Escasez
Aguas arriba
Es indudable el hecho de que la escasez es el problema por
excelencia que debe ser sorteado por las naciones para poder ser prosperas y
eficientes. Obviamente es poco probable
que una nación pueda satisfacer con producción interna toda la demanda de
bienes y servicios que tenga la sociedad, por lo que se hace fundamental poder
identificar las ventajas competitivas y en función a ello crear estrategias
globales que permitan el intercambio de productos de la misma calidad y
competitividad. Esta estrategia no puede ser ideológica, dado que ello pudiese
de una u otra forma nublar el correcto desenvolvimiento de las condiciones de
la operación, perjudicando a una o ambas partes. Este quizás es una fuerte
traba que en el pasado fue muy difícil de sortear y que hoy en día solo algunos
miopes de profesión adoptan.
Las ventajas que tiene Venezuela son importantes en
distintas áreas; no obstante, es muy poco lo que se ha logrado concretar en
áreas tan influyentes como lo son la agricultura/ganadería, tecnología,
recursos minerales ferrosos/no ferrosos y sus derivados, así como la
manufactura en general de productos terminados (permítanme obviar al turismo en
esta ocasión). Esto sin contar, que nuestra ubicación geográfica hace sencillo
el traslado de bienes a cualquier parte del mundo, por ser nada más y nada
menos que la puerta de América del Sur.
La escasez que hoy en día azota a las naciones se da
principalmente cuando existen estados que no cuentan con un desarrollo interno
que les permita mantener una balanza de bienes disponibles para exportar,
versus los bienes que necesita importar (por las razones que sea). A simple
vista hablamos de un país que no tiene recursos naturales, no cuenta con
ventajas competitivas de otra índole y además de eso no tiene mano de obra
calificada que permita agregar valor, producir, satisfacer la demanda interna y
exportar.
Aguas en el medio
El escenario de países que no cuentan con ventajas dadas por
la providencia es innumerable. No todos los países cuentan con reservas
importantes de oro, hierro, petróleo y tierras fértiles para la siembra, pero
si cuentan con gobiernos dispuestos a generar trabajadores enfocados a
procesarlos, transformarlos y crear nuevos caminos que permitan generar esa
estabilidad tan importante entre lo que se necesita y lo que se vende a otras
naciones.
Hay otros que crean sus oportunidades en el camino, dado que
entienden claramente que las posibilidades son escasas y deben aprovechar lo
poco o mucho que tengan, teniendo resultados impecables para el colectivo.
Lo peor es que los países que cuentan con recursos y materia
prima en cantidades industriales, tienen como contrapartida a personas con
valores escasos y prácticas terribles que cultivan la corrupción, la decidía y
las individuales, aderezadas con otras hierbas
tan o más peligrosas que las anteriores, por lo que pareciese que su
principal maldición es contar con dadivas de la naturaleza en cantidades
superiores a las necesarias.
Aguas abajo
Todo esto hace que además de escasez de bienes para la
colectividad tanto importados como producidos
localmente, se suscite una fuerte escasez de ideas coherentes y lógicas, por lo
que la parte de la sociedad productiva termina creyendo que vive en un mundo
paralelo sin sentido alguno, en una suerte de tragicomedia existencial, donde
todo lo que parece no es y viceversa.
La escasez no solamente es el resultado de la falta de
bienes suficientes para satisfacer necesidades colectivas, dado que también
puede ser la cantidad limitada de posibilidades de nivel para poder engrandecer
una sociedad.
En lo académico, y como un ejemplo más, si las instituciones
son de bajo nivel en promedio y solo algunas tienen características suficientes
como para formar profesionales con contenido, también se genera una ofensa ante
las masas, dado que se limita la calidad de educación para un colectivo. No es
culpa de las pocas universidades que dan buen nivel educativo, es culpa del
Estado que con mediocridad forma al resto. En este caso no solamente se genera
de forma advertida o inadvertida escasez de oportunidades formativas, si no
escasez en profesionales dispuestos a romper paradigmas e ideologías que se
dediquen objetivamente a cumplir el rol técnico que les corresponde desde la
posición en la cual se encuentren y aporten al resto de los sectores.
Con todo esto, sin duda alguna se crean brechas gigantescas
y lo único factible es volver a la era de la caverna y empezar a hacer trueques
entre lo poco que tengo yo y lo poco que tienes tu (en el mejor de los casos) o
el negocio poco ético de aprovecharse de la necesidad ajena por medio de la
venta de bienes a precios imposibles de manejar donde se benefician pocos, en
detrimento del resto. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogsopot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario