Edad
de piedra
Aguas arriba
Una
de las causas fundamentales de las debacles económicas están sustentadas en
altísimas dosis de burocracia y falta de sistematización de procesos que
desmotivan a los actores económicos y que los envuelven en una maraña de
exposiciones que pueden ser muy costosas para cualquier emprendimiento en
marcha. En otros casos, la automatización puede ser la causante de los
problemas, de no existir una plataforma suficientemente robusta como para poder
soportar el gestionamiento de sus usuarios y hacer que todo fluya con razonable
normalidad, en el entendido de que siempre podrán darse imponderables.
Esto
se da naturalmente por el proceso paulatino de desactualización por falta de
inversión en áreas tan relevantes como las tecnológicas, lo que deja a los
habitantes de un país supeditados a que un portal web funcione medianamente
bien para poder cumplir con procesos administrativos, legales y/o tributarios.
Esto sin duda alguna se convierte en una fuerte distracción que además tiende a
ser costosa, por la respectiva dosis de ineficiencia implícita en el devenir de
las tareas.
Horas
enteras de esfuerzo para poder tener acceso a portales hace que la dedicación
laboral se invierta, por lo que se vuelve mandatorio dedicar tiempo adicional
para poder efectuar ciertos trámites fundamentales en momentos poco
convencionales, solo con el objetivo de cumplir con clientes, relacionados y
otros. A simple vista, cualquiera pudiese decir que esto es insignificante y
circunstancial, pero lo cierto es que tiene un fuerte impacto para los que
interactuamos con plataformas gubernamentales en tiempos de desdén político.
Aguas
en el medio
Tenemos
múltiples ejemplos entre los que sobresalen los trámites de extranjería,
tributos, tránsito y tantos otros procesos que debemos ejecutar en plazos muy
cortos y que sencillamente se vuelven prácticamente imposibles de cumplir, y
que adicionalmente generas problemas colaterales. Las plataformas pueden ser
muy amigables, sencillas y con objetivos muy nobles; no obstante, hemos visto
que los mismos han hecho que la ineficiencia aumente, la gestoría prospere y la
desazón sea cada vez mayor.
Esta
semana nuestra batalla fue con la Administración Tributaria, pero mañana es con
el control para el acceso para la obtención de divisas y luego es para un trámite
y después para el otro y todo se concatena con un país que ve como la tecnología
mejora consistentemente fuera de las fronteras, pero que aquí solo la vemos
como una cosa fantástica que pasan por televisión. Así pasa con productos
básicos, medicinas, equipos electrónicos, vehículos y cualquier cosa fascinante
que esté ocurriendo en el mundo, mientras que de este lado lo vemos con
asombroso que hasta pena debería darnos, y así van surgiendo más asuntos que
nos devuelven de forma paulatina a la edad de piedra.
Aguas abajo
Recientemente escuchaba a un conocido diciendo que antes hacíamos
las declaraciones en papel, con una máquina de escribir antiquísima, en medio
de la noche, con muchas hojas de papel carbón y luego la llevábamos al banco y
todo salía bien y en cierta forma se sentía todo en control, porque todo
dependía de nuestra pericia. Ahora, en muchos países del mundo la interacción
con registros, notarias, administración tributaria y cualquier otro ente
gubernamental (acogiéndose a la tan ansiada simplificación de procedimientos
administrativos) se hace con mucha comodidad, con plataformas robustas y
extrema diligencia, mientras que de este lado pasamos de golpear la máquina de
escribir, a romper el botón del mouse hasta llegar a tener acceso a una portal
que en cualquier momento te puede dejar a mitad de camino.
Lo peor es que este es tan solo un ejemplo de las cosas fantásticas
que nos estamos perdiendo en la actualidad, en un mundo cada vez más tecnológico,
funcional y eficiente, donde incluso las smartcities
ocupan páginas de elogios, donde el wifi
no es una novedad y la tecnología se vuelve en un ser omnipresente que nos hace
la vida más sencilla desde todo punto de vista. Esperemos que pronto volvamos
al camino correcto y tengamos la vida que nos merecemos como sociedad. Hasta la
próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
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