Resumen
El objetivo de esta investigación es analizar, a través
de una metodología descriptiva basada en documentos, la forma cómo la labor del
educador ha sido histórica y sistemáticamente subvaluada en lo económico. Este
fenómeno podría llevarnos a la deshumanización económica del docente. En este
sentido, se describen algunos elementos económicos de la situación política
venezolana, haciendo mayor énfasis en el estado de los profesionales de la
docencia; además de indagar sobre los indicadores que afectan principalmente la
remuneración de los trabajadores venezolanos y finalmente comentar la posición
actual de los docentes en el extranjero (tanto en Suramérica, como en ciertos
países industrializados). En simultáneo, es analizado el poder adquisitivo de
los docentes y su impacto social. Se concluye que los educadores han sido
desfavorecidos económicamente, lo que afecta de igual forma a representantes y
estudiantes a todos los niveles. Al comparar la remuneración que reciben los
locales, con los ingresos percibidos por sus colegas en el extranjero, se puede
constatar la diferencia existente.
Palabras claves: Educación; deshumanización;
salario; empleo.
Abstract
The purpose of this research is to analyze, through a
descriptive methodology based on documents, the way in which the educator's
work has been historically and systematically economically undervalued. This
phenomenon could lead to economic dehumanization of educators In this sense,
some economic elements of the Venezuelan political situation are described,
placing greater emphasis on status of teaching professionals; in addition to
inquiring about indicators that mainly affect remuneration of Venezuelan
workers and finally commenting on current position of teachers abroad (both in
South America and in certain industrialized countries); At the same time, is
analized purchasing power of teachers and their social impact are analyzed. It
is concluded that educators have been economically disadvantaged, which affects
parents and students at all levels in similar way. When comparing the
remuneration that premises receive, with income received by their colleagues
abroad, existing difference could be verified.
Keywords:
Education; dehumanization; salary; employment.
Introducción
De acuerdo con lo expresado por Ponce (2015), en ponencia
de divulgación realizada en Febrero de 2016, ante el Observatorio de Gasto
Público en el Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad
(CEDICE), producto de estudio llevado a cabo de forma mancomunada por las
universidades Central de Venezuela (UCV), Simón Bolívar (USB) y Universidad Católica
Andrés Bello (UCAB), se concluyó que la pobreza arrojó cifras del 72% al 76% en
el período comprendido desde 1997 hasta el 2011, aclarando que siempre el
número en este parámetro es más alto, considerando que los hogares con escasos
recursos tienden a ser más numerosos.
En el mismo estudio, se constató cierta mejoría en cuanto
a los indicadores de pobreza en épocas en las cuales el precio del petróleo
estuvo mundialmente a niveles récord, considerando que Venezuela es productor y
exportador de crudo; no obstante, en líneas generales, los resultados apuntaron
a que durante el período sujeto a estudio se estuvo en peores condiciones a las
vistas en períodos previos (Etapa democrática, posterior al 23 de enero de
1958, hasta la instauración de la denominada quinta república). En cuanto a
tipología, la especialista aclaró que existe “la pobreza un poco más coyuntural de índole económica, la pobreza más
estructural que tiene que ver con las condiciones de vida, y la pobreza crónica”.
Siendo así, considerando el trabajo previamente citado, el problema económico
del ciudadano venezolano ha ido empeorando.
En función a ello, todo estudio que se haga en torno a
determinar la calidad de vida de los venezolanos, y que en simultáneo establezca
las causas, consecuencias y antídotos para su resolución, serán fundamental
bajo un entorno adverso tanto para el Estado venezolano, como para las personas
que hacen vida en el país, en aras de lograr promover condiciones mínimas para
dignificar la situación de los ciudadanos y foráneos. Los hechos económicos que
han azotado al país suramericano, han tenido efecto en prácticamente todos los
sectores de la economía y la sociedad; no obstante a ello, educación, salud,
seguridad y alimentación han sido de los más afectados, incluso, en medio de
una de las bonanzas económicas más importantes para la nación, producto de los
altos precios de petróleo, principalmente entre los años 2006 y 2014, tal como
lo detalla el análisis llevado a cabo por el Servicio Geológico Mexicano.
