Unidad Tributaria
Aguas arriba
Mucho se ha discutido sobre el
aumento de la unidad tributaria, la cual quedó ubicada (en un procedimiento
algo confuso) en Bs177. De conformidad con el Código Orgánico Tributario, ésta
debe ser reajustada dentro de los quince primeros días del mes de febrero cada año,
previa opinión favorable de la Asamblea Nacional sobre la base de la variación
producida por la inflación, del año inmediatamente anterior. No queda mucho que
interpretar al respecto, considerando que el Artículo está bastante claro en su
redacción; no obstante a ello, dicho procedimiento ha sido desestimado en años
anteriores, con la aplicación de factores de incremento no asociados al
comportamiento de dicho indicador, sino a estimaciones de otra índole, que no
han podido ser explicados con total transparencia técnica y sobre todo
jurídica.
A esta situación, se suma el
hecho de la opacidad en la entrega de información asociada a la inflación,
considerando que a la fecha solo se cuenta con cifras formales hasta el mes de
septiembre de 2015, las cuales fueron anunciadas muy recientemente, luego de un
rezago de más de un año. Siendo así, aun hoy no contamos con información
suficiente para determinar la unidad tributaria que debería aplicar para el
ejercicio 2016; sin embargo, eso no limitó a la Administración Tributaria para
a través de su gerencia económica, determinar y proponer la unidad tributaria
publicada en Gaceta Oficial N° 40.846 del 11 de
febrero de 2016, la cual además fue rechazada por la Asamblea Nacional
en la primera semana de febrero por parte de la comisión respectiva, alegando
que la misma no podía estar al margen de la ley y por ello se exigía al Banco
Central de Venezuela y el Instituto Nacional de Estadística a publicar el
índice de precios de todo el año 2015, para que el SENIAT pudiese hacer el cálculo de forma metodológica y
remitir nuevamente la nueva unidad tributaria.
Aguas en el medio
Esta medida, más allá de lo legal
(lo cual está bastante claro), puede verse de distintos puntos de vista. Desde la
posición de los contribuyentes del impuesto sobre la renta, prácticamente cualquier
trabajador estará en la obligación de determinar y pagar impuesto por los
enriquecimientos que obtenga, situación que obviamente tendrá una incidencia
sensible en finanzas personales de familias que ya hacen malabarismos para
poder soportar una de las crisis más severas que hemos visto en las últimas décadas.
Esto sin duda alguna es una importante distorsión, habida cuenta que
normalmente, cuando la unidad tributaria era calculada apropiadamente, existía
un universo de trabajadores que no debían pagar impuesto, lo que sin duda
alguna reflejaba un alto entendimiento de la capacidad contributiva de los
sujetos de derecho. Ese concepto queda discontinuado en su totalidad.
Por otro lado, también se
incrementará el universo de sujetos pasivos que serán notificados como
especiales, dado que efectivamente, cualquier empresa podrá facturar los ingresos
mínimos requeridos para tamaña distinción, incrementándose así el brazo
recaudador de la administración tributaria (a través del sistema de retenciones
de impuesto al valor agregado) y generándose nuevos contribuyentes para un
tributo tan pernicioso como el de las grandes transacciones financieras. Por
otro lado, el aumento de las bonificaciones de alimentación, las cuales están
asociadas a la unidad tributaria, no se incrementarán en función a la
inflación, por lo que los trabajadores verán disminuido su ingreso a través del
impuesto sin obtener mejoras salariales, producto de la misma decisión.
Aguas abajo
El Estado verá disminuida su
recaudación a través de cualquier
tributo, registro, multas, etc., que sea calculado considerando la unidad
tributaria, pero no incrementará su presupuesto (así como los privados) por
concepto de bonos de alimentación, lo que sin duda alguna tendrá una incidencia
importantísima en los estados financieros, dado que todo apuntaba a que los
trabajadores hubiesen podido terminar ganando más dinero por el bono de
alimentación, que por su remuneración básica, lo cual sería un hecho inédito y
en extremo extraño para todos, pero que sin duda alguna mostraría la situación
tan bizarra que estamos viviendo en la actualidad.
Para algunos, el incumplimiento
de la norma genera puntos en contra, pero para muchos otros, la situación genera
una especie de alivio en un momento en el cual cada centavo cuenta dentro de
tanta incertidumbre, considerando que una de las cosas más estables que existen
en la actualidad es el tema salarial, el cual se ha rezagado profundamente al
ser comparado con cualquier otro costo o gasto al que deba hacerse frente en el
trajinar diario de los negocios. Hasta la próxima entrega @wlagc http://actualidadfinancierayfiscal.blogspot.com/
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