, dado que todo termina teniendo unos niveles de incertidumbre gigantescos, sin siquiera tocar los temas de seguridad personal y la declarada guerra que estamos viviendo para poder satisfacer necesidades básicas y elementales.

Aguas en el medio

La opacidad de la información financiera, sobre los indicadores de inflación, PIB, producción petrolera y un interminable etcétera, inquieta a todos los que estamos involucrados con la cotidianidad del país. No es un asunto relacionado con el cálculo de una insignificante reexpresión o un obligado cálculo de ajuste por inflación fiscal; es el hecho de que esos datos son claves para poder tratar de comprender medianamente el comportamiento de la economía en los actuales momentos, cuando pareciese que todo se está cayendo a pedazos y que es prácticamente imposible vivir en condiciones medianamente  aceptables, donde lo cotidiano sea la trivialidad propia dela vida y no las declaraciones de políticos éticamente comprometidos que se niegan a tomar un avión, escaparse de todo y terminar sus vidas en una isla del caribe con todos los gastos pagos.

Sencillamente, la necesidad de poder desmontar el control cambiario, una apertura seria y honesta para con todos los empresarios (no solo con los amigos), una reforma tributaria que entienda que primero debe dársele oxígeno al emprendedor, para luego si pedirle un apoyo más adelante cuando la situación este favorable para todos, y en líneas generales entender la magnitud del daño que se le ha hecho al país y con ello dejar de ser el hazmerreír del mundo, producto de la peor de las decisiones que ha tomado el electorado venezolano al invitar un sistema de gobierno probadamente fracasado en todas las latitudes.

Aguas abajo

Faltarán páginas para escribir todo lo que fuimos, todo lo que hemos tenido que vivir en las últimas décadas y todo el trabajo que tendremos que hacer para devolver la cordura a una población que olvidó que todo debe ser valorado con gestión, que el esfuerzo individual es clave para llevarlo al colectivo y que en líneas generales la competitividad hará que seamos mejores profesionales y seres humanos, creando una sociedad más robusta y con ello ir en vías de convertirnos en todo lo que hemos soñado por años y que ilusamente creemos que lo merecemos solo por obra y gracia divina, cuando lo cierto es que hemos demostrado sistemáticamente que merecemos cada uno de los padecimientos que estamos viviendo, dado que no hemos  dejado de ver al facilismo, la corrupción y el desdén como  las razones por las cuales estamos aquí  y delas que pareciésemos rehusados a desahuciar de una vez por todas.

Ciertamente, muchas personas son de la tesis que invita a que el cambio sea individual, esto lo llevará a la familia, al colegio, a la universidad, a la comunidad, a la ciudad y eventualmente al país; no obstante, el hecho de que el Estado propicie condiciones mínimas para lograrlo, será pieza fundamental de esa reconstrucción que tarde o temprano llegará, partiendo del hecho de que es insostenible seguir consumiendo nuestros días en desgracias y no terminar de ver la luz del túnel que nos llevará a mejores lugares dentro de nuestras fronteras y no en las de nuestros vecinos. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

martes, 22 de noviembre de 2016

Deshumanización Económica del Educador en Venezuela



Deshumanización Económica del Educador en Venezuela

Resumen

El objetivo de esta investigación es analizar, a través de una metodología descriptiva basada en documentos, la forma cómo la labor del educador ha sido histórica y sistemáticamente subvaluada en lo económico. Este fenómeno podría llevarnos a la deshumanización económica del docente. En este sentido, se describen algunos elementos económicos de la situación política venezolana, haciendo mayor énfasis en el estado de los profesionales de la docencia; además de indagar sobre los indicadores que afectan principalmente la remuneración de los trabajadores venezolanos y finalmente comentar la posición actual de los docentes en el extranjero (tanto en Suramérica, como en ciertos países industrializados). En simultáneo, es analizado el poder adquisitivo de los docentes y su impacto social. Se concluye que los educadores han sido desfavorecidos económicamente, lo que afecta de igual forma a representantes y estudiantes a todos los niveles. Al comparar la remuneración que reciben los locales, con los ingresos percibidos por sus colegas en el extranjero, se puede constatar la diferencia existente.
Palabras claves: Educación; deshumanización; salario; empleo.