El docente venezolano no escapa del espiral de pobreza,
por lo que su presencia en el cordón de miseria es evidente y de una u otra
forma empeora el escenario nacional, dado que convive y forma parte de ese más
del 70% que no cuenta con condiciones dignas de vida. El presente análisis
atenderá fundamentalmente la situación del educador, en el entendido inicial de
que a través de éste, se logra un efecto multiplicador de importante alcance, lo
que justifica que claramente se encuentre debajo de los reflectores.
En función a lo anterior, el objetivo de la presente
investigación es describir algunos elementos económicos de la situación
política venezolana, haciendo mayor énfasis en el estado de los profesionales
de la docencia; indagar sobre los indicadores que afectan principalmente la
remuneración de los trabajadores venezolanos y finalmente comentar la posición
actual de los docentes en el extranjero (tanto en Suramérica, como en ciertos
países desarrollados). De igual forma, se analiza el poder adquisitivo de los
docentes y su impacto en la sociedad.
Deshumanización
El término deshumanizar tiene una connotación enérgica
desde el punto de vista lingüístico, por lo que su uso, en sí mismo, pudiese
considerarse como una provocación. De acuerdo a la Real Academia
Española, deshumanizar es “privar de
caracteres humanos”, dando con ello un comprometido peso al concepto. Los
caracteres humanos tienen una relación inicial con aspectos de naturaleza
biológica, por lo que abrazan especialmente a los elementos de la genética,
convirtiéndose con ello, por las variables científicas que conlleva, en un tema
de amplia complejidad. No obstante a lo anterior, en la práctica diaria, dicho
concepto ha sido acuñado por las ciencias sociales, gracias a la intervención
de George Orwell (1949) en su obra “1984” , debiendo agregarse la religión, la
ideología, los valores y cualquier otro componente que individualice
socialmente al ser humano, sin obviar los derechos y deberes agregados dentro
del pacto que generalmente se lleva a cabo entre ciudadanos y estados
democráticos. En este contexto, se ha hecho común en la literatura la
utilización del término “deshumanizado”, el cual se ha convertido en un
calificativo que describe una situación contraria en cabeza del así señalado.
George Orwell, en su obra previamente citada, analiza
detalladamente el proceso de deshumanización que se da en estados autoritarios,
quienes van coartando de forma sistémica e intensa la ciudadanía de las
personas, hasta el punto de clasificarlas y despojarlas de los atributos que
como sujetos deben ser teóricamente respetados. Este concepto está atado a los
derechos humanos, debatidos a nivel mundial, y que aun en el presente siglo
siguen sorprendiendo a gobiernos y colectivos, por las grandes distorsiones que
se dan constantemente, sin aparente control por parte de las autoridades, y en
muchos casos incluso auspiciados por éstos. Jean-Claude
Michéa (1995), en profundo análisis sobre la obra “1984”, trata de sacar las
mejores lecciones que pueden darse sobre el tema de la deshumanización de las
sociedades y sus perniciosos efectos sobre los afectados y generaciones
futuras.
Una forma de deshumanizar a
los ciudadanos es a través de la educación y la economía, convirtiendo a
comunidades enteras en improductivos funcionales, quienes quedan sometidos ante
el poder y terminan arruinados con la anuencia de todos. Al llevar esto al
plano educativo, es preciso mencionar lo que describe brevemente Orlando
Carvajal (2011) en su libro “Mitos, Realidades y Propuestas Educativas”, cuando
resalta que “la resultante del estado
ruinoso de muchos planteles; del estrés de unos docente que arrastran un
sobretrabajo para poder subsistir; de unos programas de estudio hipertrofiados
y desenfocados; y de una enorme debilidad y desidia gerencial (p.16)”
terminan siendo para efectos del presente análisis un coctel que
irremediablemente logra desmoralizar a
un colectivo interesado en brindar educación, pero que al final del día ofrecen
enseñanzas desprovistas de calidad, con un costo diferido complejo de
determinar en el ahora.
