Formación
profesional
Aguas
arriba
La
formación profesional debe sin duda alguna pasar por la obtención de
competencias que permitan generar conocimiento con un enfoque dirigido a poder
ser aplicado en un ambiente práctico, de lo contrario, la transferencia de
información se vuelve estéril y se convierte sólo en un monólogo magistral que
satisface el ego del que imparte y aburre al que pretende adquirir una
información de interés técnico.
Mucho se ha hablado de la exportación de talentos, aunque la precisión de la data real se me hace un tanto esquiva; no obstante, en el ambiente académico observamos una masa de profesionales con un apetito particular para iniciar en otro escenario distinto, por lo que desechan información local que puede hacerse imprescindible en el futuro y que de no adquirirlo en este momento, será más costoso hacerlo en otro momento.
Eso por mi sí mismo es un problema, sin embargo, desde nuestra óptica como profesionales que transmitimos información, que creamos contenido para el estudio y que además debatimos en el marco en el cual nos desenvolvemos -y que salvó prueba en contrario, lo seguiremos haciendo- debemos seguir haciendo énfasis en el reclutamiento de profesionales que entiendan que el proceso formativo -en un contexto profesional- inicia en la universidad y termina el último día de nuestras vidas, por lo que la sumatoria de competencias será la ruta para poder seguir creciendo en un ambiente tan contrario, pero que al mismo tiempo se vuelve infinitamente retador.
Aguas
en el medio
El poder contar con un conocimiento adquirido de forma especialmente académica, permite tener la habilidad previsible de poder solucionar problemas basado en el criterio y capacidad del analizar profesional, lo que garantiza la proactividad que se requiere en sistemas tan complejos como los actuales, siempre en el entendido de que no debe estar condimentado por el famoso deseo de aplicar estrategias que solucionen problemas, pero generando efectos colaterales.
Lo
interesante de todo, es que el conocimiento se desarrolla y entrelaza, por lo
que basar el conocimiento en competencia, hace que se cree un efecto
multiplicador para la solución de más y más problemas.
Ahora
bien, estas reflexiones tienen un fin más importante, y es el hecho de que en
un ambiente inflacionario, controlado, con altísima dosis de discrecionalidad
gubernamental y muchísimas amenazas, se requiere un profesional que este a otro
nivel.
Aguas
abajo
Probablemente,
mis comentarios pareciesen estar circunscritos solo al ambiente estrictamente
de la academia; sin embargo, es importante hacer un punto y aparte para poder
llevarlo al ambiente empresarial y de emprendimiento, para que se puedan engranar
una serie de elementos que mandatoriamente se convertirán en una suerte de celdas
entrelazadas y que el desenvolvimiento de una afecte a la otra, por lo que se
hace imprescindible que los lideres organizacionales entiendan que tener olfato
y recursos para iniciar proyectos es de suma importancia (y altamente
valorado), pero que también se requiere de una dosis importante de
conocimientos técnicos y estratégicos que se adquieren con adiestramiento
formal, lo que de una u otra forma podrá garantizar hacer mediciones que
muestren si el camino andado es el conveniente y si la forma como vemos el
futuro de manera objetiva es o no positiva desde el punto de vista de los
indicadores.
Es
evidente que hay muchos casos en los cuales el olfato ha sido suficiente para
iniciar proyectos con muchos años y que evidentemente han generado frutos económicos
importantes a sus accionistas y que han sido, contradictoriamente, quebrados
por segundas generaciones que queriendo tecnificar el asunto, terminan pasmando
proyectos de toda la vida; no obstante, en la gran mayoría de los casos, cuando
ha habido generaciones proactivas y con idea innovadoras y se les abre la
puerta para actuar, el crecimiento ha sido considerable y los resultados han
sido altamente satisfactorios.
Con
todo el tema de la Reforma Tributaria que estamos viviendo, se ha observado que
el empresariado está empezando a entender que su rol debe ser más
participativo, dado que los riesgos no deben ser trasladados por simple desdén
o desconocimiento sistemático que en nada ayuda al emprendimiento y que lo
convierte en un posible target para las amenazas que vivimos. Muchas gracias a
BIESUR por la invitación a participar como ponentes en el evento llevado a cabo
el 12 de marzo en el Restaurante ERCOLE en Puerto Ordaz, con un increíble éxito.
Hasta una próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
Foto: Galería personal
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