Abstract

The purpose of this research is to analyze, through a descriptive methodology based on documents, the way in which the educator's work has been historically and systematically economically undervalued. This phenomenon could lead to economic dehumanization of educators In this sense, some economic elements of the Venezuelan political situation are described, placing greater emphasis on status of teaching professionals; in addition to inquiring about indicators that mainly affect remuneration of Venezuelan workers and finally commenting on current position of teachers abroad (both in South America and in certain industrialized countries); At the same time, is analized purchasing power of teachers and their social impact are analyzed. It is concluded that educators have been economically disadvantaged, which affects parents and students at all levels in similar way. When comparing the remuneration that premises receive, with income received by their colleagues abroad, existing difference could be verified.
Keywords: Education; dehumanization; salary; employment.

Introducción

De acuerdo con lo expresado por Ponce (2015), en ponencia de divulgación realizada en Febrero de 2016, ante el Observatorio de Gasto Público en el Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (CEDICE), producto de estudio llevado a cabo de forma mancomunada por las universidades Central de Venezuela (UCV), Simón Bolívar (USB) y Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), se concluyó que la pobreza arrojó cifras del 72% al 76% en el período comprendido desde 1997 hasta el 2011, aclarando que siempre el número en este parámetro es más alto, considerando que los hogares con escasos recursos tienden a ser más numerosos.
En el mismo estudio, se constató cierta mejoría en cuanto a los indicadores de pobreza en épocas en las cuales el precio del petróleo estuvo mundialmente a niveles récord, considerando que Venezuela es productor y exportador de crudo; no obstante, en líneas generales, los resultados apuntaron a que durante el período sujeto a estudio se estuvo en peores condiciones a las vistas en períodos previos (Etapa democrática, posterior al 23 de enero de 1958, hasta la instauración de la denominada quinta república). En cuanto a tipología, la especialista aclaró que existe “la pobreza un poco más coyuntural de índole económica, la pobreza más estructural que tiene que ver con las condiciones de vida, y la pobreza crónica”. Siendo así, considerando el trabajo previamente citado, el problema económico del ciudadano venezolano ha ido empeorando.
En función a ello, todo estudio que se haga en torno a determinar la calidad de vida de los venezolanos, y que en simultáneo establezca las causas, consecuencias y antídotos para su resolución, serán fundamental bajo un entorno adverso tanto para el Estado venezolano, como para las personas que hacen vida en el país, en aras de lograr promover condiciones mínimas para dignificar la situación de los ciudadanos y foráneos. Los hechos económicos que han azotado al país suramericano, han tenido efecto en prácticamente todos los sectores de la economía y la sociedad; no obstante a ello, educación, salud, seguridad y alimentación han sido de los más afectados, incluso, en medio de una de las bonanzas económicas más importantes para la nación, producto de los altos precios de petróleo, principalmente entre los años 2006 y 2014, tal como lo detalla el análisis llevado a cabo por el Servicio Geológico Mexicano.
El docente venezolano no escapa del espiral de pobreza, por lo que su presencia en el cordón de miseria es evidente y de una u otra forma empeora el escenario nacional, dado que convive y forma parte de ese más del 70% que no cuenta con condiciones dignas de vida. El presente análisis atenderá fundamentalmente la situación del educador, en el entendido inicial de que a través de éste, se logra un efecto multiplicador de importante alcance, lo que justifica que claramente se encuentre debajo de los reflectores.
En función a lo anterior, el objetivo de la presente investigación es describir algunos elementos económicos de la situación política venezolana, haciendo mayor énfasis en el estado de los profesionales de la docencia; indagar sobre los indicadores que afectan principalmente la remuneración de los trabajadores venezolanos y finalmente comentar la posición actual de los docentes en el extranjero (tanto en Suramérica, como en ciertos países desarrollados). De igual forma, se analiza el poder adquisitivo de los docentes y su impacto en la sociedad.