Así las cosas, el término
deshumanización termina siendo la forma resumida de expresar socialmente el
resultado de la relación entre Estados y ciudadanos, donde estos últimos quedan
sometidos (dominados) ante los primeros por la fuerza y/o con la palabra. Esto
trae consigo un impacto desmoralizante para el afectado, con lo cual termina
convirtiéndose en un rehén de la clase política en oficina, deviniendo en un
sistema dictatorial y totalitario; perdiéndose con ello los valores
fundamentales del hombre libre, el cual acepta ser dirigido por funcionarios
públicos encargados de velar por intereses comunes de un colectivo y así vivir
en sociedad.
Con ello se devela que la
deshumanización no solo transgrede al docente, dado que este efecto va en
cascada en torno a todos los stakeholders
vinculados con la educación. Siendo así, al deshumanizar al líder del aula, se
deshumaniza al estudiante, a su familia y por consiguiente, a toda una
sociedad.
Libertad Económica y Legal en
Venezuela
De acuerdo a María Gabriela
Ponce y Lissette González (2015), en la presentación de su investigación. “la
mejora del nivel vida de las sociedades ha sido favorecida, tanto por
iniciativas privadas como políticas públicas…”, por lo que evidentemente debe
ser un trabajo mancomunado, propiciando el “…progreso tecnológico, crecimiento
económico, bienestar social, desarrollo sostenible, calidad de vida,
capacidades humanas y desarrollo en libertad…” Hasta la fecha, esta ha sido la
fórmula utópica para vivir en sociedad y lograr resultados razonablemente
aceptables en favor de los ciudadanos. Todo ello planteado de forma sistemática
y coherente a través de la aplicación de todos los principios previstos en
materia de administración financiera de los estados y la colaboración natural
que debe darse a través de la responsabilidad social empresarial que deben
tener las organizaciones en cualquier nación interesada en estar alineada a los
Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) y Objetivo de Desarrollo del Milenio
(ODM) que sirven de punto de partida para garantizar un mejor convivir.
Antagónicamente, aun cuando
pareciese que lo visto en Venezuela es un plan maquiavélico llevado a cabo en
las últimas décadas de vida republicana, se debe hacer un mea culpa y alertar
que ya el mismo Andrés Eloy Blanco lo había alertado poéticamente, tal como lo
subraya el Doctor Carvajal (2011), en su obra “Mitos, Realidades y Propuestas
Educativas”, destacando que el educador ya era visto como un profesional mal
remunerado en nuestra sociedad, estando incluso por debajo del salario de un
peón de hacienda. Como otra cara de la moneda, se debe analizar el precedente positivo de mayor envergadura en
la historia venezolana, en la gestión realizada por el ministro Antonio Luis Cárdenas
en el año 1996, donde ubicó el salario de los educadores en al menos tres veces
el salario mínimo, lo que hoy en día sería un incremento significativo (pero
estéril) para los educadores venezolanos, en medio una severa crisis económica.
Cuando son llevados estos conceptos al campo legal venezolano,
se encuentra con que la afectación hacía los ciudadanos asociados al sector
educativo no está fundamentada en aspectos de derecho, sino más bien de hecho;
situación que hace aún más complejo el asunto, dado que todo se convierte en
una suerte de confabulación política que ha sido heredada y perfeccionada
(advertida o inadvertidamente) con el paso del tiempo. Para poder visualizar
esto, es conveniente destacar que de acuerdo a lo previsto en la Constitución
Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (CNRBV), en su Artículo 1, “La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente
y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia
y paz internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador”, por lo
que a todas luces se denota que en las venas de la nación corren ideales muy
sólidos, plasmados directamente en una de carta magna sofisticada y
proteccionista, obviada sistemáticamente en aspectos económicos, políticos y de
garantías para con los ciudadanos.
