Conformidad
Aguas arriba
Pareciese que está más o menos claro para los estudiosos del
tema, que el estar complacido en un lugar -llámese trabajo, escuela, hogar o
grupo- garantiza de una u otra forma que el factor motivación se eleve y con ello
la productividad. Claro, partiendo del hecho de que la productividad no es
solamente producir bienes y servicios, sino un estado de armonía, creatividad y
acción óptima para convivir de forma armónica, donde nos sentimos parte de un
todo y actuamos en coherencia con ello.
Si esto lo llevamos al plano empresarial, se habla de que
las personas renuncian a malos jefes y no a malas empresas; eso de una u otra
forma refuerza el hecho de que dependerá en gran medida el ambiente
organizacional y que tan motivado, agraciado, estimado y valorado te sientas.
Claro, como todo ciertas condiciones aplican, dado que también es inviable
mantenerse cómodo en un espacio físico poco confortable.
Ese sentimiento puede ser relativo, dado que podemos ser
agraciados de acuerdo a los estándares del liderazgo de la compañía, pero no a
un nivel compatible con nuestras apetencias, por lo que el resultado pudiese
ser igual de malo, en caso de no estar en un grado de conciencia que nos
permita ser profesionales ante todo. Esto también sigue siendo relativo, dado
que al final del día seguimos siendo humanos y con ello vienen comportamientos
aceptables y no aceptables, que en muchos casos no son reprochables.
Aguas en el medio
Ahora bien, que pasa cuando se extrapola a una comunidad o
país. Allí la situación si se torna turbia, dado que se entra en una nube
de pesimismo generalizado, donde nadie quiere trabajar con el jefe –Estado- y
todos quieren poner la renuncia en el escritorio -navegar en aguas más
tranquilas-. La situación es que si todos ponen la renuncia, no habrá
posibilidad de recuperar lo mucho o poco que quede y el costo para la comunidad
o país será cada vez mayor. Siendo así, el panorama no luce alentador para las
generaciones actuales y futuras.
Siempre alguien debe hacer el trabajo sucio y eso pasa por
no apegarse a esa fórmula mágica que nos hace creer que de forma inmediata
podremos satisfacer nuestras necesidades. En el ambiente laboral debe darse un
sacudón que venga acompañado de estrategias serias que permitan encausar el
liderazgo responsable de las personas que ostentan cargos gerenciales
importantes, para poder reconocer las debilidades existentes y todo lo que se
puede lograr si se rompen esas barreras mentales y actitudinales.
Es totalmente cierto que si no existe un nivel de
conformidad razonable, los colaboradores se van y las sociedades emigran. Eso
es totalmente demostrable en años de historia y lo vemos últimamente en cada
día de nuestras vidas con cierto nivel de susto y miedo, por la forma tan particular con la que
avanza.
Aguas abajo
Al final del día, es difícil complacer al ser humano, pero
también hay que destacar que en ciertas situaciones ninguna de las variables es
apetecible y aceptable y “pareciese” que no queda otra salida; la solución es
no continuar. Lamentablemente, en ocasiones esto se convierte en un círculo
vicioso y terminamos tomándole el gusto a renunciar y vivimos para dejar cosas
inconclusas, lo que sencillamente es terrible tanto para nosotros, como para
nuestro entorno.
En estos momentos tan difíciles, pareciese que el ambiente es
hostil, que el dinero no es suficiente y que el resto se cae a pedazos. Lo
importante ante condiciones tan adversas es no acostumbrarse y desear
honestamente mejores condiciones. Luego de ello, y como desear no es
suficiente, se debe hacer un esfuerzo realmente tangible por crear un ambiente
de trabajo apropiado y una comunidad vivible.
¿Es eso fácil? Obviamente no lo es y lo estamos viviendo en
carne propia. La situación es cada vez más complicada a todo nivel, aun cuando
seguimos viendo un par de sectores que viven en una burbuja un poco extraña.
Esa burbuja reúne a los extremos; personas que tienen mucho y no lo quieren
perder, porque les va bien punto y otro grupo que tiene poco y cree que también
pueden perder esa pizca. En el medio, una sociedad que cambió y que no sabe si
esta en un ambiente confortable para continuar. Queda de nosotros hacerle
entender al jefe lo malo que es, arreglar la silla y ser más productivos para
que las condiciones mejoren. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
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