Deshumanización

El término deshumanizar tiene una connotación enérgica desde el punto de vista lingüístico, por lo que su uso, en sí mismo, pudiese considerarse como una provocación. De acuerdo a la Real Academia Española, deshumanizar es “privar de caracteres humanos”, dando con ello un comprometido peso al concepto. Los caracteres humanos tienen una relación inicial con aspectos de naturaleza biológica, por lo que abrazan especialmente a los elementos de la genética, convirtiéndose con ello, por las variables científicas que conlleva, en un tema de amplia complejidad. No obstante a lo anterior, en la práctica diaria, dicho concepto ha sido acuñado por las ciencias sociales, gracias a la intervención de George Orwell (1949) en su obra “1984”, debiendo agregarse la religión, la ideología, los valores y cualquier otro componente que individualice socialmente al ser humano, sin obviar los derechos y deberes agregados dentro del pacto que generalmente se lleva a cabo entre ciudadanos y estados democráticos. En este contexto, se ha hecho común en la literatura la utilización del término “deshumanizado”, el cual se ha convertido en un calificativo que describe una situación contraria en cabeza del así señalado.
George Orwell, en su obra previamente citada, analiza detalladamente el proceso de deshumanización que se da en estados autoritarios, quienes van coartando de forma sistémica e intensa la ciudadanía de las personas, hasta el punto de clasificarlas y despojarlas de los atributos que como sujetos deben ser teóricamente respetados. Este concepto está atado a los derechos humanos, debatidos a nivel mundial, y que aun en el presente siglo siguen sorprendiendo a gobiernos y colectivos, por las grandes distorsiones que se dan constantemente, sin aparente control por parte de las autoridades, y en muchos casos incluso auspiciados por éstos. Jean-Claude Michéa (1995), en profundo análisis sobre la obra “1984”, trata de sacar las mejores lecciones que pueden darse sobre el tema de la deshumanización de las sociedades y sus perniciosos efectos sobre los afectados y generaciones futuras.
Una forma de deshumanizar a los ciudadanos es a través de la educación y la economía, convirtiendo a comunidades enteras en improductivos funcionales, quienes quedan sometidos ante el poder y terminan arruinados con la anuencia de todos. Al llevar esto al plano educativo, es preciso mencionar lo que describe brevemente Orlando Carvajal (2011) en su libro “Mitos, Realidades y Propuestas Educativas”, cuando resalta que “la resultante del estado ruinoso de muchos planteles; del estrés de unos docente que arrastran un sobretrabajo para poder subsistir; de unos programas de estudio hipertrofiados y desenfocados; y de una enorme debilidad y desidia gerencial (p.16)” terminan siendo para efectos del presente análisis un coctel que irremediablemente  logra desmoralizar a un colectivo interesado en brindar educación, pero que al final del día ofrecen enseñanzas desprovistas de calidad, con un costo diferido complejo de determinar en el ahora.
Así las cosas, el término deshumanización termina siendo la forma resumida de expresar socialmente el resultado de la relación entre Estados y ciudadanos, donde estos últimos quedan sometidos (dominados) ante los primeros por la fuerza y/o con la palabra. Esto trae consigo un impacto desmoralizante para el afectado, con lo cual termina convirtiéndose en un rehén de la clase política en oficina, deviniendo en un sistema dictatorial y totalitario; perdiéndose con ello los valores fundamentales del hombre libre, el cual acepta ser dirigido por funcionarios públicos encargados de velar por intereses comunes de un colectivo y así vivir en sociedad.
Con ello se devela que la deshumanización no solo transgrede al docente, dado que este efecto va en cascada en torno a todos los stakeholders vinculados con la educación. Siendo así, al deshumanizar al líder del aula, se deshumaniza al estudiante, a su familia y por consiguiente, a toda una sociedad.