El concepto de libertad se mezcla con lo previsto en el
Artículo 87 de la CNRBV, el cual establece que todas las personas tienen el
derecho de obtener la ocupación productiva de su apetencia (aupado
principalmente por la vocación y motivación que se genera al hacer alguna actividad
útil, en concordancia de forma armoniosa con los intereses de la nación) y
tener la oportunidad de vivir dignamente, siempre y cuando dicha actividad sea
de carácter lícito y esté alineada con los valores del ser humano. Este
concepto legalmente previsto en la normativa venezolana es de obligatorio
cumplimiento por los gobiernos, partiendo del hecho de que es parte del pacto
social existente entre el Estado y sus ciudadanos.
Esto hace ver que el aparataje legal venezolano está
concebido para brindar condiciones óptimas a todos los ciudadanos que hagan
vida temporal o permanentemente en el país, lo que evidentemente incluye a los
docentes; siendo así, definitivamente el tema puede ser solucionado a través
del cumplimiento de la norma y no de la reforma de la misma.
Información Disponible en Venezuela
Adentrándose en la data, de acuerdo al Instituto Nacional
de Estadísticas (INE), la proyección de población estimada para el año 2016 era
de aproximadamente 31.028.637 personas, de los cuales 15.554.863 se estiman
sean hombres y 15.473.774 mujeres, partiendo al país prácticamente por la mitad
en cuanto a género. Estas cifras son proyectadas en función al Censo llevado a
cabo en el país en el año 2011, que arrojó como resultado una población
nacional de 27.227.930, de los cuales, aproximadamente 9.998.094 eran infantes,
niños y adolescentes hasta los 19 años, quienes conforman el padrón mínimo de
ciudadanos con derecho a educación pública y gratuita de acuerdo a lo previsto
en la CNRBV en sus Artículos 102 y 103.
Esta cantidad de jóvenes en edad escolar representaban
aproximadamente un 36,71% de la población total del país para el 2011, por lo
que llevado ese porcentaje al estimado poblacional actual, se estaría hablando
de que al 2016 se contaría con unos 11.393.713 infantes, niños y adolescentes
en las aulas de clases del país, tanto del sector privado, como del sector
público. Esto demuestra que Venezuela sigue siendo un país joven.
Como complemento y en este mismo orden de ideas, el
Capítulo VI De los Derechos Culturales y Educativos eiusdem hace un recorrido en cuanto a la relación que predominará
entre el Estado, privados y ciudadanos, con el fin último de garantizar que la
educación, el deporte y la cultura sean valoradas por el entorno y respetados
como derechos fundamentales. En este sentido, es imposible prever que la
deshumanización social a educadores sea producto de un aparataje legal
deficiente, sino más bien de la acumulación de prácticas gerenciales erróneas y
la inobservancia de las necesidades de la academia, como formadora de contenido
en el momento preciso de determinar presupuestalmente su peso cuantitativo. En
función a esto, existe un conglomerado que debe ser bien atendido, en pro de
esos aproximadamente 11 millones de estudiantes a nivel nacional, con toda una
normativa que defiende su derecho, pero que en paralelo desatiende al generador
y proveedor del conocimiento, quien sin duda alguna es el educador en todos los
niveles posibles.
Ahora bien, la gran interrogante debe ser el conocer si
tal como lo afirmaba románticamente Andrés Eloy Blanco, el educador termina
siendo un profesional respetado socialmente, pero olvidado en cuanto a sus
necesidades más fundamentales, enviándolo de esta forma irremediablemente a un
estado de desahucio tal, que desestimula al profesional que decidió afrontar
tamaño reto, compuesto en más de tres cuartas partes por profesionales del sexo
femenino, de las cuales, aproximadamente el 35% (específicamente de educación
preescolar y básica hasta sexto. grado) de ellas laboran en al menos dos
instituciones, de acuerdo a la investigación mencionada por el Doctor Carvajal
en su obra “Mitos, Realidades y Propuestas Educativas”, lo que incrementa
sustancialmente las distorsiones de un sector educativo desgastado física,
económica y moralmente, considerando que lesiona a la mujer venezolana, la cual
por naturaleza es garante del equilibrio de la sociedad, por su rol como madre,
esposa y educadora.
