Aguas arriba
Hace poco leía un artículo que me llamo mucho la atención,
sobre una dependencia gubernamental en uno de nuestros vecinos del continente, la
cual se dedica desde hace algo de tiempo a reclutar jóvenes profesionales con
alto rendimiento, con el objetivo de formarse para ocupar cargos importantes en
un tiempo más o menos predecible dentro de instituciones del propio Estado.
Este concepto se fundamenta principalmente en la meritocracia de los
individuos, basado en aspectos absoluta y completamente intelectuales/conductuales
y no en posturas estériles que deslegitimizan la envestidura de cargos que
requieren conocimiento más que ganas o prebendas.Desde hace mucho tiempo dejamos de valorar la preparación, dado que de cierta forma tienen más peso las posturas, lo que sin duda alguna nos ubica en desventaja. Un abogado con traje en una dependencia pública da un poco de comezón y exigir un derecho en torno a artículos de la ley se vuelve en un chiste irónico, por lo que es más conveniente verse como total ignorante en la materia y ver al funcionario en cuestión como un completo erudito en el tema, tratando de dejar el ego en la puerta.
Aguas en el medio
Hace un par de décadas, muchas empresas en el país tenían
procesos de reclutamiento de profesionales recién graduados, con dominio de
otros idiomas y ese no sé qué particular que los hiciese lucir como personas
con alto potencial.
Muchos jóvenes con criterio, se esforzaban por tener buenos
resultados y ser reconocidos y recibidos por esos programas que eran
promocionados principalmente en los espacios de la Universidad Metropolitana en
Caracas, así como en las más importantes ciudades del país. Hoy en día seguimos
viendo estudiantes muy interesados en tener un nivel alto, los cuales
participan en los programas de las Naciones Unidas, demostrando cosas que aún
profesionales con años de experiencia no pueden.
He visto alguno de ellos, y confío en que son esa parte del
estudiantado que realmente ha entendido su rol personal, profesional y social,
lo que sencillamente garantiza que tendrán éxitos aquí o en cualquier otro
lugar. Se extraña el empuje que en el pasado ofrecían becas de alto rendimiento
en el exterior.Aguas abajo
En la actualidad son muy pocas las empresas que apuestan por
colaboradores bien preparados, formación de generaciones de relevo que roten en
distintos cargos y que se familiaricen con todas las áreas del negocio de forma
local y regional, entidades que vean sus negocios y colaboradores como
proyectos a largo plazo y no como meros generadores de rentas en el momento
actual.
Lamentablemente, desde muchos flancos estamos viendo los
negocios como cosas de corto plazo, y no como proyectos como un poco más de
vida. Da la sensación de que los emprendimientos nacen y tienen duración
implícita de un año, por lo que se convierte en todo un reto poder ver
compañías que cumplan años y que sigan apostando por más.
En lo profesional pasa lo mismo. El estudio ha perdido
vigencia y pareciese que los anhelos de mi generación, en los cuales soñábamos
con los ojos abiertos el día de obtener nuestro grado para poder ser
productivos y exitosos, quedó en el recuerdo. Los de generaciones posteriores
se preguntan así mismos, cosas que antes nosotros las dábamos por sentado.
Recuerdo que era muy fácil ver a nuestros profesores de pre y postgrado y
pensar que seriamos al menos tan buenos como ellos.
Cuando vuelva la meritocracia, volverán las ganas de ser
mejor. Cuando vuelvan las ganas de ser mejor, vendrán mejores resultados y las
generaciones siguientes verán como rol model vale. El ser exitoso sin dañar al
de al lado será la moda. Hasta una próxima entrega. @wlagc
http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/Foto: Oficina Puerto Ordaz
No hay comentarios:
Publicar un comentario