Libertad Económica y Legal en Venezuela

De acuerdo a María Gabriela Ponce y Lissette González (2015), en la presentación de su investigación. “la mejora del nivel vida de las sociedades ha sido favorecida, tanto por iniciativas privadas como políticas públicas…”, por lo que evidentemente debe ser un trabajo mancomunado, propiciando el “…progreso tecnológico, crecimiento económico, bienestar social, desarrollo sostenible, calidad de vida, capacidades humanas y desarrollo en libertad…” Hasta la fecha, esta ha sido la fórmula utópica para vivir en sociedad y lograr resultados razonablemente aceptables en favor de los ciudadanos. Todo ello planteado de forma sistemática y coherente a través de la aplicación de todos los principios previstos en materia de administración financiera de los estados y la colaboración natural que debe darse a través de la responsabilidad social empresarial que deben tener las organizaciones en cualquier nación interesada en estar alineada a los Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) y Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) que sirven de punto de partida para garantizar un mejor convivir.
Antagónicamente, aun cuando pareciese que lo visto en Venezuela es un plan maquiavélico llevado a cabo en las últimas décadas de vida republicana, se debe hacer un mea culpa y alertar que ya el mismo Andrés Eloy Blanco lo había alertado poéticamente, tal como lo subraya el Doctor Carvajal (2011), en su obra “Mitos, Realidades y Propuestas Educativas”, destacando que el educador ya era visto como un profesional mal remunerado en nuestra sociedad, estando incluso por debajo del salario de un peón de hacienda. Como otra cara de la moneda, se debe analizar el  precedente positivo de mayor envergadura en la historia venezolana, en la gestión realizada por el ministro Antonio Luis Cárdenas en el año 1996, donde ubicó el salario de los educadores en al menos tres veces el salario mínimo, lo que hoy en día sería un incremento significativo (pero estéril) para los educadores venezolanos, en medio una severa crisis económica.
Cuando son llevados estos conceptos al campo legal venezolano, se encuentra con que la afectación hacía los ciudadanos asociados al sector educativo no está fundamentada en aspectos de derecho, sino más bien de hecho; situación que hace aún más complejo el asunto, dado que todo se convierte en una suerte de confabulación política que ha sido heredada y perfeccionada (advertida o inadvertidamente) con el paso del tiempo. Para poder visualizar esto, es conveniente destacar que de acuerdo a lo previsto en la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (CNRBV), en su  Artículo 1, “La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador”, por lo que a todas luces se denota que en las venas de la nación corren ideales muy sólidos, plasmados directamente en una de carta magna sofisticada y proteccionista, obviada sistemáticamente en aspectos económicos, políticos y de garantías para con los ciudadanos.
El concepto de libertad se mezcla con lo previsto en el Artículo 87 de la CNRBV, el cual establece que todas las personas tienen el derecho de obtener la ocupación productiva de su apetencia (aupado principalmente por la vocación y motivación que se genera al hacer alguna actividad útil, en concordancia de forma armoniosa con los intereses de la nación) y tener la oportunidad de vivir dignamente, siempre y cuando dicha actividad sea de carácter lícito y esté alineada con los valores del ser humano. Este concepto legalmente previsto en la normativa venezolana es de obligatorio cumplimiento por los gobiernos, partiendo del hecho de que es parte del pacto social existente entre el Estado y sus ciudadanos.
Esto hace ver que el aparataje legal venezolano está concebido para brindar condiciones óptimas a todos los ciudadanos que hagan vida temporal o permanentemente en el país, lo que evidentemente incluye a los docentes; siendo así, definitivamente el tema puede ser solucionado a través del cumplimiento de la norma y no de la reforma de la misma.