Todo esto sin perjuicio de la inexistencia de data
precisa que nos permita inferir cuantas posiciones totales están y cuáles de
ellas están disponibles a la espera de jóvenes interesados en ocuparlas, que
además cuenten con una formación sólida y que no terminen mereciendo
remuneraciones que desastrosamente se encuentran desfasadas y que se vuelven
incomprensibles al medirse con las necesidades básicas y elementales que
cualquier ciudadano requiere para vivir dignamente en el país, situación está
que se vuelve improbable, producto de las deformaciones que existen entre el
poder adquisitivo y la remuneración bajo relación de dependencia.
El Salario en Venezuela 2010-2016
Según el conocido estudio llevado a cabo por Abraham
Maslow (1943), en su obra intitulada “Una teoría sobre la motivación humana”,
se jerarquizan las necesidades humanas y establece en líneas generales que en
la medida que se satisfagan las más elementales, los seres humanos desarrollan
nuevos deseos, elevando los mismos. La parte inferior de la pirámide (con la
cual simboliza el análisis de Maslow), está compuesta inicialmente por
necesidades básicas (orgánicas) y el segundo tramo, las de seguridad y
protección (asociadas a remuneración, entre otras). En este sentido, de acuerdo
a esta visión, una persona que viva bajo condiciones económicas comprometidas,
se vería seriamente afectado motivacionalmente para poder tener mayores y
mejores aspiraciones en su andar profesional y/o personal, y con ello seguir
avanzando hasta los tramos superiores, donde finalmente se encuentra la
autorrealización personal, la que habitualmente conlleva a la elevación de los
estándares.
Existen diversas teorías (Anthony Robbins, 2010; David
McClelland, 1989; Gary Yukl, 2008 y Stephen B. Karpman, 1968); que pudiesen no
coincidir específicamente con la pirámide de Maslow; no obstante, la tendencia
coincide en que el apartado económico tiene una incidencia significativa (más
no determinante) para cualquier labor, aun cuando está claro que las
individualidades tendrán siempre un efecto importante, sobre todo cuando los
aspectos éticos, el compromiso organizacional e incluso la mística de trabajo
tengan un peso significativo al momento de llevar a cabo cualquier actividad
profesional. Incluso, la constitución del grupo familiar del educador puede que
tenga una incidencia en la forma como ve su profesión desde el punto de vista
económico.
Ciertamente, se destaca que la inflación para el año 2016
es un enigma importante, considerando la opacidad que existe en la información
de las variables financieras. Había sido costumbre la recepción de información
oportuna, emitida por los órganos competentes; no obstante a ello, ha mermado
este accionar por parte del Estado Venezolano, por lo que los análisis de los
especialistas se han centrado en las estimaciones y resultados de entidades locales
y foráneas con interés en el tema. Esto, por supuesto crea una brecha entre datos
y hechos, por lo que probablemente no pueda llegarse a conclusiones precisas
sobre la situación existente en cuanto al poder adquisitivo real del educador.
De acuerdo a la Federación Venezolano de
Maestros (Alcance Económico de la Discusión de la VII Convención Colectiva del
Trabajo Tabulador Salarial), publicado en su portal web (Tabla 2), el docente
mejor pagado para el 2014 (Con 25 años de experiencia, incluyendo antigüedad,
transporte y aspectos propios del docente) percibía una remuneración apenas del
doble del salario mínimo vigente para ese mismo año. Como observación al
margen, se destacaba que a estos montos había que sumarle las primas de:
postgrado, ruralidad, difícil acceso, jerarquía, bono bolivariano,
compensación, educación especial y contribución anual de uniformes. Esta última
estimación no es precisada por el reporte presentado en el portal; no obstante,
en principio no sería materialmente importante, como para hacer un elemento que
dignifique la profesión educativa.
