El próximo jueves 16 de mayo estaremos llevando a cabo el VIII Foro Empresarial Tributario en la UCAB Guayana y me corresponderá junto con el abogado Álvaro García Casafranca conversar a dos voces sobre la planificación fiscal en Venezuela.
En honor a la verdad, siempre he esquivado este tema, no porque tenga dudas conceptuales sobre el mismo, sino por la mala aplicación que se le ha dado en el tiempo, lo que ha hecho que se haya convertido en un tema poco apreciado en la comunidad profesional.
No quiero adelantar lo que allí hablaremos; no obstante quisiera dar algunos pensamientos en voz alta sobre el asunto en cuestión.
Los tributos son inesquivables. Bien se ha dicho muchas veces que ellos y la muerte son los eventos más seguros en la vida, entonces lo único que nos queda es ser un tanto pragmáticos y anticiparnos a lo inevitable.
Aguas en el medio
Si alguien sabe que el día de su último suspiro esta cerca, lo más lógico sería que procediera a atacar todos los asuntos importantes antes de su partida. Testamento, poner papeles al día, informar donde están las cosas importantes y alertar sobre una que otra cosa que haya mantenido debajo de la alfombra.
Es terrible ver esposas e hijos en el abandono total porque en vida no se arregló nada. Hace algún tiempo leía un artículo de un destacado columnista venezolano que escribía sobre este tema y describía todo un escenario que muchas veces queremos obviar, pero que forman parte de la naturaleza humana.
Si esto es así, por qué no hacer lo mismo con los impuestos. Si sabemos que son inminentes, si estamos claros que es nuestra obligación moral, pues lo más lógico es que planifiquemos el momento.
Aguas abajo
La mejor forma de planificar es llevando un control exhaustivo del negocio, optimizando costos, aplicando criterios de mejora continúa e invirtiendo en negocios que podamos disfrutar de ventajas competitivos y beneficios fiscales para poder maximizar la retribución que todo inversionista debe recibir por los innumerables riesgos que toma y por su cuota en la generación de empleos de calidad.
Otro punto es el de visualizar lo positivo de cada norma y llevarlas en favor de la empresa. Muchas veces podemos humanizar las organizaciones mientras cumplimos obligaciones tributarias.
Se que pareciese verse simple, mientras que en la práctica pudiese ser cuesta arriba; no obstante, si usted cree que yo estoy errado, es porque quizás usted tomo un negocio complicado o esta negado a dar un golpe y tomar nuevos caminos más prósperos y rentables.
Recuerde que negocio que se pruebe y genere pérdidas y que no se vea salida, debe ser analizado nuevamente y desincorporado si no hay más nada que hacer con él. Por experiencia se que juega la parte interna, pero con ella no se logra ser rentable. Hasta una próxima entrega y nos vemos el jueves. @wlagchttp://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
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