Información Disponible en Venezuela

Adentrándose en la data, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la proyección de población estimada para el año 2016 era de aproximadamente 31.028.637 personas, de los cuales 15.554.863 se estiman sean hombres y 15.473.774 mujeres, partiendo al país prácticamente por la mitad en cuanto a género. Estas cifras son proyectadas en función al Censo llevado a cabo en el país en el año 2011, que arrojó como resultado una población nacional de 27.227.930, de los cuales, aproximadamente 9.998.094 eran infantes, niños y adolescentes hasta los 19 años, quienes conforman el padrón mínimo de ciudadanos con derecho a educación pública y gratuita de acuerdo a lo previsto en la CNRBV en sus Artículos 102 y 103.
Esta cantidad de jóvenes en edad escolar representaban aproximadamente un 36,71% de la población total del país para el 2011, por lo que llevado ese porcentaje al estimado poblacional actual, se estaría hablando de que al 2016 se contaría con unos 11.393.713 infantes, niños y adolescentes en las aulas de clases del país, tanto del sector privado, como del sector público. Esto demuestra que Venezuela sigue siendo un país joven.
Como complemento y en este mismo orden de ideas, el Capítulo VI De los Derechos Culturales y Educativos eiusdem hace un recorrido en cuanto a la relación que predominará entre el Estado, privados y ciudadanos, con el fin último de garantizar que la educación, el deporte y la cultura sean valoradas por el entorno y respetados como derechos fundamentales. En este sentido, es imposible prever que la deshumanización social a educadores sea producto de un aparataje legal deficiente, sino más bien de la acumulación de prácticas gerenciales erróneas y la inobservancia de las necesidades de la academia, como formadora de contenido en el momento preciso de determinar presupuestalmente su peso cuantitativo. En función a esto, existe un conglomerado que debe ser bien atendido, en pro de esos aproximadamente 11 millones de estudiantes a nivel nacional, con toda una normativa que defiende su derecho, pero que en paralelo desatiende al generador y proveedor del conocimiento, quien sin duda alguna es el educador en todos los niveles posibles.
Ahora bien, la gran interrogante debe ser el conocer si tal como lo afirmaba románticamente Andrés Eloy Blanco, el educador termina siendo un profesional respetado socialmente, pero olvidado en cuanto a sus necesidades más fundamentales, enviándolo de esta forma irremediablemente a un estado de desahucio tal, que desestimula al profesional que decidió afrontar tamaño reto, compuesto en más de tres cuartas partes por profesionales del sexo femenino, de las cuales, aproximadamente el 35% (específicamente de educación preescolar y básica hasta sexto. grado) de ellas laboran en al menos dos instituciones, de acuerdo a la investigación mencionada por el Doctor Carvajal en su obra “Mitos, Realidades y Propuestas Educativas”, lo que incrementa sustancialmente las distorsiones de un sector educativo desgastado física, económica y moralmente, considerando que lesiona a la mujer venezolana, la cual por naturaleza es garante del equilibrio de la sociedad, por su rol como madre, esposa y educadora.
Todo esto sin perjuicio de la inexistencia de data precisa que nos permita inferir cuantas posiciones totales están y cuáles de ellas están disponibles a la espera de jóvenes interesados en ocuparlas, que además cuenten con una formación sólida y que no terminen mereciendo remuneraciones que desastrosamente se encuentran desfasadas y que se vuelven incomprensibles al medirse con las necesidades básicas y elementales que cualquier ciudadano requiere para vivir dignamente en el país, situación está que se vuelve improbable, producto de las deformaciones que existen entre el poder adquisitivo y la remuneración bajo relación de dependencia.

El Salario en Venezuela 2010-2016

Según el conocido estudio llevado a cabo por Abraham Maslow (1943), en su obra intitulada “Una teoría sobre la motivación humana”, se jerarquizan las necesidades humanas y establece en líneas generales que en la medida que se satisfagan las más elementales, los seres humanos desarrollan nuevos deseos, elevando los mismos. La parte inferior de la pirámide (con la cual simboliza el análisis de Maslow), está compuesta inicialmente por necesidades básicas (orgánicas) y el segundo tramo, las de seguridad y protección (asociadas a remuneración, entre otras). En este sentido, de acuerdo a esta visión, una persona que viva bajo condiciones económicas comprometidas, se vería seriamente afectado motivacionalmente para poder tener mayores y mejores aspiraciones en su andar profesional y/o personal, y con ello seguir avanzando hasta los tramos superiores, donde finalmente se encuentra la autorrealización personal, la que habitualmente conlleva a la elevación de los estándares.
Existen diversas teorías (Anthony Robbins, 2010; David McClelland, 1989; Gary Yukl, 2008 y Stephen B. Karpman, 1968); que pudiesen no coincidir específicamente con la pirámide de Maslow; no obstante, la tendencia coincide en que el apartado económico tiene una incidencia significativa (más no determinante) para cualquier labor, aun cuando está claro que las individualidades tendrán siempre un efecto importante, sobre todo cuando los aspectos éticos, el compromiso organizacional e incluso la mística de trabajo tengan un peso significativo al momento de llevar a cabo cualquier actividad profesional. Incluso, la constitución del grupo familiar del educador puede que tenga una incidencia en la forma como ve su profesión desde el punto de vista económico.

En este sentido, se destaca que producto de la alta inflación publicada por el Banco Central de Venezuela hasta el 2015 (estimada principalmente por el Fondo Monetario Internacional para períodos posteriores, producto de la opacidad gubernamental), el salario en Venezuela se ha visto incrementado de forma repetitiva durante los últimos años, a través de decretos gubernamentales. Desafortunadamente, dichos aumentos no han estado directamente proporcionados en función al alza de precios de bienes y servicios, traduciéndose esto en una disminución real del poder adquisitivo de la fuerza trabajadora bajo relación de dependencia. De acuerdo al portal web Venelogía (Tabla 1), se puede visualizar la forma como ha ido evolucionando el sueldo mínimo, la inflación, el tipo de cambio y el costo de la canasta básica, en el período comprendido entre el 2010 y el 2016, entendiéndose que esta última se valora monetariamente para establecer el costo de la satisfacción de las necesidades de alimentación y de bienes y servicios.

