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Opinión



domingo, 2 de agosto de 2015

Actualidad financiera y fiscal en El Diario de Guayana N° 211

Conformidad

Aguas arriba


Pareciese que está más o menos claro para los estudiosos del tema, que el estar complacido en un lugar -llámese trabajo, escuela, hogar o grupo- garantiza de una u otra forma que el factor motivación se eleve y con ello la productividad. Claro, partiendo del hecho de que la productividad no es solamente producir bienes y servicios, sino un estado de armonía, creatividad y acción óptima para convivir de forma armónica, donde nos sentimos parte de un todo y actuamos en coherencia con ello.

Si esto lo llevamos al plano empresarial, se habla de que las personas renuncian a malos jefes y no a malas empresas; eso de una u otra forma refuerza el hecho de que dependerá en gran medida el ambiente organizacional y que tan motivado, agraciado, estimado y valorado te sientas. Claro, como todo ciertas condiciones aplican, dado que también es inviable mantenerse cómodo en un espacio físico poco confortable.

Ese sentimiento puede ser relativo, dado que podemos ser agraciados de acuerdo a los estándares del liderazgo de la compañía, pero no a un nivel compatible con nuestras apetencias, por lo que el resultado pudiese ser igual de malo, en caso de no estar en un grado de conciencia que nos permita ser profesionales ante todo. Esto también sigue siendo relativo, dado que al final del día seguimos siendo humanos y con ello vienen comportamientos aceptables y no aceptables, que en muchos casos no son reprochables.

Aguas en el medio

Ahora bien, que pasa cuando se extrapola a una comunidad o país.  Allí la situación si se torna turbia, dado que se entra en una nube de pesimismo generalizado, donde nadie quiere trabajar con el jefe –Estado- y todos quieren poner la renuncia en el escritorio -navegar en aguas más tranquilas-. La situación es que si todos ponen la renuncia, no habrá posibilidad de recuperar lo mucho o poco que quede y el costo para la comunidad o país será cada vez mayor. Siendo así, el panorama no luce alentador para las generaciones actuales y futuras.

Siempre alguien debe hacer el trabajo sucio y eso pasa por no apegarse a esa fórmula mágica que nos hace creer que de forma inmediata podremos satisfacer nuestras necesidades. En el ambiente laboral debe darse un sacudón que venga acompañado de estrategias serias que permitan encausar el liderazgo responsable de las personas que ostentan cargos gerenciales importantes, para poder reconocer las debilidades existentes y todo lo que se puede lograr si se rompen esas barreras mentales y actitudinales.

Es totalmente cierto que si no existe un nivel de conformidad razonable, los colaboradores se van y las sociedades emigran. Eso es totalmente demostrable en años de historia y lo vemos últimamente en cada día de nuestras vidas con cierto nivel de susto y  miedo, por la forma tan particular con la que avanza.

Aguas abajo

Al final del día, es difícil complacer al ser humano, pero también hay que destacar que en ciertas situaciones ninguna de las variables es apetecible y aceptable y “pareciese” que no queda otra salida; la solución es no continuar. Lamentablemente, en ocasiones esto se convierte en un círculo vicioso y terminamos tomándole el gusto a renunciar y vivimos para dejar cosas inconclusas, lo que sencillamente es terrible tanto para nosotros, como para nuestro entorno.

En estos momentos tan difíciles, pareciese que el ambiente es hostil, que el dinero no es suficiente y que el resto se cae a pedazos. Lo importante ante condiciones tan adversas es no acostumbrarse y desear honestamente mejores condiciones. Luego de ello, y como desear no es suficiente, se debe hacer un esfuerzo realmente tangible por crear un ambiente de trabajo apropiado y una comunidad vivible.


¿Es eso fácil? Obviamente no lo es y lo estamos viviendo en carne propia. La situación es cada vez más complicada a todo nivel, aun cuando seguimos viendo un par de sectores que viven en una burbuja un poco extraña. Esa burbuja reúne a los extremos; personas que tienen mucho y no lo quieren perder, porque les va bien punto y otro grupo que tiene poco y cree que también pueden perder esa pizca. En el medio, una sociedad que cambió y que no sabe si esta en un ambiente confortable para continuar. Queda de nosotros hacerle entender al jefe lo malo que es, arreglar la silla y ser más productivos para que las condiciones mejoren. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/

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