El para entonces Ministro para la Educación (Rodulfo
Pérez, en el cargo desde enero de 2016, hasta enero de 2017) informó en marzo
de 2016 la remuneración que recibirían los docentes para el ejercicio 2016
(Tabla 3), donde se seguía percibiendo el evidente rezago entre las
remuneraciones percibidas y el costo de la canasta básica del país
suramericano. De igual forma, anunció que esta Convención Única y Unitaria
beneficiaba a 213.168 jubilados y pensionados del Ministerio de Educación, por
lo que su alcance tendría mayor impacto, aun cuando todo es plasmado con un
tinte ampliamente ideológico, y no ajustado a la realidad del sector más importante
de la sociedad, por su profundo y ya nombrado efecto multiplicador.
Si es considerado el aumento salarial aplicado a partir
del 1 de noviembre de 2016 por Bs. 27.092,00 y del Cestaticket Socialista por
Bs. 63.720,00, se visualiza que un educador apenas podría estar ganando unos Bs.
5 mil por encima de lo que ganaría una persona al más bajo nivel dentro de
cualquier organización, lo que proporciona indicios la deshumanización de la
labor para con la profesión educativa, salvo los casos (principalmente en
instituciones privadas) donde el patrono practique otro tipo de escala más
justa, en aras de retener a los profesionales o sencillamente para darle
condiciones mínimas un más benévolas, que aun cuando no dignificarían su labor,
al menos, comparativamente los colocaría en posición un tanto más privilegiada.
Uno de los sucesos más contradictorios de los últimos
meses, es el hecho de que el salario mínimo quedó rezagado en función al Cestaticket
Socialista. En la actualidad, el beneficio de alimentación es prácticamente
tres veces la remuneración básica, lo que es una grave inconsistencia y
distorsión, en el entendido de que los beneficios salariales son los únicos que
tienen incidencia en eventuales indemnizaciones post empleo, en caso de
cesación de la relación laboral entre trabajadores y patronos, por lo que el
perjuicio que se genera a los ciudadanos bajo relación de dependencia es
significativo en términos económicos, lo que se une a los elementos
desmotivadores de la relación del educador con su entorno. Todo esto sin
perjuicio de la alta presión tributaria a la que está sometido todo trabajador
venezolano bajo relación de dependencia, quien debe hacer pagos a través de sus
patronos en materia de contribuciones parafiscales e impuesto sobre la renta,
sin contar todos los pagos que debe realizar con la compra de bienes y
servicios gravados por el impuesto al valor agregado, con incidencia directa en
su remuneración y capacidad de compra.
Poder Adquisitivo del Educador en Venezuela
Considerando las variables expuestas tanto en el sueldo
mínimo, el salario del educador, la inflación disponible y la referencia
prevista por CENDA, se logra determinar el hecho de que el poder adquisitivo
real de los profesionales de la educación se ha visto afectado durante los
últimos años (ya había sido históricamente agredido), afectando la calidad de
vida de quienes integran el sector. La remuneración de un educador rondaba los
Bs100mil (incluyendo beneficio de alimentación), mientras que la canasta básica
estimada para diciembre de 2016 por CENDA ascendía a Bs. 542.412,79.
Tal como es plasmado en la Gráfica 1, la brecha entre el
salario mínimo y la canasta básica es significativa, por lo que hace imposible
para un educador poder vivir dignamente en el país y con ello garantizar
condiciones óptimas para el profesional y sus dependientes y así ejercer su
labor de forma objetiva y proactiva, en favor de sus estudiantes y la sociedad.
Lamentablemente, esta gráfica solo demuestra que todo un sector pudiese estar dispuesto a dirigir sus esfuerzos a realizar otro
tipo de actividades u oficios que puedan mejorar su sustentabilidad, dejando el
sector educativo en un estado más precario del que se encuentra actualmente.