Ciertamente, se destaca que la inflación para el año 2016 es un enigma importante, considerando la opacidad que existe en la información de las variables financieras. Había sido costumbre la recepción de información oportuna, emitida por los órganos competentes; no obstante a ello, ha mermado este accionar por parte del Estado Venezolano, por lo que los análisis de los especialistas se han centrado en las estimaciones y resultados de entidades locales y foráneas con interés en el tema. Esto, por supuesto crea una brecha entre datos y hechos, por lo que probablemente no pueda llegarse a conclusiones precisas sobre la situación existente en cuanto al poder adquisitivo real del educador.
De acuerdo a la Federación Venezolano de Maestros (Alcance Económico de la Discusión de la VII Convención Colectiva del Trabajo Tabulador Salarial), publicado en su portal web (Tabla 2), el docente mejor pagado para el 2014 (Con 25 años de experiencia, incluyendo antigüedad, transporte y aspectos propios del docente) percibía una remuneración apenas del doble del salario mínimo vigente para ese mismo año. Como observación al margen, se destacaba que a estos montos había que sumarle las primas de: postgrado, ruralidad, difícil acceso, jerarquía, bono bolivariano, compensación, educación especial y contribución anual de uniformes. Esta última estimación no es precisada por el reporte presentado en el portal; no obstante, en principio no sería materialmente importante, como para hacer un elemento que dignifique la profesión educativa. 
El para entonces Ministro para la Educación (Rodulfo Pérez, en el cargo desde enero de 2016, hasta enero de 2017) informó en marzo de 2016 la remuneración que recibirían los docentes para el ejercicio 2016 (Tabla 3), donde se seguía percibiendo el evidente rezago entre las remuneraciones percibidas y el costo de la canasta básica del país suramericano. De igual forma, anunció que esta Convención Única y Unitaria beneficiaba a 213.168 jubilados y pensionados del Ministerio de Educación, por lo que su alcance tendría mayor impacto, aun cuando todo es plasmado con un tinte ampliamente ideológico, y no ajustado a la realidad del sector más importante de la sociedad, por su profundo y ya nombrado efecto multiplicador.
Si es considerado el aumento salarial aplicado a partir del 1 de noviembre de 2016 por Bs. 27.092,00 y del Cestaticket Socialista por Bs. 63.720,00, se visualiza que un educador apenas podría estar ganando unos Bs. 5 mil por encima de lo que ganaría una persona al más bajo nivel dentro de cualquier organización, lo que proporciona indicios la deshumanización de la labor para con la profesión educativa, salvo los casos (principalmente en instituciones privadas) donde el patrono practique otro tipo de escala más justa, en aras de retener a los profesionales o sencillamente para darle condiciones mínimas un más benévolas, que aun cuando no dignificarían su labor, al menos, comparativamente los colocaría en posición un tanto más privilegiada.
Uno de los sucesos más contradictorios de los últimos meses, es el hecho de que el salario mínimo quedó rezagado en función al Cestaticket Socialista. En la actualidad, el beneficio de alimentación es prácticamente tres veces la remuneración básica, lo que es una grave inconsistencia y distorsión, en el entendido de que los beneficios salariales son los únicos que tienen incidencia en eventuales indemnizaciones post empleo, en caso de cesación de la relación laboral entre trabajadores y patronos, por lo que el perjuicio que se genera a los ciudadanos bajo relación de dependencia es significativo en términos económicos, lo que se une a los elementos desmotivadores de la relación del educador con su entorno. Todo esto sin perjuicio de la alta presión tributaria a la que está sometido todo trabajador venezolano bajo relación de dependencia, quien debe hacer pagos a través de sus patronos en materia de contribuciones parafiscales e impuesto sobre la renta, sin contar todos los pagos que debe realizar con la compra de bienes y servicios gravados por el impuesto al valor agregado, con incidencia directa en su remuneración y capacidad de compra.

