Aguas arriba
La información contable tiene múltiples propósitos y usuarios que desde el punto de vista pedagógico pueden ser investigados y ampliados por el lector en la literatura contable vigente y pertinente.
Este es un punto que debe ser ampliamente enseñado en las aulas, para tratar de internalizar en las generaciones que se formen, conceptos que la generación que interactúa hoy en día pareciese no tener claro en muchos aspectos, que por supuesto hace que el impacto de la profesión pierda enfoque. El obviar usos, propósitos y usuarios, puede convertir a los profesionales en meros gestores y proveedores de copias e imágenes escaneadas.
El propósito principal siempre ha sido el de servir de herramienta para la toma de decisiones gerenciales, dado que con este instrumento se pueden medir infinidad de indicadores que darán luces del camino que transita un negocio en marcha, por lo que se convierte de una u otra forma en la columna vertebral del mismo. Obviamente, el área operativa debe ser la mas vigilada y cuidada, pero si el resultado no se puede medir, se vuelve en ocasiones inútil.
Otro propósito importante es el regulatorio. La autodeterminación y de la determinación de oficio de prácticamente todos los tributos y obligaciones análogas se mide partiendo de información dura extraída de la contabilidad, por lo que sin duda alguna se vuelve fundamental su buen uso y manejo.
Aguas en el medio
Por otro lado, en el tema de los usuarios, es fácil amarrarlos con los propósitos de la contabilidad. Tenemos como referencia al marco conceptual, el cual se destaca en definiciones y especificaciones sobre este apartado, haciendo especial énfasis en accionistas, instituciones financieras, el estado como un todo, los trabajadores, entre otros interesados en conocer información de esta naturaleza, que por supuesto cumplan con una serie de aseveraciones asociadas.
Dependiendo del usuario, la necesidad será particular así como el enfoque. Lo cierto es que la información contable debe tener tanta calidad, que en una sola compilación de datos, deben explicarse por si mismo, a fin de satisfacer de forma inmediata al usuario, sin mayor manifestación por parte del preparador.
Ahora bien, la gran pregunta es si eso está ocurriendo en estos momentos en nuestras contabilidades, y pareciese todo indicar que la respuesta es un rotundo no. Lamentablemente todas las distorsiones en material cambiaría y regulatoria hacen que lo que se muestra en los estados financieros terminan siendo una suerte de ficción que recae en declaraciones de impuesto que no terminan midiendo la verdadera capacidad contributiva de los contribuyentes, dado que son números que en la mayoría de los casos terminan mostrando utilidades que realmente pueden ser perdidas, y perdidas que pueden ser utilidades, de estar en un ambiente como en el que se desarrollan compañías a nivel mundial sin mayor limitación, que las que las mismas normas imponen de forma razonable.
Pero eso no es todo. El empresariado en un alto porcentaje tampoco se interesa mucho del tema y ven con un poco de desdén el trabajo contable, pensando que la estabilidad y rentabilidad de su negocio se mide solo con el hecho de ver que hay dinero en la cuenta para cubrir erogaciones personales, la adquisición caprichosa de cualquier bien y hacer la parrilla del fin de semana en casa.
Aguas abajo
Siendo tan precaria la forma de medir la rentabilidad empresarial y sumando el hecho de que las distorsiones tiran por la borda la poca o mucha contabilidad que creamos saber, hacen que sencillamente la preparación de estados financieros solo se hace para satisfacer nuestra existencia y para que terceros sientan que tienen un soporte para sus fines, donde se trate de mostrar unos números que sirvan para fines crediticios o tributarios.
Una vez se den mejoras en apartados comunes, deberemos revisar la forma como hemos trabajado para dar borrón y cuenta nueva en lo contable, a la espera de que los empresarios sientan que la única forma de saber como van sus negocios, es teniendo una visión financiera y técnica del mismo de forma sistemática y seria.
De no ocurrir eso, sólo servirá para salir corriendo al ver entrar al negocio un funcionario con ceño fruncido. Hasta la próxima entrega @wlagc http://
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