Por otro lado, el sector de educación privada, donde
dichas instituciones apenas pueden brindar pequeñas mejoras a sus
profesionales, en aras de mantener estructuras de costos medianamente
aceptables, que permitan colocar mensualidades pagables y que en simultaneo no
llamen la atención de un Estado interventor que a cuenta de aceptación pública,
sería capaz de expropiar instituciones educativas interesadas en proveer
educación.
Esto, ubica a los profesionales de la educación dentro de
los linderos de la pobreza extrema (donde escasamente puede cumplirse con parte
de la canasta alimenticia), adentrándose en el fenómeno Necesidades Básicas
Insatisfechas (NBI), introducido en América Latina por recomendación de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) a principios de los ochenta,
donde se buscaba identificar déficits en la situación objetiva de los hogares y
la población a partir de un conjunto de necesidades que se consideraban como lo
mínimo que debía satisfacer un hogar para lograr condiciones dignas de vida,
tal como lo desarrolla María Gabriela Ponce y Lissette González (2015) en su
trabajo “Pobreza y Gasto Social en la Venezuela de la
Revolución Bolivariana”.
Remuneración a Educadores en el Mundo
De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE), los siguientes países son los que encabezan el
ranking de naciones que ofrecen mejores condiciones salariales a sus docentes:
i) Luxemburgo, con una remuneración inicial anual de aproximadamente US$64.043
anuales, la cual puede llegar hasta los US$93.997; ii) Corea del Sur, con
aproximadamente U$27.581 anuales, la cual puede llegar a los US$76.528 anuales;
iii) Suiza, desde los US$47.330, hasta los US$61.437; iv) Alemania, desde los
US$47.488, hasta los US$57.357; y v) Bélgica, en el rango de los US$32.095,
hasta los US$70.430. De este lado del mundo, de acuerdo a la UNESCO, en
conjunto con el Banco Mundial, los docentes a todo nivel devengan sueldos
mensuales que van desde los US$200 hasta los US$3.000, lo que está muy por
debajo de las naciones del primer mundo, siendo Chile una de las naciones que
más preocupación han mostrado al respecto.
A diferencia de estos casos, la remuneración de un
docente venezolano resulta indeterminable en moneda extranjera (producto del
sistema cambiario en vigor), pero sustancialmente inferior; destacándose así,
la brecha existente entre la forma como es tratado el docente en los países
industrializados, en comparación a lo ocurrido en el país suramericano, donde
es materialmente imposible cubrir necesidades básicas, lo que desestimularía el
estudio de la carrera de educación, pudiéndose incrementar el déficit de
maestros en todos los niveles, especialmente en los casos de educación inicial,
preescolar y básica, donde prácticamente se requiere de dedicación exclusiva.
La gráfica 2 demuestra ilustrativamente la diferencia económica que existe
entre el educador de los principales países y el caso venezolano.
Ciertamente, es una comparación que pudiese ser
extremista, considerando que ha sido una tendencia en Latinoamérica el contar
con educadores mal remunerados, luciendo más lógico hacer comparaciones entre
similares; no obstante, la OCDE se ha preocupado (junto con otros entes
similares) de crear parámetros que siguen los países industrializados y que
deben apoyar las naciones interesadas en ser competitivas, por lo que en
función a ello, la vara debe ser colocada en el lugar apropiado, y no donde más
convenga a gobiernos ineficientes. En función a ello, comparar países de
Suramérica, con las mejores prácticas mundiales, sería la ruta correcta a
seguir.
Al adentrarnos en la información, el Banco Mundial y la
UNESCO han determinado que Chile y México (US$3.880, 84 y US$1.610 mensual,
respectivamente) ofrecen las mejores condiciones económicas, mientras que
Colombia y Bolivia ofrecen los rangos inferiores más bajos (US$259,03 y
US$272,32 mensual, respectivamente). Estos números siguen siendo halagadores al
ser comparadas con la situación venezolana.