Poder Adquisitivo del Educador en Venezuela

Considerando las variables expuestas tanto en el sueldo mínimo, el salario del educador, la inflación disponible y la referencia prevista por CENDA, se logra determinar el hecho de que el poder adquisitivo real de los profesionales de la educación se ha visto afectado durante los últimos años (ya había sido históricamente agredido), afectando la calidad de vida de quienes integran el sector. La remuneración de un educador rondaba los Bs100mil (incluyendo beneficio de alimentación), mientras que la canasta básica estimada para diciembre de 2016 por CENDA ascendía a Bs. 542.412,79.

Tal como es plasmado en la Gráfica 1, la brecha entre el salario mínimo y la canasta básica es significativa, por lo que hace imposible para un educador poder vivir dignamente en el país y con ello garantizar condiciones óptimas para el profesional y sus dependientes y así ejercer su labor de forma objetiva y proactiva, en favor de sus estudiantes y la sociedad. Lamentablemente, esta gráfica solo demuestra que todo un sector pudiese estar dispuesto a dirigir sus esfuerzos a realizar otro tipo de actividades u oficios que puedan mejorar su sustentabilidad, dejando el sector educativo en un estado más precario del que se encuentra actualmente. 
Por otro lado, el sector de educación privada, donde dichas instituciones apenas pueden brindar pequeñas mejoras a sus profesionales, en aras de mantener estructuras de costos medianamente aceptables, que permitan colocar mensualidades pagables y que en simultaneo no llamen la atención de un Estado interventor que a cuenta de aceptación pública, sería capaz de expropiar instituciones educativas interesadas en proveer educación.
Esto, ubica a los profesionales de la educación dentro de los linderos de la pobreza extrema (donde escasamente puede cumplirse con parte de la canasta alimenticia), adentrándose en el fenómeno Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), introducido en América Latina por recomendación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) a principios de los ochenta, donde se buscaba identificar déficits en la situación objetiva de los hogares y la población a partir de un conjunto de necesidades que se consideraban como lo mínimo que debía satisfacer un hogar para lograr condiciones dignas de vida, tal como lo desarrolla María Gabriela Ponce y Lissette González (2015) en su trabajo “Pobreza y Gasto Social en la Venezuela de la Revolución Bolivariana”.

Remuneración a Educadores en el Mundo

De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los siguientes países son los que encabezan el ranking de naciones que ofrecen mejores condiciones salariales a sus docentes: i) Luxemburgo, con una remuneración inicial anual de aproximadamente US$64.043 anuales, la cual puede llegar hasta los US$93.997; ii) Corea del Sur, con aproximadamente U$27.581 anuales, la cual puede llegar a los US$76.528 anuales; iii) Suiza, desde los US$47.330, hasta los US$61.437; iv) Alemania, desde los US$47.488, hasta los US$57.357; y v) Bélgica, en el rango de los US$32.095, hasta los US$70.430. De este lado del mundo, de acuerdo a la UNESCO, en conjunto con el Banco Mundial, los docentes a todo nivel devengan sueldos mensuales que van desde los US$200 hasta los US$3.000, lo que está muy por debajo de las naciones del primer mundo, siendo Chile una de las naciones que más preocupación han mostrado al respecto.

A diferencia de estos casos, la remuneración de un docente venezolano resulta indeterminable en moneda extranjera (producto del sistema cambiario en vigor), pero sustancialmente inferior; destacándose así, la brecha existente entre la forma como es tratado el docente en los países industrializados, en comparación a lo ocurrido en el país suramericano, donde es materialmente imposible cubrir necesidades básicas, lo que desestimularía el estudio de la carrera de educación, pudiéndose incrementar el déficit de maestros en todos los niveles, especialmente en los casos de educación inicial, preescolar y básica, donde prácticamente se requiere de dedicación exclusiva. La gráfica 2 demuestra ilustrativamente la diferencia económica que existe entre el educador de los principales países y el caso venezolano.

