Aguas arriba
Hacer lectura al entorno actual no es cosa sencilla. Si bien es cierto el hecho de que a mayor riesgo, mayor la ganancia, existe un efecto regulatorio en el ambiente que puede que ayude a desincentivar pequeños proyectos, donde el inversor -sobre el cual recaen todos los riesgos- pueda sentir que estar bajo relación de dependencia es mejor remunerado -incluso con un salario desfasada- y exponencialmente menos riesgoso.
Siendo así, podría haber una importante cantidad de negocios -principalmente de compra y venta de bienes- que sólo verían ganancias medianamente atractivas solo en el supuesto en el cual ofrezcan un valor agregado que los lleve a tener un mercado mayor. Algo así como cuando escuchamos a alguien diciendo que gana por volumen y no al detal.
En un programa de radio escuché que no era momento para hacer positivo a ultranza, pero para ser honesto, el único combustible del emprendedor es el positivismo.
Aguas en el medio
El caso de los servicios puede ser algo más controlable, habida cuenta del hecho de que el que suda es el que gana y si no trabaja, sus costos pueden estar en cierta medida más medidos -no aplica para todos los servicios y negocios- y pueden ser medianamente más planificados.
En función a esto, cabe la pregunta de si debemos juntarnos con otros que hagan lo mismo que nosotros -so pena de convertirnos en unos incentivadores de mini monopolios -cosa que por lo demás no es legal ni coherente con el tiempo en que vivimos. Así las cosas, cobra mucha fuerza la reorganización de grupos civiles y empresariales para verse y sentirse más fuertes en un contexto en el cual se debe apostar a la eficiencia para así reducir gastos que pudiesen ser necesarios pero no imprescindibles para hacer negocios que generen renta.
Hay que mirar de frente a las personas que están tratando de construir proyectos autosustentables y los que sólo quieren ganarse unas monedas de tiempo en tiempo sin asumir mayores riesgos ni ataduras. Para cada caso, habrán proyectos que funcionen, por lo que nada es descartable.
Aguas abajo
La eficiencia será una suerte de tijera imaginaria, con la cual debamos hacer más con menos. Se escucha sencillo, pero en la práctica pudiese sentirse como si estuviésemos haciendo una especie de down sizing -hay que explicarlo- que de cara a nuestros colaboradores se pudiese ver como una mala señal.
Hay un refrán que dice que el que tenga tienda que la atienda y eso es pura verdad. Las asociaciones estratégicas, fusiones y demás formas de juntar esfuerzos deberán ser llevadas a cabo con personas e inversionistas que realmente quieran monitorear y accionar. En esta oportunidad debemos dejar de lado a los socios capitalistas y demás figuras parecidas, que han sido muy exitosas en países desarrollados y que en el futuro deberían tomar su posición en mercados menos favorecidos.
Considero que aún hay muchas oportunidades de negocio. Las mismas se irán abriendo cada día. Todos los países viven momentos difíciles y con el tiempo liman asperezas y florecen. El empresario y/o emprendedor que de lo mejor de si en estos momentos será mucho más fuerte cuando pase el temporal. Hasta una próxima entrega. @wlagchttp://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
Foto: Tiempo de trabajo, Puerto Ordaz
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