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Opinión



domingo, 8 de junio de 2014

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 151

Merito

Aguas arriba
Hace poco leía un artículo que me llamo mucho la atención, sobre una dependencia gubernamental en uno de nuestros vecinos del continente, la cual se dedica desde hace algo de tiempo a reclutar jóvenes profesionales con alto rendimiento, con el objetivo de formarse para ocupar cargos importantes en un tiempo más o menos predecible dentro de instituciones del propio Estado. Este concepto se fundamenta principalmente en la meritocracia de los individuos, basado en aspectos absoluta y completamente intelectuales/conductuales y no en posturas estériles que deslegitimizan la envestidura de cargos que requieren conocimiento más que ganas o prebendas.
Desde hace mucho tiempo dejamos de valorar la preparación, dado que de cierta forma tienen más peso las posturas, lo que sin duda alguna nos ubica en desventaja. Un abogado con traje en una dependencia pública da un poco de comezón y exigir un derecho en torno a artículos de la ley se vuelve en un chiste irónico, por lo que es más conveniente verse como total ignorante en la materia y ver al funcionario en cuestión como un completo erudito en el tema, tratando de dejar el ego en la puerta.

Aguas en el medio
Hace un par de décadas, muchas empresas en el país tenían procesos de reclutamiento de profesionales recién graduados, con dominio de otros idiomas y ese no sé qué particular que los hiciese lucir como personas con alto potencial.

Muchos jóvenes con criterio, se esforzaban por tener buenos resultados y ser reconocidos y recibidos por esos programas que eran promocionados principalmente en los espacios de la Universidad Metropolitana en Caracas, así como en las más importantes ciudades del país. Hoy en día seguimos viendo estudiantes muy interesados en tener un nivel alto, los cuales participan en los programas de las Naciones Unidas, demostrando cosas que aún profesionales con años de experiencia no pueden.
He visto alguno de ellos, y confío en que son esa parte del estudiantado que realmente ha entendido su rol personal, profesional y social, lo que sencillamente garantiza que tendrán éxitos aquí o en cualquier otro lugar. Se extraña el empuje que en el pasado ofrecían becas de alto rendimiento en el exterior.

Aguas abajo

En la actualidad son muy pocas las empresas que apuestan por colaboradores bien preparados, formación de generaciones de relevo que roten en distintos cargos y que se familiaricen con todas las áreas del negocio de forma local y regional, entidades que vean sus negocios y colaboradores como proyectos a largo plazo y no como meros generadores de rentas en el momento actual.
Lamentablemente, desde muchos flancos estamos viendo los negocios como cosas de corto plazo, y no como proyectos como un poco más de vida. Da la sensación de que los emprendimientos nacen y tienen duración implícita de un año, por lo que se convierte en todo un reto poder ver compañías que cumplan años y que sigan apostando por más.

En lo profesional pasa lo mismo. El estudio ha perdido vigencia y pareciese que los anhelos de mi generación, en los cuales soñábamos con los ojos abiertos el día de obtener nuestro grado para poder ser productivos y exitosos, quedó en el recuerdo. Los de generaciones posteriores se preguntan así mismos, cosas que antes nosotros las dábamos por sentado. Recuerdo que era muy fácil ver a nuestros profesores de pre y postgrado y pensar que seriamos al menos tan buenos como ellos.
Cuando vuelva la meritocracia, volverán las ganas de ser mejor. Cuando vuelvan las ganas de ser mejor, vendrán mejores resultados y las generaciones siguientes verán como rol model vale. El ser exitoso sin dañar al de al lado será la moda. Hasta una próxima entrega. @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

Foto: Oficina Puerto Ordaz

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