Ciertamente, es una comparación que pudiese ser extremista, considerando que ha sido una tendencia en Latinoamérica el contar con educadores mal remunerados, luciendo más lógico hacer comparaciones entre similares; no obstante, la OCDE se ha preocupado (junto con otros entes similares) de crear parámetros que siguen los países industrializados y que deben apoyar las naciones interesadas en ser competitivas, por lo que en función a ello, la vara debe ser colocada en el lugar apropiado, y no donde más convenga a gobiernos ineficientes. En función a ello, comparar países de Suramérica, con las mejores prácticas mundiales, sería la ruta correcta a seguir.
Al adentrarnos en la información, el Banco Mundial y la UNESCO han determinado que Chile y México (US$3.880, 84 y US$1.610 mensual, respectivamente) ofrecen las mejores condiciones económicas, mientras que Colombia y Bolivia ofrecen los rangos inferiores más bajos (US$259,03 y US$272,32 mensual, respectivamente). Estos números siguen siendo halagadores al ser comparadas con la situación venezolana.
Más allá de aspectos regulatorios, de idoneidad o de cualquier otro elemento que permita o no ejercer la actividad docente fuera del país, elementos de este tenor terminan desmotivando a los profesionales de la educación, quienes pueden verse en la tentación de direccionar sus carreras a áreas más universales, buscando con ello la posibilidad de ejercer fuera del Venezuela en condiciones más ventajosas y así sumarse a la lista de migración que tiene la nación hasta la fecha, lo que agravaría  el proceso de abandono del aula escolar por parte del docente y del estudiante.
El aspecto emocional del docente, los serios problemas en cuanto a la capacidad de compra que tienen, la opacidad en la información pública, el ataque sistemático a instituciones privadas que tratan de hacerse camino en un ambiente adverso, el abandono de la planta física de instituciones privadas y públicas, entre otros elementos, se convierten en el detonador ideal para ver aulas universitarias vacías en las escuelas de educación tanto del lado del facilitador ya formado, como del lado del estudiante deseoso de ejercer en el país con mayores reservas petroleras probadas del mundo, pero con una creciente escasez de talento humano, producto de la migración y la eliminación de oportunidades académicas de calidad.

Conclusiones

A modo de cierre, es necesario hacer algunas precisiones fundamentales, que permitan analizar los eventos históricos en torno a la educación en el país, la forma como se ve en la actualidad y las perspectivas futuras del sector con mayor influencia en cualquier sociedad interesada de fomentar un esquema de sostenibilidad económica, social y política que permita interactuar en mercados cada vez más competitivos y complejos, en un mundo globalizado que pareciese estar dando giros un tanto inexplicables y en otros casos, difíciles de digerir para todos los que tratan de predecir el devenir de los tiempos. En función a esto, las conclusiones son las siguientes:
1.         De acuerdo al estudio realizado por las universidades más importantes del país, los niveles de pobreza actualmente, superan los ya vistos antes de la llegada al poder del Socialismo.
2.         La deshumanización, en un contexto social, priva al hombre de sus derechos. Entre ellos tenemos el derecho de libremente escoger su profesión y vivir dignamente de ella sin más limitaciones que las previstas en la normativa vigente del país donde se encuentre.
3.         El país, de acuerdo al INE, tiene una importante población de niños, adolescentes y jóvenes con derecho constitucional a ser educados de forma óptima.
4.         El poder adquisitivo del venezolano ha disminuido entre los años 2010 y 2016, lo que ha contribuido con la deshumanización de ciudadanos que se ven imposibilitados a cubrir sus necesidades básicas. No cubrir lo básico, perturba el camino de la autorrealización personal.
5.         La brecha entre el salario mínimo y la remuneración de un educador es prácticamente inexistente en la actualidad, por lo que el maestro venezolano obtiene rentas equivalentes a las que recibiría cualquier persona sin formación académica formal en entidades incluso de muy corta escala. Esto tiene un impacto visible en el poder adquisitivo del profesional.
6.         El incentivo económico es fundamental para cualquier ciudadano, por lo que al no recibirse una remuneración acorde con las responsabilidades, existe una alta probabilidad de que sea dejada de lado la tarea.
7.         El sector educativo es fundamental, teniendo un efecto multiplicador difícil de predecir. Deshumanizar al educador, afecta al estudiante y a su entorno.
8.         Gran parte de la solución está en manos del gobierno de turno, por lo que las iniciativas que pueda hacer el sector privado serán normalmente limitadas y con bajo impacto. Incluso, en muchas circunstancias pudiesen ocasionar serias distorsiones y consecuencias de carácter jurídico.
9.         Comparativamente, la situación del docente venezolano esta abiertamente en desventaja con respecto a sus pares en el extranjero.

Referencias

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