Aguas arriba
La posición monetaria se entiende conceptualmente -salvo mejor definición- como la diferencia que existe entre activos y pasivos monetarios.
De tenerse mayor cantidad de activos monetarios, se tendrá irremediablemente una pérdida a efectos de la reexpresión de los estados financieros de una entidad.
De darse el caso contrario, donde los pasivos monetarios sean mayores a los activos monetarios, se generará una ganancia por este concepto.
Aguas en el medio
Esta situación radica básicamente en el hecho de que los activos monetarios pierden valor en el tiempo -efectivo, cuentas por cobrar, etc.-, mientras que los pasivos monetarios al tener mayor antigüedad, se vuelven menos onerosos. Revise su cartera y dese cuenta de este hecho casi mágico.
Desde el punto de vista contable, esto tendrá un efecto predecible en el REME y dependiendo de las circunstancias, pudiese ser atractivo ver un incremento de la utilidad, producto de dicho resultado.
Aguas abajo
Ahora bien, desde el punto de vista fiscal, mientras más activos monetarios tengan, más robusto será su patrimonio neto al inicio, generando un mayor gasto fiscal por ajuste por inflación, generando una eventual renta fiscal menor y por consiguiente un menor gasto de impuesto.
Como se logra ver, puede que cierta posición monetaria tenga también cierta consecuencia favorable o no, dependiendo con el cristal conque se mire.
El tema de las cuentas por cobrar con accionistas y demás relacionadas será una piedra en el zapato que tenderá a generarnos una ganancia monetaria -o una menor pérdida monetaria-, que repercutirá en un mayor gasto de impuesto.
Es interesante elaborar análisis exhaustivos y tratar de tomar decisiones eficientes a fin de poder prever consecuencias futuras tanto para efectos de la reexpresión, como para efectos del cálculo del reajuste regular por inflación. Hasta una próxima entrega. Http://
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