Más allá de aspectos regulatorios, de idoneidad o de
cualquier otro elemento que permita o no ejercer la actividad docente fuera del
país, elementos de este tenor terminan desmotivando a los profesionales de la
educación, quienes pueden verse en la tentación de direccionar sus carreras a
áreas más universales, buscando con ello la posibilidad de ejercer fuera del
Venezuela en condiciones más ventajosas y así sumarse a la lista de migración
que tiene la nación hasta la fecha, lo que agravaría el proceso de abandono del aula escolar por
parte del docente y del estudiante.
El aspecto emocional del docente, los serios problemas en
cuanto a la capacidad de compra que tienen, la opacidad en la información
pública, el ataque sistemático a instituciones privadas que tratan de hacerse
camino en un ambiente adverso, el abandono de la planta física de instituciones
privadas y públicas, entre otros elementos, se convierten en el detonador ideal
para ver aulas universitarias vacías en las escuelas de educación tanto del
lado del facilitador ya formado, como del lado del estudiante deseoso de
ejercer en el país con mayores reservas petroleras probadas del mundo, pero con
una creciente escasez de talento humano, producto de la migración y la eliminación
de oportunidades académicas de calidad.
Conclusiones
A modo de cierre, es necesario hacer algunas precisiones
fundamentales, que permitan analizar los eventos históricos en torno a la
educación en el país, la forma como se ve en la actualidad y las perspectivas
futuras del sector con mayor influencia en cualquier sociedad interesada de
fomentar un esquema de sostenibilidad económica, social y política que permita
interactuar en mercados cada vez más competitivos y complejos, en un mundo
globalizado que pareciese estar dando giros un tanto inexplicables y en otros
casos, difíciles de digerir para todos los que tratan de predecir el devenir de
los tiempos. En función a esto, las conclusiones son las siguientes:
1.
De
acuerdo al estudio realizado por las universidades más importantes del país,
los niveles de pobreza actualmente, superan los ya vistos antes de la llegada
al poder del Socialismo.
2.
La
deshumanización, en un contexto social, priva al hombre de sus derechos. Entre
ellos tenemos el derecho de libremente escoger su profesión y vivir dignamente
de ella sin más limitaciones que las previstas en la normativa vigente del país
donde se encuentre.
3.
El
país, de acuerdo al INE, tiene una importante población de niños, adolescentes
y jóvenes con derecho constitucional a ser educados de forma óptima.
4.
El
poder adquisitivo del venezolano ha disminuido entre los años 2010 y 2016, lo
que ha contribuido con la deshumanización de ciudadanos que se ven
imposibilitados a cubrir sus necesidades básicas. No cubrir lo básico, perturba
el camino de la autorrealización personal.
5.
La
brecha entre el salario mínimo y la remuneración de un educador es
prácticamente inexistente en la actualidad, por lo que el maestro venezolano
obtiene rentas equivalentes a las que recibiría cualquier persona sin formación
académica formal en entidades incluso de muy corta escala. Esto tiene un
impacto visible en el poder adquisitivo del profesional.
6.
El
incentivo económico es fundamental para cualquier ciudadano, por lo que al no
recibirse una remuneración acorde con las responsabilidades, existe una alta
probabilidad de que sea dejada de lado la tarea.
7.
El
sector educativo es fundamental, teniendo un efecto multiplicador difícil de
predecir. Deshumanizar al educador, afecta al estudiante y a su entorno.
8.
Gran
parte de la solución está en manos del gobierno de turno, por lo que las
iniciativas que pueda hacer el sector privado serán normalmente limitadas y con
bajo impacto. Incluso, en muchas circunstancias pudiesen ocasionar serias
distorsiones y consecuencias de carácter jurídico.
9.
Comparativamente,
la situación del docente venezolano esta abiertamente en desventaja con
respecto a sus pares en el extranjero.
Referencias
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Fondo Editorial “Simón Rodríguez” de la Lotería del Táchira.
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